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♥ Gold Memories~
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♥ Gold Memories~
Bien, ángel vs Demonio quedará suspendida por un tiempo, sólo hasta que tenga tiempo para hacer un "remake" del mismo. La razón es que para ese entonces escribía demasiado mal (y no digo que ahora lo haga perfecto XD) y me gustaría mejorarlo un poco... por ahora les traigo esta obra, es lo más actual que he escrito, y estoy escribiendo... espero que les guste y sin más que decir... la introducción y el primer capítulo:
Como podrán notar, en este Fic voy a tratar de centrarme en una historia que muchos conocen, "UDDAYM" (Un Desastre de Animes y Mangas), sin embargo, narrada desde el comienzo hasta el final, en el orden correcto y desde mi punto de vista... He quitado varios personajes, añadido unos nuevos, cambiado un poco la trama... hasta creo que, sin querer, en ves de hacer un "remake" de UDDAYM, he terminado creando mi propia historia xD... Espero que les guste y comenten~
- Introducción: “He Muerto”:
-Se escucha la voz de un pensamiento en eco-
-Recuerdos…
-varias escenas pasan rápido, hasta que se siente un disparo-
-…Ojalá…
-se aprecia la escena de un funeral y luego el de una chica que se encierra en una habitación… varias voces la llaman por su nombre, pero ésta las ignora, quitándose la vida-
-…Pudiera recuperarlos…
-de esta forma, la imagen se vuelve más y más nítida, dejando ver a una joven de cabello bastante largo y de un color negro, sus ojos se asemejaban a dos rubíes, rojos y brillantes, y su piel era el claro recuerdo de la nieve, completamente blanca, llevaba puesto un vestido que aparentaba pertenecer a la época victoriana, de color negro y unos pequeños detalles en dorado-
-¿Estoy… muerta?
-un joven de cabellos dorados y ojos azules le extiende una mano, en la otra mano sostenía una guadaña-
-Pues… sí, y a la vez no…
-La joven acepta la invitación del chico a tomar su mano-
-¿Dónde estoy?
-Estás en el lugar al que van a parar las almas de las personas que se suicidaron… la Dimensión Shinigami. Al haberte quitado la vida no puedes ir ni al cielo ni al infierno… estarás atrapada aquí por el resto de la eternidad, obligada a llevarte el alma de las personas que tengan que morir… en palabras simples, ahora eres un Shinigami.
-Ambos comienzan a caminar, el lugar donde estaban se veía cubierto por la niebla, era imposible distinguir el suelo de todo lo demás, cubierto por la nada… todo era gris.
Aquella joven se veía realmente débil… miraba su mano, siendo sostenida por la de aquél chico y luego lo miraba a él, así sucesivamente hasta que con su voz, la cual reflejaba su preocupación ante no recordar nada, le dice-
-¿Eso quiere decir que me he quitado la vida? No… no logro recordar nada antes de verte a ti…
-El chico pone una pequeña sonrisa-
-No se nos está permitido recordar nada de nuestra vida pasada… pero qué va –adoptando un tono más amistoso, como intentando que aquella chica dejara atrás sus preocupaciones y conversara un poco- . Si seré descortés, no te he dicho mi nombre. Me llamo Shiki y soy el encargado de cuidarte hasta que te adaptes a esta nueva… eh… “vida”.
-La joven pone una pequeña sonrisa también-
-Encantada. Mi nombre es…
-no recordaba cómo se llamaba-
-ante la cara de duda que ponía, Shiki no pudo evitar soltar una pequeña risa-
Shiki: Te llamas Nakuru…
Nakuru: Ahh… -baja la mirada avergonzada de no recordar ni su propio nombre-
Shiki: No te apenes… ningún Shinigami ingresa a la dimensión sabiendo su nombre… a mi estuvieron una semana entera para que entendiera que me llamaba Shiki…
-Por la forma en que lo dijo, a Nakuru le fue imposible no reírse-
Shiki: Oye, ¡no te rías!
Nakuru: perdón…
Shiki: Bueno, almenos ya te estás riendo, con tanta seriedad pensaba que te habías dejado tus emociones en el mundo humano.
Nakuru: -con cierto asombro- ¿Es eso posible?
Shiki: No… por eso me parecía raro ù.u
Nakuru: Ohh ¡vamos! No entiendo nada de este mundo, todo se ve tan gris, oscuro… frío. ¿Esto es lo que me espera de ahora en más?
Shiki: En realidad no… a simple vista, es como dices… sin embargo esto no es más que la entrada a la dimensión. Realmente, cuando pases por esa puerta, verás como es la verdadera dimensión. Créeme, vas a sorprenderte.
-Shiki no mentía… una vez dentro de la dimensión por completo, era muy parecido a una ciudad, Nakuru no podía evitar quedar boquiabierta, nunca en su vida había visto esos grandes edificios, luces, entre otros, ¡era fantástico!-
Nakuru: Qué belleza… -por lo bajo-
-tenía pintado el asombro en su rostro-
Shiki: Vamos Nakuru, te mostraré el resto de la ciudad… ¡tienes que conocer todo el lugar!
-la tironea de su mano y hace avanzar a Nakuru, ambos iban caminando por aquellas calles, habían grandes negocios, pequeñas tiendas, escuelas, academias y universidades, altos edificios, un ayuntamiento, etc.
Durante todo el recorrido, a pesar de ser tan sorprendente, Nakuru mostró en su rostro una mirada de tristeza… ¿por qué… por qué se había quitado la vida? ¿y si había dejado atrás a varios seres queridos? … Sí. Era obvio que había dejado atrás a sus seres queridos, pero, ¿habrían sufrido mucho por lo que hizo? Sin duda, era para arrepentirse, ahora no recordaba nada y no sabía qué hacer, por dónde empezar-.
Shiki: -se percata de la mirada de Nakuru, y por consiguiente, de lo que estaba pensando- Ya, no pienses más en que moriste… piensa que ahora puedes vivir aquí… ¡será como volver a nacer!
Nakuru: -sonríe- Gracias Shiki… si no hubieras estado ahí… estaría perdida en esta dimensión… gracias.
*¿Qué clase de vida… me espera?*
//FIN DE LA INTRODUCCIÓN//
- Capítulo 01: "A la Academia Shinigami, ¡sin falta!":
- Shiki y Nakuru recorrían aquélla ciudad con bastante tranquilidad, él, enseñándole cada lugar, y ella, admirando cada detalle.
Así fue hasta que a Nakuru se le vino una pregunta a la cabeza.
Nakuru: y… Shiki… ¿dónde voy a vivir?
Shiki: Bueno, eso lo veremos después, por ahora dejaré que te quedes en mi departamento.
Nakuru: ¿depar… tamento? –no sabía qué era eso-
Shiki: Tienes mucho que aprender… ¿no? –con una mirada un tanto graciosa, que expresaba el cansancio que iba a sentir una vez terminara de enseñarle todas y cada una de las cosas de la Dimensión Shinigami
.
A decir verdad, Shiki era algo asi como un “Guía”. Era generalmente a quien elegían para darle la bienvenida a los novatos y ya tenía su experiencia en dicho trabajo, sin embargo… ninguno de los “otros” era como Nakuru. Había algo distinto, y la pregunta que rondaba por la mente de Shiki era ¿qué había de distinto en ella? Era una novata más, eso era todo. Negando lentamente con su cabeza, dio por finalizado dicho pensamiento, ahora era momento de trabajar, no de pensar en cuestiones inútiles-.
Nakuru: Waaa y ¿qué es eso? –señalando una gran edificación de estilo Victoriano-
Shiki: Esa es la Academia Shinigami, ahí es a donde vas a asistir de ahora en más.
Nakuru: ¿Una Academia?… -hubo un momento de silencio entre los dos, hasta que fue cortado por la voz de Nakuru- ¿y qué es eso?
Shiki: -caída al estilo anime-
Nakuru: ¿uh? Shiki, ¿estás bien…?
Shiki: -poniéndose de pie- S-si… Verás, una academia es como una escuela, es decir, allí irás a aprender cosas sobre cómo ser una Shinigami.
Nakuru: Ahh… ¿y tu irás conmigo, verdad?
Shiki: Si y no… no del modo en que imaginas realmente… -poniendo una mueca de “espera y verás”-.
Terminado el recorrido, Shiki la llevó a su apartamento, un pequeño pero confortable lugar ubicado en el centro de la ciudad Shinigami, bastante cerca de la Academia y de la zona comercial. A pesar de ser un simple departamento, tenía un gran ventanal en la sala que permitía ver toda la ciudad.
Nakuru parecía disfrutar de esa vista, su expresión de inmensa sorpresa, emoción e ingenuidad lo demostraba, mientras estaba pegoteada al cristal diciendo cosas como: “Waaa”, “Qué genial” o “Ahh que vista tan maravillosa”. Y es que era de noche, y se veían todas las luces de la ciudad como un espectáculo.
Shiki, por su parte, la tomó del hombro y la hizo dar media vuelta.-
Nakuru: ¿eh?
Shiki: ven, acompáñame –el también da media vuelta y se dirige a una puerta- luego podrás empañar el cristal todo lo que quieras…
Nakuru: -lo sigue-
La habitación era similar a una biblioteca, llena de estantes con libros y objetos de estudio, y en el centro, un gran escritorio con una lámpara encima.
Shiki corrió la silla unos centímetros, lo suficiente para sentarse, acto seguido, sacó de un cajón unos papeles y un bolígrafo, y se puso a escribir. Por lo que Nakuru podía ver, era una especie de planilla con datos.
Shiki: bien, esta es la única información que puedes saber sobre ti misma. Tu nombre es Nakuru, tu apellido Hantherd y tienes 18 años. Por ahora confórmate con esto, no puedo decirte más, sólo que a partir de mañana asistirás a la Academia Shinigami, yo mismo me encargaré de ir contigo y presentarte ante el director, pero ya estás registrada en el legajo y no hay mayor necesidad de que preguntes nada, ¿entiendes?
-Nakuru asintió levemente a su pregunta, un tanto exaltada por la velocidad de sus palabras, sin duda no quería ser interrumpido- .
Shiki: se pone de pie, dejando ordenados unos papeles, mientras que mira a Nakuru y señala un espacio en blanco en el papel que estaba en el centro del escritorio, y que él mismo había dejado ahí hacía unos segundos- Necesito que pongas tu firma aquí.
Nakuru: ¿Firma?
Shiki: Sí, aunque no lo creas, seguro recordarás tu firma si ya sabes tu nombre y apellido –empuja el papel hacia el extremo en que está Nakuru- ahora firma.
Nakuru: pero, ¿qué es?
Shiki: Tu ficha de datos, necesito entregarla mañana en la dirección.
Nakuru: Ahh…
Nakuru acercó lentamente la punta del bolígrafo que Shiki le dio al papel, y para sorpresa de ella, casi instintivamente hizo algo similar a un garabato que representaba las iniciales “N.H” en un estilo inglés.
Hecho esto, Shiki tomó el papel y lo juntó con otros más, manteniéndolos unidos con un clip, y los guardó en una carpeta; acto seguido, le enseñó a Nakuru la habitación en la que iba a dormir, no era enorme, ninguna habitación de ese departamento lo era, pero si era cómoda y agradable a la vista.
Shiki: Bueno, es algo tarde, será mejor que descanses porque mañana tendrás que levantarte temprano. –Se va cerrando la puerta-
Nakuru se sentó en su cama al mismo tiempo que observaba a la nada, quizá el objetivo de Shiki había sido distraerla de sus pensamientos, y si era así, lo había logrado, pero ahora regresaban, y mientras lentamente dirigía su mirada al techo, cerró los ojos. ¿Por qué no podía recordar nada? ¿Por qué si lo hacía desaparecería? ¿Por qué existía esa regla? ¿Qué hizo… que se quitara la vida? Aun con sus ojos cerrados, escuchó un fuerte disparo y los abrió de repente. Estaba respirando de manera muy agitada, todo estaba oscuro y ella se encontraba recostada en su cama. Giró lentamente la cabeza a la mesa de noche que había al lado, y vio el reloj que había sobre ésta. Las 4:00 a.m -.
Nakuru: Fue… ¿un sueño?... –se había sentado en la cama, apoyando su espalda en el respaldo de la misma- ¿cuándo… me quedé dormida?
Así se quedó, despierta, alerta a cualquier cosa en esas 2 horas restantes para que comenzara el día.
-6:00 a.m-
Suena una especie de ruido insoportable en la habitación de Nakuru
Nakuru: ¡KYA! –Reaccionando al sonido se cae de la cama- auch… -lentamente sube la mirada a la mesa de noche y ve el reloj- ¿uh? Al parecer ese ruido extraño viene de esta cosa…
Shiki: -entrando- nee ¿Qué te pasa? –Esto lo dice tras ver a Nakuru en el suelo con un reloj en las manos-.
Nakuru: N-nada…
Shiki: a ver –lo apaga- esto se llama despertador y se supone que ese ruido molesto que ni yo aguanto es para despertar a las personas y que no se queden dormidas sobre la hora de trabajar, o ir a la academia, o lo que sea que sea.
Nakuru: Ahh… o. o
Shiki: Bien, alístate para ir a la academia, tienes hasta las 6:30 –da media vuelta y sale-.
Nakuru no tenía de otra, acababa de llegar a ese lugar y las únicas ropas que tenía eran las que llevaba puestas, su vestido hasta los tobillos, negro con detalles en dorado, estilo Victoriano y claro, sus medias altas y zapatos negros, por lo que decidió simplemente quitarle algunas arrugas al vestido con sus manos y agarrar un cepillo, el cual pasó por sus largos y finos cabellos negros hasta dejar cada uno en el lugar correspondiente; luego, salió de la habitación y atravesó un pasillo no muy largo hasta la sala, donde Shiki estaba esperándola.
Shiki: Pues bien, ¿vamos? –él tampoco llevaba un uniforme, estaba vestido normalmente, una camisa blanca, jeans azules, corbata roja, pero… ¿zapatillas? En fin-.
Nakuru: ¿no vamos a desayunar? –Inclinando levemente su cabeza en señal de pregunta-.
Shiki: ¿desayunar? Estás muerta, los muertos no comemos.
Nakuru: Vaya…
De esta forma, tomaron camino hacia la Academia Shinigami, no fue un viaje largo, pues estaba apenas a dos cuadras del departamento de Shiki.
Aquél edificio enorme de estilo Victoriano tan silencioso, oscuro y solitario que había visto la tarde-noche anterior, ahora se veía iluminado por los rayos del sol, por la luz del día, y también se veía lleno de alumnos que se dirigían a sus clases.-
Shiki: ¿sabes? Viniste en el momento justo a esta Dimensión, porque justamente hoy inician las clases… -la mira de pies a cabezas- Si seré estúpido, ven –tomándola de la muñeca de su brazo izquierdo- tenemos que comprarte un uniforme.
En un extremo del lugar, había una tienda que vendía artículos varios para cada clase y también vendía los uniformes del establecimiento, asi pues, se dirigieron ahí y mientras Shiki hablaba con el encargado de la tienda, Nakuru observaba los uniformes.-
Shiki: ¿qué talle crees que le quede bien?
Encargado: -mira a Nakuru- de seguro el más chico para su edad, si está escuálida…
En efecto, era realmente delgada.-
Nakuru: Shiki, estos son uniformes ¿verdad?
Shiki: si… ¿por qué preguntas?
Nakuru: -saca uno de una percha- porque este me gusta…
Shiki: -lo mira y luego se cae al estilo anime-
Nakuru: -levemente inclinada al lugar de “impacto”- ¿estás bien… otra vez?
Shiki: S-si… -se restablece en su lugar- Nakuru… ese es el uniforme de los chicos.
Nakuru: ¿y? se ve lindo… ¡quiero este! ^^
Shiki: pero…
Nakuru: -haciéndole ojitos-
Shiki: -baja la cabeza en signo de derrota mientras saca el dinero de su billetera- demonios, llévalo.
Nakuru: -corriendo por toda la tienda abrazada al uniforme- ¡Siiii! >.<
-2 minutos más tarde-
Shiki: -recargado en la pared, al lado de la puerta del cambiador de las chicas con los brazos cruzados y un pie apoyado en la pared-.
-Nakuru sale casi saltando de felicidad con el uniforme puesto, y luego, parándose derecha y con los brazos extendidos frente a Shiki-
Nakuru: ¿qué tal me veo? ^-^
Shiki: … Pues bien… no sé que más decir, vamos…
Le quedaba espectacular, verla con ese uniforme le hizo pensar a Shiki que el de chicas no le hubiera quedado ni el 1% bien de lo que le quedaba este, cuando se dio cuenta, estaba viéndola fijamente pensando en lo linda que se veía, y rápidamente giró su cabeza a un costado, levemente sonrojado; y en cuanto a Nakuru, nunca se dio cuenta-.
Shiki: eh… bien, aquí… aquí es tu clase... yo… ¡ya me voy! –Sale a toda prisa-.
Nakuru: que rarito… -entra y deja sus cosas en uno de los asientos, ubicado específicamente al lado de la ventana-.
Luego de tomar asiento, se quedó mirando por la ventana, pensativa; hacía un día que estaba en esa dimensión y estaba viviendo con un chico que no conocía, en un departamento que no conocía, de repente tenía que ir a una academia que no conocía y llena de gente que no conocía, ¡todo era desconocido!... y para colmo no sabía nada ni si quiera de ella misma… se sentía… desconocida a sí misma. Pero inmediatamente sus pensamientos fueron ahogados por la voz de una joven que dejó con un gran impacto sus libros en la mesa mientras chillaba.-
-¡HOLA! n__n ¿cómo te llamas?
Nakuru: -la miró de pies a cabeza y se quedó callada-
-No eres de muchas palabras ¿verdad? D= Bueno, mi nombre es Matsurai Haruhi, pero puedes llamarme Haru, puedo sentarme aquí, ¿no? ¿Podría ser tu compañera de banco? ^^
Había saturado a Nakuru con su vocecita chillona y su rapidez para preguntar cosas
Nakuru: Mi nombre es Nakuru Hantherd –sin verla a la cara, veía por la ventana- y no, no me interesa si te sientas ahí o no, haz lo que quieras…
¿Ésas eran sus palabras? No, la chica la había puesto nerviosa, no había hablado con nadie más que con Shiki y no sabía como responder, y de forma inconsciente, respondió de esa manera tan fría.
Haruhi: -poniendo una mirada un tanto asustada- *parece que es de aquellas con las que no se juega…* Ehh… está bien… -toma asiento-.
Bueno, ya lo había decidido accidentalmente, si se comportaba bien con los demás la iban a tomar por bipolar, de esta forma, Nakuru dio por entendido que así tendría que ser su personalidad dentro de la academia, fría y de pocos amigos, realmente no era lo que planeaba, pero tampoco sabía mucho sobre disculparse y qué palabras usar.
Pasaron algunas horas, Nakuru esperaba la última clase del día, distintos alumnos habían ido llegando a su salón a medida que había transcurrido la mañana, para las distintas clases que habían tenido, varios profesores entraron y salieron del salón, y las cosas que se enseñaban tenían todas algo que ver con la muerte, ya sea “Historia Shinigami”, “Anatomía del cuerpo humano, cómo atravesarlo correctamente con una guadaña”, “Física y Matemática, no es lo mismo estar a dos metros del alma que debes llevarte, que estar a un metro”, entre otras, la última clase que le faltaba era “Guadañología”. El nombre lo decía todo… la principal arma que un Shinigami debe manejar es la Guadaña, y hasta había una clase entera dedicada a aprender todo sobre éstas armas filosas; mientras Nakuru aguardaba la llegada del profesor o profesora, escuchó los comentarios de algunas alumnas que habían detrás.
-¿Ya viste al profesor de Guadañología?
-¡Sii! Es súper lindoo. Ahhh creo que me he enamorado –haciendo una serie de movimientos que a Nakuru le parecieron ciertamente ridículos-
-Bueno, tampoco te pongas tan cursi.
-Awww ¡cómo puedes decir eso! ¡Es realmente un bombonazo sexi de aquí a la luna!
-Mmmm… bueno, hay que admitir que sí… -levemente sonrojada-
La puerta se abrió. Un joven de cabellos dorados y ojos azules, alto y de mirada profunda entró al salón, los chicos se preguntaban si era otro alumno o qué, mientras las chicas aguantaban la respiración, sea quien sea, ese joven era hermoso.
La mirada que Nakuru puso apenas lo vio fue tanto de asombro como de quien no se esperaba ver a alguien conocido en algún lugar.
Shiki: Buenos días a todos, mi nombre es Shiki Biancci y de hoy en más seré su profesor de Guadañología. Pueden decirme Shiki-sensei si quieren ^^
Nakuru: -su voz se vio ahogada por la sorpresa- ¡¿Shiki?!
//FIN DEL CAPÍTULO 01//
- Capítulo 02: "Shiki-Sensei":
- Shiki: ¿uh? –levantando la mirada hacia Nakuru- Ah, hola Nakuru ^^ -de lo más natural-.
Clase: ¿O_O?
Shiki: bien, empecemos con nuestra primera clase… -poniéndose unos lentes que lo hacían verse aún mejor de lo que ya estaba-.
Las chicas del salón miraron “disimuladamente” a Nakuru, aunque ella sintió esa atmósfera y se encogió en su asiento un tanto incómoda, ¿Por qué demonios la miraban así? Sólo la saludó.
El resto de la clase la sintió un poco más entretenida, o quizá su subconsciente le decía que preste atención, total que vivía con el profesor y si no sabía la materia, podía pegarle cada regaño, aunque Shiki no pareciera de los de alto temperamento; pero aún así, la clase se pasó bastante rápido y el día escolar ya había llegado a su fin.
-12:30 del mediodía-
Nakuru salía lentamente de la academia, seguida por Haruhi.
Haruhi: Nee Nakuru, ¡espérame! –la alcanza-.
Nakuru: -ignorándola, sigue caminando-
Haruhi: ¡Oye! ¡Por favor no seas así! Sólo quiero hablar contigo…
Nakuru: -se detiene en seco y sus palabras sonaron frías- Qué quieres…
Haruhi: he estado todo el día intentando decirte que soy del Consejo Estudiantil y que quería darte la bienvenida a la Academia Shinigami, si quieres puedo darte un recorrido por el lugar, como eres nueva, me sorprende que en un lugar de tal magnitud no te hayas perdido…
Nakuru: será para otro momento… -evadiéndola- tengo que volver a casa.
Así se adelantó dejando a Haruhi, sola, ahí parada con la típica cara de a quien dejan plantado hablando solo.
En seguida, alguien detuvo a Nakuru agarrándola del hombro.
Nakuru: Aiish, ¡Haruhi ahora qué quieres! –Dando media vuelta y sorprendiéndose de que no fuera Haruhi-.
Shiki: -con un tono burlón- ¿desde cuándo me cambié el nombre a Haruhi?
Nakuru: -gek- Ho-hola Shiki… perdón, pensaba que eras otra persona…
Shiki: ajá... Nee qué tal te fue en tu primer día –caminando al lado de ella-.
Nakuru: Interesante. Para ser sincera, primero estoy entre completos desconocidos, incluyéndote, segundo una chica no ha dejado de molestarme, y tercero descubro que mi profesor de Guadañología eres tú… un día bastante interesante, ¿no crees?
Shiki: vaya que sí… jaja deberías haber visto tu cara cuando entré… -con una notable sonrisa-.
Nakuru: -por lo bajo- ¬.¬ pareciera que lo disfrutas…
Shiki: Oye –viendo su reloj- es hora de almorzar, tengo hambre…
Nakuru: ¿no era que los Shinigamis no comían?
Shiki: ¿yo dije eso?
Nakuru: esta mañana.
Shiki: ._. Pues mentía… Vamos a comer.
Shiki encara al restaurante más cercano.
Nakuru: -_-U…
Cuando se encontraron en el restaurante, eligieron una mesa que diera a la ventana.
Shiki: y qué vas a pedir… -con un tono hambriento xD-
Nakuru: no sé…
Shiki: vamos, sin miedo, pide lo que quieras, total tu pagas~
Nakuru: ¡¿EH?! ¡Oye no tengo dinero!
Shiki: -riéndose por lo bajo- ya en serio lo que quieras, yo invito.
Nakuru lanzó un suspiro de alivio.
Nakuru: estás logrando que te deteste…
Shiki: por favor no seas amargada, sobre que te invito un rico almuerzo, me detestas… vaya que eres cruel, ahora no sé con qué facilidad saldrás aprobando mi materia.
Nakuru: -se queda viéndolo-
Así unos minutos, hasta que llegó el mesero y tomó sus órdenes, aunque Nakuru seguía viendo fijo a Shiki.
Shiki: -ahora él la mira fijo a ella- … ¿qué? ¿No creerás que lo decía en serio, o sí?
Nakuru: ¿eh? N-no para nada, ¡cómo crees no soy tan tonta! –Mirando a un costado, por la ventana-.
Shiki: bien, mira que la perspicacia es muy importante en mi clase.
Nakuru: ¿eh? –Dando vuelta la cabeza, mirándolo-.
Shiki: -.-U nada.
Así se pasó el almuerzo, Shiki llevó a Nakuru aún más adentro de la ciudad, haciendo varias compras, y cuando menos se dieron cuenta, la tarde se había pasado, estaba cayendo la noche y las tonalidades en degradé se veían en el cielo. Nakuru no recordaba su vida pasada, pero algo le decía que en esa dimensión se representaba el mundo humano tal cual. Era, como había dicho Shiki, algo parecido a una segunda vida.
Caminando de regreso a casa, sin ninguna prisa, Nakuru pudo apreciar mucho mejor lo que la noche anterior no había podido ver con mucha claridad, como las luces de la ciudad comenzaban a prenderse poco a poco formando así un espectáculo digno de Dioses, y sí, según lo que había aprendido ese primer día de clases, los Shinigamis eran Dioses de la Muerte.
Nakuru: las luces… se ven tan bonitas… -comentó con un tono de voz bajo, pero emocionado-.
Shiki sólo se limitó a verla, a su mente regresó el pensamiento que había borrado el día anterior. La joven que tenía a su lado se veía tan sorprendida, pero parecía normal que se sorprendiera por todo, no conocía nada, estaba volviendo a empezar; su personalidad era tan… inocente, ingenua, amable... y hacía que Shiki se preguntara qué es lo que tenia de diferente a otros novatos, la mayoría habían sido así al comienzo, y al cabo de un tiempo habían logrado adaptarse a la dimensión, como tendría que pasar con Nakuru, tarde o temprano esa personalidad desaparecería y sería como los demás, sin embargo había algo, por muy pequeño que fuere, que le decía ella era distinta, distinta a los demás, distinta a todo… Y Shiki no lograba dar qué era ese algo que hacía que se perdiera en su mirada, en su risa y en esa pureza inocente…
Nakuru: ¿Shiki?... ¿Estás bien? –Interrumpiendo los pensamientos del joven-.
Shiki: ¿¡Eh!? –levantando rápido la mirada, reaccionando-. Na-nada.
Nakuru: oh, bien ^^ volvamos a tu departamento…
Shiki: S-si…
De esta forma regresaron, Nakuru dejó las compras de Shiki en la sala y pasó de largo con unas bolsas a su habitación.
Al cabo de un momento, se escuchó en su habitación un sonido, claramente eran risas.
Shiki: Ey, Nakuru, ¿qué te causa tanta gracia? –Entrando-.
Lo que Shiki vio en ese momento lo dejó atónito. La cama de Nakuru estaba cubierta por un acolchado rosa de la más alta calidad con vuelos y puntillas al final, unas almohadas grandes y mullidas, almohadones de todo tipo y peluches por todas partes, sí, peluches, una infinidad de peluches; en cuanto a Nakuru… llevaba puesto un camisón corto muy pegado al cuerpo.
Nakuru: ¿Ehh? –dándose vuelta, estaba recostada en su cama abrazada a un gran peluche que parecía la combinación de un gato y un oso o_ô-
Shiki: ._. […] –cierra la puerta sumamente sonrojado-. Eso sí que fue… -se le viene a la mente una cosa y abre la puerta rápidamente- ¿Nakuru me puedes decir como pagaste todo esto? ^^
Nakuru: Mmmm…. Pues, saqué el dinero de tu billetera~ ¿por…?
Shiki: Por… nada… -imaginariamente, le cayó una roca en la cabeza que decía “quebrado”-.
Se gastó un dineral completo en remodelar su habitación, que ni siquiera era su habitación, era supuestamente el lugar en el que dormiría hasta que pasara un año y pudiera familiarizarse con la dimensión, pero le pertenecía a Shiki.
Nakuru: ohh… está bien ^^ -jugando con el peluche-
Shiki: -sólo se queda viéndola, hasta que cierra la puerta nuevamente-. Vaya… mejor me voy a dormir
Y así terminó un día más desde que Nakuru llegó a la Dimensión… pero, a la mañana siguiente, en la academia…
Nakuru deja sus cosas en su asiento, Haruhi ya había llegado, al parecer, pues sus cosas también estaban, pero apenas se dio vuelta, tenía a varias chicas a su alrededor que la miraban de manera amenazante, una de ellas la agarró del cuello de su uniforme y la sostuvo en lo alto, faltaba todavía media hora para que empezaran las clases sin embargo Shiki la había hecho venir temprano por un “asunto de profesores”, como había dicho, así que se encontraba sola con esas chicas que amenazaban con golpearla y hacerle daño si no confesaba.
La chica que la sostenía le preguntó sacudiéndola de manera violenta.
-Dinos exactamente qué eres para Shiki-sensei
Pero luego se sumaron más chicas, algunas tironeándola del cabello, otras hasta golpeándola y la misma chica sosteniéndola en lo alto, golpeándola contra los cristales de la ventana-
-¡Anda, confiesa!
Nakuru: n-no soy nada… sólo soy… una alumna más…
-¡Mientes! Si fueras una alumna más no te conocería ¡y te saludó por tu nombre y todo! ¡Eres una mentirosa!
-¡Contesta! ¡Qué eres para él!
Nakuru se dejaba golpear por el hecho de que no sabía como defenderse y mucho menos cómo reaccionar.
-¡¿No vas a contestar?!
Nakuru: ¡Ya les dije la verdad, no soy nada de él!
-Ohhh… ¿En serio? Chicas, háganla hablar –con una mirada sombría-.
//FIN DEL CAPÍTULO 2//
- Capítulo 03: "Amigo":
- -¡Jeh…! La chica ruda del salón, sí, cómo no.
-No eres más que una niñita débil, ahora confesarás por las malas –con una leve sonrisa de satisfacción al ver a Nakuru en ese estado de impotencia.
Aproximándose a darle un buen golpe bajo, la chica sintió como su puño se quedaba rígido en el aire… No, no estaba rígido en el aire, alguien lo sostenía, y la mirada que las demás chicas pusieron al ver quién era solo empeoraba la situación. Nakuru cambió su expresión a una de asombro, alivio y un poco de felicidad, todo mezclado; Shiki sostenía el puño de aquella joven fuertemente, y con la mirada fría observaba como ésta reaccionaba al verlo… de igual manera fue su voz… fría y calmada.
Shiki: ¿Puedo saber que estás haciendo? O mejor… ¿qué hacen todas ustedes reunidas aquí amenazando a una más de mis alumnas?
No hubo reacción. Todas miraban atónitas al profesor que tenían en frente y luego, salieron todas corriendo, menos una…
-¡…!
Shiki: ¿sabes? Lo que estaban haciendo se veía bastante interesante… creo que es tan interesante, que deberías decírselo a mis superiores ^^. Seguro que te darán un cómodo asiento en la sala de castigos para que les cuentes tu misma.
-¡P-pero!
Shiki: anda ya… o no querrás que me enoje.
La mirada de la joven cambió drásticamente a una aterrorizada cuando Shiki dijo eso último.
-Profesor Shiki ¡usted no puede…!
Shiki: -su mirada se vuelve, de manera muy leve, sádica- sí… si puedo~
No hubo más palabras, ella salió corriendo como si se tratase de algo de vida o muerte. … Oh… ¿quizá lo era?
Nakuru no hizo más que observar como la chica se aterrorizaba más cada vez que Shiki le hablaba… ¿qué estaba pasando?, ¿Acaso Shiki le haría algo malo?... y luego, como corrió despavorida… sin duda alguna estaba aterrada, pero no parecía haber razón alguna para ello… Shiki no parecía del tipo de personas que fueran capaces de hacerle daño a alguien. Parecía… bueno, tierno, dulce y gentil a ojos de Nakuru… salvo en ese momento. Esa mirada. Fue una centésima de segundo, pero bastó para que un escalofrío recorriera toda su espalda.
Nakuru: …Shiki –el sonido de su voz fue casi imperceptible-.
Shiki: ¿uh? –Pareciera que su mirada dulce retomara su lugar- perdona, ¿estás bien? -Dirigiendo su mirada a Nakuru y luego extendiéndole una mano para ayudarla a ponerse de pie- No debería haberte dejado sola aquí, pero contaba con que nadie de este salón había llegado aún.
Nakuru: pero… por qué me hicieron esto… -poniéndose de pie con la ayuda de Shiki-
Shiki: ya me ha pasado en años anteriores… no sé que me ven, pero a todas mis alumnas se les da por celarme como si les perteneciera, y ayer cometí el error de decir tu nombre como si nos conociéramos de toda la vida… supongo que eso bastó para que te pusieran en su blanco. Viéndolo así, parece que es mi culpa, perdona…
Nakuru: ¡nada de eso! –Levanta la mirada viéndolo directamente a los ojos- ¡no tienes la culpa! La tienen ellas por ser tan... ¡idiotas! –su rostro era el claro ejemplo de alguien que intenta no llorar-.
Shiki pudo percatarse de eso, y también de los pequeños moretones que empezaban a salir en su rostro; la pobre estaba toda despeinada, golpeada y en unos minutos iba a lucir un ojo morado… quizá los dos. De esta manera, Shiki tomo a Nakuru de un brazo y comenzó a llevarla afuera.
Nakuru: espera… ¿a dónde vamos? Las clases empiezan en~
Shiki: te llevaré a la enfermería.
Nakuru: ¡pero estoy bien! Sólo son unos raspones, nada más –Seguía teniendo la misma expresión, en cualquier momento parecía que iba a desmoronarse llorando-.
Shiki: a la enfermería.
-Enfermería del sector B de la Academia Shinigami-
Una chica muy agradable atendió a Nakuru, alegre, amable, sonriente y buena persona.
-Te dieron un fuerte golpe en el ojo… no entiendo como no estás llorando del dolor –examinando el ojo de Nakuru-. Me temo que tendré que ponerte un parche para evitar que empeore.
Nakuru: ¿un parche?...
-Sí, pero descuida, no dolerá y en una semana ya estarás bien –tal como se había dicho antes, era muy agradable y de alguna manera hacía que Nakuru se sintiera mejor tan solo con hablar con ella-. Listo, ya quedó.
Nakuru: -con una cara un tanto frustrada- parezco un pirata…
-Jejeje la verdad es que sí ^^ por cierto, no nos hemos presentado, mi nombre es Nataly del Pilar, pero puedes decirme Naty. Como verás soy enfermera aquí, pero solo estoy haciendo un reemplazo, en realidad soy la consejera estudiantil.
Nakuru: oh… mi nombre es Nakuru Hantherd.
-¿Nakuru…? Te diré Naku~ ^^.
Nakuru: -caída al estilo anime- *tan informal…* -se reincorpora-. Ehh… está bien.
-Y Naku, ¿hace mucho que llegaste aquí?
Nakuru: eh no. Apenas llegué anteayer.
-Awww ¡así que eres una novata! –Con una sonrisa en su rostro-
Nakuru: Pues sí… podría decirse que si… -se pone de pie y se dirige a la puerta-.
-O-oye, ¡espera!, ¿A dónde vas?
Nakuru: a mi salón de clases…
-¡Pero tienes que descansar!
Nakuru: … tengo Guadañología… -se va-.
-Pero que chica más extraña… Mmmm me pregunto si se habrá dado cuenta de que lleva el uniforme para chicos… ._ .
En el salón de clase reinaba el silencio, Shiki estaba al frente de todos, medio parado, medio sentado al borde de su escritorio, observándolos, hasta que la puerta se abre y entra Nakuru. En ese momento el ambiente se volvió denso, toda la clase viéndola, y ella avanzó hasta su asiento. Las chicas de antes ya no estaban, seguramente Shiki ya las había enviado a la sala de castigos. Haruhi la miró lentamente de pies a cabeza, y luego exclamó:
Haruhi: ¡Pareces un pirata!
Nakuru: -gira lentamente su cabeza hacia ella, mostrándole una mirada de pocos amigos- no te importa.
Shiki: Bien… señorita Hantherd, ¿segura que se encuentra bien? Sería mejor si regresa a casa a descansar.
Nakuru: *¿Señorita Hantherd?*… No, estoy bien.
Shiki: como quiera.
10:00 a.m – Descanso.
Nakuru: -estirándose mientras sale del salón-
Haruhi: -alcanzándola- ¡Nee Nakuru! Oye qué te pasó en el ojo…
Nakuru: ya lo dije, no es de tu incumbencia…
Haruhi: ¡Nakuru! –la detiene- ¿por qué?... ¿por qué no podemos ser amigas?, ¿por qué no podemos llevarnos bien?, ¡¿por qué no puedes confiar en mí?! He hecho de todo para que hablemos, y sigues ignorándome, intenté preocuparme por ti, ¡y aún así sigues ignorándome! ¡¡Qué tengo que hacer para que seamos amigas!!
Nakuru: -se queda viéndola- …
Haruhi: ¡¿Ah?! ¡¿Qué tengo que hacer?,! ¡Dime!
Nakuru: … No es de tu incumbencia, no me interesa tener amigos, hace dos días que he llegado, aún no entiendo nada, y lo único que haces es molestarme…
Haruhi: ¡Por lo menos dime que te pasó!
Nakuru: Una patota me agarró esta mañana, eso es todo…
(Patota: Aquí se le conoce así a un grupo de personas que se ponen de acuerdo para atacar juntas a otra persona en particular)
Haruhi: ¿Por qué?
Nakuru: -leve gruñido de impaciencia- Ya te respondí lo que me pasó, ahora deja de molestar.
Haruhi: pero, Nakuru… Yo quiero que nos llevemos bien. Por favor…
Nakuru: -sigue caminando y la ignora-.
10:15 a.m – Descanso. Jardines de la academia.
Nakuru: -Gruñidos, Gruñidos, Gruñidos- tengo hambre.
-¿Quieres? –Le ofrece un sándwich-.
Nakuru: Gracia~ ¡¿Shiki?!
Shiki: oye si no lo quieres dámelo, yo lo comeré con gusto…
Nakuru: ¡no he dicho que no lo quiera! ¿Qué haces aquí?
Shiki: Nee, hasta los profesores descansan –comiendo un sándwich-
Nakuru: ¿Ah? –Línea punteada donde debería estar el sándwich que le dio- ¡Oye te dije que lo quería! ;3;
Shiki: -le ofrece otro- perdona, es que no me resisto a los sándwiches~ -3-
Nakuru: -le da un mordisco antes de que a Shiki si quiera se le ocurriera quitárselo- Awww ¡delicioso! –Con una carita chibi-.
Shiki: ¿ya estás mejor?
Nakuru: ¿de qué? o_O
Shiki: pues de la golpiza que te dieron ¬.¬
Nakuru: ah, eso… sí, ya estoy mejor –se queda viendo a la nada-.
Shiki: ¿qué te pasa?
Nakuru: nada… una… compañera de clase se la pasa molestándome con que quiere ser mi amiga, eso es todo
Se notaba que esa no era la razñon, pero de igual manera Shiki dijo:
Shiki: -por nada del mundo deja de comer sus sándwiches (no es un maleducado, es un hambriento xD)- ¿y por qué no?
Nakuru: porque… porque… por… que –se recuesta en sus rodillas, abrazándolas-. Nunca he tenido un amigo, no sé lo que es tener uno y…
Shiki: tonterías… ¿dices que nunca has tenido un amigo?, ¿Ni uno solo?
Nakuru: -niega con la cabeza-.
Shiki: ya lo dije, tonterías… tienes a tu primer amigo en frente y dices eso; me haces sentir mal ¿sabes? –con un tono burlón-.
Nakuru: -se sonroja levemente de alegría- ¿En-en serio? –Levantando la mirada- ¿De verdad?
Shiki: -la despeina un poco- Pues claro, sino no estaría haciendo todo esto por ti ¿no crees?
Nakuru: qué… ¿dejarme morir de hambre? –Intentando quitarle un sándwich-.
Shiki: ¡Oye ya estás muerta!, ¡No te vas a morir de hambre!
Nakuru: ¡Entonces tú tampoco necesitas comer!
Ambos peleándose por un sándwich, resultaba bastante gracioso ver aquella escena.
Nakuru: ¡Waaa!, ¡es mío! –en pose triunfal-.
Shiki: jaja… jajaja… ¡jajajajajajajajajajajaja!
Nakuru: ¡oye! ¡De qué te ríes! Ò.ó
Shiki: todo esto por un sándwich, parecerás fría pero eres bastante infantil... ¿lo sabías? Jaja.
Nakuru: ¡Ah! ¡No me digas infantil!
Shiki: eres una infantil.
Nakuru: ¡que no lo soy!
Shiki: sí, si lo eres.
Nakuru: ¡uiiiish!
*A pesar de ser tan raro… es una buena persona. Y… se siente bien tener a mi primer amigo. Y pelear con él, por más ridícula que sea la situación… Quizá los amigos no sean tan malos.
Pero... esa mirada -se muestra un flashback se la mirada que Shiki puso- ese... no era Shiki. ¡En fin! No es que me importe*
Nakuru: ¡Que no soy infantil! ¡Maldito profesor adicto a los sándwiches y el doble de infantil!
Shiki: ¡Esto es la guerra!
Nakuru: ¡¡Kyaaaaa!!
//FIN DEL CAPÍTULO 3//
Como podrán notar, en este Fic voy a tratar de centrarme en una historia que muchos conocen, "UDDAYM" (Un Desastre de Animes y Mangas), sin embargo, narrada desde el comienzo hasta el final, en el orden correcto y desde mi punto de vista... He quitado varios personajes, añadido unos nuevos, cambiado un poco la trama... hasta creo que, sin querer, en ves de hacer un "remake" de UDDAYM, he terminado creando mi propia historia xD... Espero que les guste y comenten~
Re: ♥ Gold Memories~
Wow me gusto mucho. Shiki es profesor? Eso si no me lo esperaba. Espero la conti con ansias. Espera un momento. SOY PRIMERA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! me siento orgullosa de ser la primera (?)
Sakura TakumaInu-hipermaniático -
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Re: ♥ Gold Memories~
wiii~ por ser la primera te has ganado eh... dos capítulos más (?) xD .__ .
- Capítulo 04: "Dudas":
- -¡YAAAH!
Pedazos de relleno salieron volando y partes de lo que parece haber sido un muñeco cayeron al suelo.
Shiki: ¡Bastante bien!
Nakuru: ¡waaa! ¡¿Enserio?! –Cargaba en su hombro derecho una gran guadaña negra cuyo filo parecía poder cortar hasta una roca-.
Shiki: Así es. Muy bien Hantherd. ¿Quién sigue?
Nakuru fue a sentarse junto a los demás, específicamente al lado de Haruhi, mientras alumno por alumno iban pasando a probar sus guadañas. La semana pasada les habían entregado a cada uno su respectiva guadaña y era necesario probar que el filo, el mango y demás partes se encuentren en perfecto estado, como así también las capacidades de su portador.
Haruhi: ¡Lo has hecho muy bien Nakuru! –Con una mirada de asombro-.
Nakuru: Sí… como sea –su mirada se centraba en Shiki-.
Haruhi solo observó a Nakuru, siguiendo la dirección de su mirada se encontró con el joven de cabellos
dorados que Nakuru observaba, y poniendo una mirada de picardía, le dio un pequeño codazo a Nakuru.
Haruhi: Nee, Nakuru… ¿No te gustará el profesor Biancci, verdad?
Nakuru: ¿uh? –Mirándola- Pues claro que no… simplemente tengo cierta curiosidad por… -En ese mismo momento se perdió en sus pensamientos, los cuales le mostraban claramente la personalidad que Shiki había mostrado hacía una semana, cuando la salvó de aquellas chicas. Haruhi comenzó a pasar su mano frente al rostro de Nakuru repetidas veces, hasta que volvió en sí- ¡¿Ah?!
Haruhi: decías que tenías cierta curiosidad ¿por…?
Nakuru: Ah… por nada. Oye, Haruhi…
Haruhi: ¿sí?
Nakuru: ¿tú sabes por qué algunos alumnos le tienen miedo al profesor Shiki?
Haruhi: no, ¿tú sí? He notado que no todos lo tratan con la misma confianza, pero bueno, debe ser lógico que estén asustados después de la terrible reprimenda que les dio a esas chicas que te molestaron.
Nakuru: pero me da la sensación de que ya le temían desde antes…
Haruhi: Ya veo… ¿entonces es eso de lo que te preocupas?
Nakuru: no puedo evitarlo, él parece bastante amable, simplemente me intriga que le tengan miedo, nada más.
Haruhi: bueno pues ¿por qué no lo averiguamos?
Nakuru: Haruhi no creo que sea bueno meterse en la vida personal de otra persona –con un leve tono de reprimenda-.
Haruhi: -encogiéndose de hombros- perdona… Oye por cierto, ¿desde cuándo me tratas tan bien? –Picándola-
Nakuru: ¡Oye no hagas eso!… -Adquiriendo un tono más serio- No es que te esté tratando bien, voy a darte solo una oportunidad y te estoy poniendo a prueba –con una expresión altanera-.
Haruhi: Sí, sí… y yo soy la Deathmaster.
Nakuru: ¿la Death… qué?
Haruhi: Deathmaster. El líder de toda la dimensión Shinigami, casi podría decirse que es algo así como el
Shinigami más poderoso que existe.
Nakuru: ¿Ah, sí?
Haruhi: Sí. Se dice que muy pocos pueden tomar el cargo, claro está. Eso se debe a que muy pocos tienen el mismo poder, o incluso mayor, que el del Deathmaster, y es muy difícil vencerlo. La única manera de convertirse en Deathmaster es derrocándolo en una batalla, o asesinándolo.
Nakuru: Pero… el Deathmaster es un Shinigami ¿no?, ¿no se supone que ya está muerto?
Haruhi: Pues… -sus palabras se vieron cortadas por la voz de un chico-.
Shiki: ¡Matsurai!
Haruhi: ¡Ah! Me llaman –cargando su guadaña- Hablamos luego.
8:40 – 1º Descanso. Galerías de la Academia.
Nakuru: Amm… -viendo a todas partes.
Al parecer buscaba algo en específico, y al ser nueva en el lugar, se le dificultaba guiarse, además, no era muy sociable como para preguntarle a alguien más.
Estuvo apenas unos minutos buscando, pero fueron los suficientes como para encontrarlo. Al final del corredor habían unas grandes puertas de madera que habrían sido el triple, quizá el cuádruple, de la altura de Nakuru; al lado de éstas, en una pared de superficie rocosa, había una placa metálica que decía “Biblioteca”. Entró, dejándose asombrar por lo enorme que era el lugar. Era algo sobrio, pisos de parquet, bien decorada, altas repisas por doquier y con un sinfín de libros.
La bibliotecaria se encontraba acomodando algunos libros en una estantería. Nakuru se acercó, y con un tono algo tímido intento hablarle.
Nakuru: disculpe, yo… quería saber si…
-Ah, sí –dándose vuelta dejando sorprendida a Nakuru- ¿que necesitas? –inclinando levemente la cabeza, en un tono amable y con una mirada encantadora.
Nakuru: ¡¿Profesora Nataly?! –bastante sorprendida de encontrarla en ése lugar- P-pensé que… pensé que era la enfermera y consejera estudiantil.
Nataly: Sí, y también soy la bibliotecaria ^^ ¿no es genial?
Nakuru: *qué rara es* –para sí misma-. Ehh… sí, muy genial. Quería preguntarle algo, ¿sabe si hay algún libro que explique algo sobre el Deathmaster?, O… ¿algo sobre los recuerdos de un Shinigami?
Nataly: Mmmm…. –se dirige a los registros y comienza a buscar- …
Nakuru: ¿…?
Nataly: ¡Bingo! Hay uno, y explica las dos cosas que buscas, pero…
Nakuru: ¿pero…?
Nataly: hay un pequeñísimo problema, linda. Ese libro está terminantemente prohibido que sea retirado de la biblioteca.
Nakuru: ¡Oh, vamos! –En tono molesto- ¡Tiene que haber alguna forma de que pueda sacarlo!
Nataly: lo siento, Naku… no puedo hacer nada. Reglas son reglas.
Nakuru: -con su tono de voz esta vez, resignado, al igual que su mirada- Bien… -se dirige a la puerta-.
Nataly: ¡Te veré luego! n__n –saludando exageradamente con su mano- ¡recuerda que siempre estoy por todas partes por si me necesitas!
Nakuru: lo tendré en mente… -cerrando la puerta-
Shiki: -apareciéndole de la nada justo en frente de ella- Hola~
Nakuru: ¡Ah, Shiki!
Shiki: ¿Qué haces en la biblioteca?, yo no mandé a pedir ningún libro –en un tono curioso y al parecer, con todas las ganas de molestar a Nakuru-.
Nakuru: existen otros profesores y otras materias además de ti y de Guadañología –con un tono cortante-.
Shiki: Pareces de malhumor…
Nakuru: no lo estoy.
Shiki: sí lo estás.
Nakuru: ¡que no!
Shiki: vale, vale. Y entonces ¿qué hacías en la biblioteca?
Nakuru: fui a averiguar de un libro. ¿Qué más?
Shiki: ¿Y lo conseguiste?
Nakuru: ¡Ay! ¿Por qué haces tantas preguntas?
Shiki: jeje, porque me gusta verte enojada.
Nakuru: ¡Aiish!... –en ese momento soltó un gran suspiro, y recobrando su tranquilidad dijo- Nee… ¿puedo hacerte una pregunta?
Shiki: ¿eh? Sí… ¿qué quieres preguntar? –En un tono que parecía la mezcla entre sorpresa y curiosidad-.
Nakuru: ¿recuerdas la semana pasada, cuando me salvaste de ese grupo de chicas?
Shiki: sí…
Nakuru: bien, quería saber, ¿por qué todas ellas te tenían miedo? Es decir, está bien, sabían que las ibas a castigar pero, ya parecían tenerte miedo de antes.
Shiki: ah eso… -mirando hacia arriba en pos de inocencia- No tengo idea.
Nakuru: -caída al estilo anime- bien… -recuperándose- entonces ¿por qué en ese momento si parecías saber la razón?
Shiki: -de la misma manera que antes- no lo recuerdo… ¿sabes? Creo que mi memoria está fallando jeje, sería mejor si no hicieras tantas preguntas, porque la verdad que no sé de lo que me hablas –con una mirada gentil, pero detrás de ella Nakuru pudo percibir la verdadera intención de Shiki de decir “Cállate, no es de tu incumbencia”.
Nakuru: … -baja un poco la mirada- está bien.
La campana sonó. Señal de que el descanso había terminado y daba lugar a la siguiente hora de clases.
Shiki: vaya, el tiempo se pasa rápido, ¿no crees? Será mejor que vuelvas a clases, Nakuru.
Nakuru: sí…
De esta forma, Shiki se entró a la biblioteca, y Nakuru tomó su camino por las galerías, yendo a las canchas deportivas. Una vez allí, entró en los cambiadores femeninos y buscó su casillero, luego, sacó de éste su uniforme deportivo, se lo puso y salió.
Fuera de los cambiadores una profesora esperaba a los demás alumnos, que también se estaban cambiando, y una vez todos reunidos la clase comenzó.
-¡Bien clase! Como verán se ha agregado a su horario esta nueva área curricular debido a que ya disponen de sus guadañas, soy la profesora Lamu, la encargada de entrenarlos como es debido en el “Combate Shinigami”. Se preguntarán, ¿qué es eso? Muy simple. Es el deber de esta academia que ustedes salgan preparados para cualquier cosa que pueda pasarles en su trabajo como Shinigamis, y siempre habrá un idiota que intente quitarles su trabajo, ¿Cómo? Pues de seguro tomando ellos el alma que les correspondía a ustedes llevarse. Esto es un suceso que sí o sí les va a ocurrir, y más de una vez, por esto deben estar preparados para defender lo que les corresponde. Ahí es donde entra el combate Shinigami, les enseñará cómo protegerse de esos Shinigamis, luchando con guadaña contra guadaña. Donde intervendrán en gran medida la inteligencia, los reflejos y más que nada la fuerza de cada uno. Muy por aparte, esta área les permitirá adquirir los conocimientos necesarios por si a alguno de ustedes se le ocurre querer superar al Deathmaster, lo cual no creo que sea posible.
Haruhi: -por lo bajo- Nee… sí que es habladora -__-
Nakuru: ¡Shh!
Haruhi: .__.
Prof. Lamu: ¡Bien! ¿Alguien desea pasar primero?
Un joven se puso de pie. Alto, de cabello negro y ojos verdes, quien se acercó a la profesora, cargando su guadaña.
Prof. Lamu: Muy bien, ¿quién más quiere ayudar a explicar la clase?, ¿Nadie?... ¡Tú! –Señalando a Nakuru- ¡la flacucha que se confundió de uniforme!
Nakuru: ¡¿Ah?! –Varios alumnos se rieron por eso último y Nakuru no pudo evitar sonrojarse un poco, sin embargo hizo todo lo posible por mantener su máscara de frialdad- ¿Qué?
Prof. Lamu: ¿Cómo que qué? ¡Pasa al frente!
Nakuru: Bien, bien –tomando su guadaña, poniéndose de pie, y dirigiéndose al frente, justo al lado del otro alumno-
Prof. Lamu: a continuación les explicaré los movimientos básicos, luego, poco a poco durante el año, iremos perfeccionándolos y viendo otros tipos de movimientos.
Primero y principal, la posición correcta al iniciar es con un pie adelante del otro, dejando que el que está detrás aguante la mayor parte del peso, la guadaña debe tomarse con ambas manos, una debe sujetarla a un poco más de la mitad del mango, hacía el lado del filo, y la otra, debe sostener la parte del mango que se encuentra casi al final, de esta manera la guadaña quedará posicionada hacia abajo, pero el filo quedará arriba. Así tendrán todas las oportunidades de que en el primer ataque, su oponente sea herido.
Ambos jóvenes se encontraban ya en aquella posición, listos para atacarse el uno al otro, cuando el chico, con una mirada de suma confianza, dirigió unas palabras a Nakuru.
-Vaya, no soy partidario de herir a una chica, pero no me dejan opción…
Nakuru: ¡¿quién te crees que eres?!
-Nadie en específico, solo quien va a derrotarte en menos de un minuto…
Nakuru: ¡¿Me estás diciendo que no tengo las mismas capacidades que tú por el mero hecho de ser una chica?!
-Vaya, si hasta piensas…
Nakuru: ¡Aiish!
Prof. Lamu: ¡Basta de charla, peleen!
Nakuru estaba furiosa, su cara daba miedo a cualquiera y sus movimientos eran bruscos pero efectivos, de verdad que había tomado represalias contra ese tipo y lo estaba haciendo pagar por lo que le dijo, atacándolo sin piedad, sin embargo aquel joven no tenía la apariencia de alguien que se iba a dejar derrotar por una chica, y comenzó a atacarla, quedando ambos de igual a igual. La clase los miraba atónitos, de un lado al otro, como se golpeaban, lastimaban, y muchas otras cosas más, hasta que uno de los dos salió volando y cayó al suelo, haciendo impacto demasiado cerca de los demás alumnos, quienes tuvieron que apartarse rápido para no ser golpeados.
Nakuru se acercó lentamente cargando su guadaña en un hombro hacia el chico, quien reacción retrocediendo e intentando alejarse de ella.
-¡¿Qué demonios eres tú?!
Nakuru: -en un tono burlón, lento, y a la vez frío- Solo soy una chica Shinigami… a la que no le gusta que la insulten –poniendo el filo de su guadaña a dos milímetros de su cuello-
El silbato sonó. La concentración de toda la clase se dispersó y volvió a centrarse en la profesora.
Prof. Lamu: ¡Suficiente! Ambos nos han dado una buena demostración, tú –señalando al chico- de lo que no hay que hacer en una pelea, y tú –señalando a Nakuru- de lo que sí, principalmente, atacar sin piedad. Tienes talento chica, demasiado para ser la primera clase. Sigue así.
Nakuru: sí, como sea –regresando a su lugar-.
El día escolar pasó rápidamente, por alguna extraña razón Nakuru no logró encontrar a Shiki por mucho que lo buscara, o quizá seguía sin poder guiarse en la institución y lo había estado buscando mal. De todas formas no importaba, se reencontraría con él en su departamento, por lo que se dirigió en calma de regreso a éste.
Al entrar se sorprendió por ver el portafolio de Shiki en la mesa, y un sobre bastante ancho saliendo de éste. Había una nota en la nevera, la cual decía:
“Nakuru, esta mañana me retiré temprano de la academia por unos asuntos con el consejo estudiantil. Volveré a eso de las dos de la tarde.”
Nakuru: conque volverá a las dos… bien –abriendo la nevera buscando algo que comer, sacando un sándwich y finalmente cerrándola- lo esperaré entonces…
Se sentó en la mesa, haciendo a un lado las cosas de Shiki, y mientras comía su almuerzo, no pudo evitar dirigir su mirada aquel sobre. Se veía, de alguna manera, tentada abrirlo, pero se contuvo y se dirigió a su habitación. Allí estuvo un rato, meditando qué podría haber dentro del sobre, sin poder pensar en ninguna otra cosa, hasta que no pudo más contra la curiosidad, y lentamente se dirigió al comedor. Tomó el ancho y pesado sobre y comenzó abrirlo lentamente.
Nakuru: *parece… un libro* -su mirada cambió drásticamente al ver la portada, mostrando total sorpresa- No... No puede ser.
El libro llevaba por título “Historia Shinigami: Deathmasters”. ¿Cómo podía tenerlo Shiki si la profesora Nataly había dicho específicamente que ese libro no podía salir de la biblioteca? ¿Cómo?... ¡¿Cómo?! O quizá, la pregunta que más rondaba por la mente de Nakuru en ese momento era…
Nakuru: ¿Por qué Shi…?
El sonido de unas llaves la sorprendió, casi instintivamente dirigió su mirada al reloj más cercano. Las dos. ¡Sin duda debía ser Shiki!
Se apresuró a guardar el libro en el sobre y dejarlo tal y como estaba, cuando Shiki entró con una mirada cansada, la cual dirigió a Nakuru, cambiándola a una de completa curiosidad, pues la veía completamente alterada sentada en el sofá.
Shiki: Hola Nakuru… ¿te encuentras bien?
Nakuru: ¿yo?, ¿bien?, ¿por qué habría de no estarlo?, es decir, mírame, ¿acaso no estoy bien? –Hablando de manera rápida y difícil de entender-.
Shiki: ehh… sí, está bien. Lamento haberte hecho esperar, tuve una reunión con el consejo estudiantil…
Nakuru: ¡No hay problema!, no pasa nada, como verás estoy bien sin embargo me encuentro algo cansada –bostezando exageradamente- Creo que iré a mi cuarto y descansaré un poco hasta la noche, llámame para cenar ¿sí?
Shiki: O-Ok… -Nakuru desapareció detrás de la puerta de su habitación, pegando un portazo- Menuda niña más rara…
Esa noche, después de cenar, Nakuru ya estaba acostada en su cama sin lograr conciliar el sueño debido a aquel libro, que no dejaba de rondar por su cabeza junto a esa pregunta… La cual pronunció con una voz angustiada y casi imperceptible.
Nakuru: ¿Por qué Shiki… tiene ese libro?... ¿Qué planea hacer con él?
//FIN DEL CAPÍTULO 04//
- Capítulo 05: "Interrogatorio":
- -Nakuru… Nakuru… ¡NAKURU!
Nakuru: ¡AH!…
Se despertó muy agitada, como si hubiera tenido una pesadilla, pero no lograba recordar que soñó, solo podía recordar… Esa voz. Una voz que la llamaba por su nombre, ¿habría sido de Shiki? Miró por todas partes. Nada. Todo era oscuridad, no solo en su habitación, sino en todo el departamento. Se acercó a la habitación de Shiki, en silencio, y de la misma manera abrió apenas un poco la puerta, él dormía.
Nakuru: Pero… esa voz…
Había sido muy real, a tal punto de creer que no había sido un sueño. Esa voz, la conocía… en algún momento, en algún lugar, ella la había escuchado. Fría, calmada; pero luego se tornó desesperada, quizá más desesperada que la sensación que había tenido Nakuru al despertarse tan de repente.
Intentó regresar a su habitación pero… seguía allí, sobre la mesa. Ese sobre ancho… Shiki no lo había tocado en ningún momento. Otra vez se vio tentada a abrirlo, Shiki dormía profundamente, seguro no iba a despertarse. Era ahora que tenía el tiempo suficiente para leer por lo menos unas páginas del libro. Lentamente retiró el sobre del portafolio de Shiki, y en sumo silencio, sacó el libro.
Nakuru: ¿Por qué Shiki tiene este libro? –Abriéndolo y revisando el índice- Son tantos temas…
Lentamente fue pasando las páginas, una por una, dándole una pequeña ojeada al libro en sí y a los distintos capítulos que lo conformaban. Estaba lleno de información. Información valiosa que respondería a la mayor parte de sus dudas. Hablaba sobre los recuerdos de un Shinigami, describía la manera, la única manera, de recordarlos y no desaparecer, y desplegaba un sinfín de información acerca de todos los Deathmasters que habían reinado en la dimensión, información sobre sus poderes, información, incluso, sobre los puntos débiles de cada cual.
Era demasiada información, a Nakuru ya le empezaba a doler la cabeza, pero estaba decidida a leer el capítulo dedicado a los recuerdos Shinigamis, intentó sentarse silenciosamente en una silla, con tan mala suerte, que al moverla, emitió un gran chirrido, que se escuchó en todo el departamento. Nakuru percibió que en la habitación de Shiki comenzaba a haber movimiento y, tal y como lo había hecho antes, introdujo el libro en el sobre, y éste en el portafolio, con la diferencia de que no se preocupó para nada en dejarlo tal y como lo había encontrado. Corrió a su habitación y allí se quedó, en silencio, conteniendo la respiración. Su único escudo era la frazada que la cubría hasta más arriba de la cabeza. El ambiente se volvió cada vez más denso.
En la habitación de Shiki, éste se disponía a salir para revisar que había sido aquél ruido. Abrió la puerta y se dirigió a la habitación de Nakuru. Aparentemente dormía, sumida en un profundo sueño, por lo que prosiguió hacia el comedor. No fue mucho tiempo, no más de un minuto, en el que distinguió la silla, que estaba movida hacia un lado, y rápidamente dirigió su mirada al portafolio. Abierto. Abierto y con un sobre saliendo de éste pero… No de la misma manera en que él lo había dejado. Miró a su alrededor, buscando señales de movimiento, pero no había nada. Miró el reloj; las 3 a.m. Aparentemente alguien había estado allí, pero Nakuru estaba profundamente dormida, a sus ojos, y era imposible que hubiera sido ella. Sin más opciones, se sentó en la silla y tomó el sobre. Quizá fue el momento que más lo alteró. Sus pupilas se achicaron considerablemente y comenzaba a notarse su nerviosismo. El sobre estaba abierto, alguien había visto el libro que éste contenía y eso era malo… Malo para él.
La alarma sonó. Un puño la golpeó con todas sus fuerzas, haciendo que el molesto sonido se detenga.
Nakuru: Mmmm… maldito despertador… 5 minutos más mami… -dándose vuelta y acurrucándose entre las sábanas- ... ¡Ah, es cierto! –Sentándose de golpe- Anoche… -sus puños comenzaron a apretar fuertemente las sábanas- Eso no fue un sueño…
La voz de Shiki se escuchó desde la cocina.
Shiki: ¡Nakuru, ven a desayunar!
Nakuru: ¡¿Ah?! … ¡S-si, ya voy! –se vistió con su uniforme a toda velocidad, cepilló su cabello, e hizo todo su ritual de belleza a una velocidad considerablemente rápida, para luego salir disparada al comedor y sentarse, rígida y sin siquiera respirar-.
Shiki: -sirviéndole su desayuno- Nee… ¿qué te pasa?
Nakuru: Na-nada…
Shiki miró de manera extraña a Nakuru.
Nakuru: … ¡Ya dije que nada! –Comiendo rápidamente- Mmmm ¡está buenísimo! –le costó tragarse todo el desayuno de un solo bocado, pero luego agarró sus cosas a toda velocidad y se dirigió a la puerta- Ehh… hoy tengo reunión con Haruhi, tengo que pedirle una cosa, así que me adelantaré, nos vemos. –se fue con un portazo y dejando nada más que polvo por la rapidez de sus movimientos.
7:30 hs. – Galerías de la Academia Shinigami.
Nakuru: ¡Oh Dios! Es cierto… ¡Shiki tiene ese libro!, ¡Ése es el libro!... –se detuvo, estaba alterada, pero con la poca cordura que le quedaba respiró hondo, tranquilizándose almenos un poco- Tengo que averiguar por qué la profesora Nataly le dio ese libro a Shiki, y qué planea hacer con él.
Haruhi: ¡Nakuru! –Venía corriendo, y cuando llegó a ella, se lanzó en un escandaloso saludo- ¡Hola, ¿cómo andas?!
Nakuru: Haruhi… ¿por qué llegas tan temprano?
Haruhi: ¿Ah? Bueno pues, siempre vengo a esta hora ¿por?
Nakuru: no importa. Haruhi necesito que me ayu-…
Haruhi: … ¿Qué te ayu-?
Nakuru: … no. Nada. En verdad no es nada –dio media vuelta, y comenzó a caminar en dirección a la biblioteca-.
Haruhi: Aún no confías en mí lo suficiente… ¿verdad?, ¿Se trata del profesor Shiki?
Nakuru se detuvo en seco. Esa chica era más inteligente de lo que pensaba, o ella estaba siendo muy obvia. Sea como sea, estaba en lo correcto. No podía confiar en ella, ya que era partícipe del comité de bienvenida, el cual trabajaba en conjunto con el Consejo estudiantil, grupo del cual Shiki formaba parte. Haruhi no sabía cuando callarse, si le decía algo… esa información se filtraría y llegaría a oídos de Shiki. Tenía que averiguar sola.
Nakuru: No.
Fueron sus únicas palabras, y siguió su camino.
Haruhi: *Hasta cuando seguirás así…*
Tenía que pensar rápido. Shiki podía llegar en cualquier momento, ni siquiera sabía si la había seguido, como normalmente hacía, o no. Según lo que recordaba, ella habló con la profesora Nataly y ella le dijo que ese libro no podía salir de la biblioteca. Misteriosamente, al salir, se topó con Shiki, quién, cuando tomaron caminos separados, se dirigió a la biblioteca. Luego desapareció de la escuela diciendo que “Tenía una reunión con el consejo estudiantil” y misteriosamente en su portafolio apareció el libro que, según la profesora Nataly, estaba estrictamente prohibido que saliera de la biblioteca. Estaba claro, si seguía asi no lograría nada. Tenía que preguntarle a la profesora.
7:40 – Biblioteca de la Academia Shinigami.
Nakuru: … ¿Profesora Nataly, está aquí?
Silencio, es lo único que escuchó. El lugar estaba poco iluminado ya que, al parecer, no había nadie. Entró.
Nakuru: ¿Hola…?… ¡¿Hola?!
Lo mismo. Nadie respondió. Nakuru pensó que quizá la profesora Nataly estaba en otro de sus múltiples trabajos, y se alejó del oscuro lugar.
La buscó por todas partes, en la enfermería, en la sala de maestros, en la cafetería, en su oficina, en los jardines y en muchos lugares más, sin suerte. Ya estaba cerca el inicio del día escolar, y Nakuru no tuvo más opción que dirigirse al salón de clases. Allí se reencontró con Haruhi, quién la miró de forma extrañada al verla tan agitada.
Haruhi: ¿qué te pasó?
Nakuru: no te importa. ¿Ya ha llegado el profesor?
Haruhi: -negando lentamente con su cabeza- No… hace un rato estuve en el consejo y su nombre en la planilla de llegadas aún no estaba firmado.
Nakuru: …
Haruhi: ¿pasa algo malo?
Nakuru: no... Nada… -se recostó un poco sobre sus brazos, que estaban apoyados en su asiento, con la mirada pensativa y a la vez preocupada. Que Shiki tuviera aquel libro… ¿tendría algo que ver con que no encontrara a la profesora Nataly?
La profesora Lamu entró bastante seria al salón y se quedó parada frente a la clase, observándolos uno a uno; alumno por alumno. Luego bajó la mirada cerrando sus ojos y finalmente miró a todos. Habló con la misma seriedad de su mirada.
Prof. Lamu: Clase, hoy reemplazaré a su profesor de Guadañología, acabamos de recibir una llamada de él informándonos de que no se sentía bien; por otra parte… La profesora Nataly ha desaparecido, así que hoy no quiero que ninguno se vaya antes, necesitamos hablar con todos los que la hayan visto ayer antes de su desaparición.
Haruhi: Nakuru ayer fuiste a la biblioteca ¿no es cierto? Quizá te pregunten a ti.
Nakuru: me importa muy poco Haruhi.
Haruhi desanimada bajó la mirada y la dirigió a otro lugar.
Nakuru: *Ella… desapareció…Y Shiki… se veía bastante bien hoy…* -el nerviosismo sobre lo que pudieran preguntarle la tomó desprevenida, comenzó a sentirse acorralada, como si ella misma fuera la culpable, aunque no lo era. La simple idea de que le preguntaran, y que una de sus teorías saliera a la luz sin querer la aterraba, ya que eso significaba que podían hacerle algo a Shiki y no era justamente lo que necesitaba en este momento. Necesitaba respuestas. Y el único que las tenía en ese momento era él.
El día escolar pasó lento, demasiado para el gusto de Nakuru, que tenía prisa por averiguar lo que sucedía. Durante los descansos trató de pensar, de acomodar todas sus hipótesis y pruebas, más no tuvo éxito. Parecía tan simple, pero era tan difícil; o quizá estaba totalmente ensañada en que Shiki no era el culpable de la desaparición de la profesora. Es que aquel joven de mirada amable y divertida… no podía haberle hecho algo a esa mujer. Era imposible que ese chico de cabellos dorados, ojos azules, sonrisa radiante, inteligente…
Nakuru: ¡AH…! –cuando menos lo esperó se dio cuenta de que estaba sonrojada, y aún más de que estaba pensando en Shiki de “otra” manera, que la forma de pensar para con un sospechoso. Miró a un costado aún sonrojada y regresó a su mente algo que Haruhi le había dicho el día anterior.
-Flashback-
Haruhi: Nee, Nakuru… ¿No te gustará el profesor Biancci, verdad?
-Fin del Flashback-
Negó exageradamente con su cabeza y se puso de pie, aún más sonrojada. ¡Por supuesto que no le gustaba! Él… simplemente era su amigo. No lo quería de ninguna otra forma. ¿O sí?... ¡NO, definitivamente NO!
Al llegar el final de las clases todos estaban conmocionados por la supuesta “interrogación” que les harían. Nakuru jugaba con su cabello, enroscándolo entre sus dedos, y al igual que el resto de la clase, estaba nerviosa.
Fueron pasando uno a uno a hablar con los distintos profesores, que se encontraban sentados en el escritorio principal de la sala de maestros. Allí, la profesora Lamu interrogaba mientras Haruhi tomaba nota de lo más importante. Llegó el turno de Nakuru. Ella avanzó lenta pero nerviosamente y se sentó en una pequeña banqueta que había.
Prof. Lamu: Bien, señorita Hantherd, dígame ¿cuándo fue la última vez que vio a la señorita Nataly del Pilar?
Nakuru: Yo… pues… la vi por última vez en la biblioteca.
Prof. Lamu: ¿y que estaba haciendo usted ahí?
Nakuru: ¡¿Y pues que más sino es buscar un libro?!
Prof. Lamu: bien, bien. Según las grabaciones de una cámara de seguridad la última persona que habló con ella es usted, encaja perfectamente con la joven que estaba con Nataly. Luego de eso, misteriosamente, la cámara se rompió y perdimos todo el resto del video. ¿Entiende que eso la pone justo al comienzo de nuestra lista de sospechosos, verdad?
Nakuru: ¡¿Qué de…?! ¡Yo no he hecho nada, jamás le haría algo así a la profesora Nataly!
Prof. Lamu: de igual manera, la tendremos vigilada a partir de mañana, Hantherd.
Nakuru: ¡Pero!... ¡P-pero!
Prof. Lamu: puede retirarse.
Fue el colmo. Ella estaba averiguando quién había sido el culpable de la desaparición de la profesora Nataly, y por qué Shiki tenía un libro prohibido en su poder; ¡y resulta ser que era ella la principal sospechosa! Era ilógico… ¡completamente ilógico! Se dirigió a los jardines de la academia, llegando a los límites de ésta. Un alto alambrado cumplía la función de separar la academia de los bosques de Armetria, una región de la dimensión Shinigami que se destacaba por ser oscura, silenciosa, y llena de peligros. Nakuru estaba furiosa, estaban sospechando de ella y lo último que quería era causar problemas; a pesar de la altura del alambrado, lo saltó con total facilidad y comenzó a correr, deseando perderse ella también, hasta que…
Gemidos. Se escuchaban los gemidos y sollozos de alguien cerca de donde ella estaba.
Nakuru: alguien… llora. –Quién sabe con qué valentía se armó, o si ya de por sí era valiente, pero se adentró más y más en ese lugar oscuro, cada vez más cerca de aquel llanto-.
Lo que encontró la dejó impactada. En un claro, entre unos arbustos, la profesora Nataly sollozaba y gemía, sus pupilas se habían achicado hasta parecer nada más que puntos y se encontraba atada de pies y manos, mientras largos y profundos tajos la atravesaban. Estaba desangrándose y se encontraba totalmente desesperada, confundida. No dejaba de llorar. Temblando del miedo, levanto la mirada y vio a Nakuru, y casi como si hubiera visto su salvación, comenzó a moverse con las pocas energías que le quedaban.
Nakuru: ¡P-profesora Nataly!… -desatando los fuertes lazos de las cuerdas que la ataban- ¡Profesora Nataly, ¿qué pasó?!
No consiguió respuesta, esa mujer estaba demasiado aterrada como para hablar en ese momento.
Nakuru se percató de una cosa. Tenía exactamente las mismas ropas del día anterior, pero todas rasgadas y, claro está, manchadas de sangre. La ayudó a levantarse y cargándola sobre su hombro, para ayudarla a caminar, se dirigió a la academia.
Prof. Nataly: -percatándose de adónde la llevaba- ¡¿A-a-a dónde me llevas?, NO LO HAGAS, EL ESTÁ AHÍ!, ¡POR FAVOR NO!
Nakuru: ¡Profesora Nataly!, ¡¿Qué le pasa?!... ¡Tienen que curarle esas heridas cuanto antes!
Prof. Nataly: El libro… él… el libro… él… no tuve opción… -cuando parecía que se empezaba a calmar, estalló nuevamente- ¡NO ME LLEVES AHÍ, POR FAVOR!… ¡ÉL QUIZO MATARME! –Su grito desesperado se escuchó hasta quién sabe dónde. Estaba totalmente traumada, aterrada, y no sabía como reaccionar. Nakuru intentó llevarla a algún lugar seguro, pero se negó y se regresó rápidamente a la oscuridad de entre los árboles, quedándose sentada contra uno de ellos.
Nakuru: profesora… -su mirada expresó su total preocupación. Algo estaba pasando, y era malo, muy malo.
Prof. Nataly: -temblando y tartamudeando- É-e-e-l… él puede ha-hacerlo… ¡ES UNO DE ELLOS! –Con la mirada sumamente aterrada-.
Mientras, en un apartamento cualquiera de la ciudad Shinigami…
Shiki: -con la mirada sombría, levantándola de un libro que leía- Nakuru…
Re: ♥ Gold Memories~
Wow QE GENIAL!!!!Estoy segura de qe fue shiki quien lo hizo. a que se refiere con uno de ellos?????????? MI QERER SABER!!!!!! conti conti
Sakura TakumaInu-hipermaniático -
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Re: ♥ Gold Memories~
la la laa~ como hoy estoy de buen humor gracias a Dai (xD) dejaré dos caps en lugar de uno sólo, que pensaba dejar o3ó
voy a morir ...
- Capítulo 06: El logro de Nakuru:
- Nakuru: Profesora Nataly… -acercándose nuevamente a ella- por favor no tema, no voy a hacerle daño… -intentando ayudarla a ponerse de pie-
Prof. Nataly: ¡TÚ NO PERO ÉL SI! –Acorralándose ella misma contra el árbol- El va a matarme... ¡Sé que lo hará!
Nakuru: ¿Pero quién es él?
Prof. Nataly: Él es… ¡UN NIVEL CUATRO! –comenzó a ponerse débil, había perdido demasiada sangre y se estaba quedando sin energías. Sus ojos comenzaron a cerrarse y de repente cayó al suelo, inmóvil. Antes de desmayarse por completo abrió un poco sus ojos y miró nuevamente a Nakuru, quien ya corría a ayudarla, y dijo:
-No puedo regresar… -su voz comenzó a debilitarse también- si él se entera de que sigo viva… -cerró sus ojos nuevamente y no volvió a abrirlos.
Nakuru seguía sin entender la situación; de que la profesora estaba en peligro, no había dudas. Pero… ¿quién era el peligro? La cargó sobre su hombro e intentó llevarla, nuevamente, a algún lugar seguro, aprovechando que estaba inconsciente. De repente algo la sobresaltó. Ruidos. Constantes ruidos de hojas moviéndose pero… no había viento. Cada vez eran más cercanos a ellas y Nakuru comenzó a ponerse algo nerviosa. Algo se dirigía hacia allí, sin duda.
Nakuru: ¿Q-quién anda ahí?
Un joven, que Nakuru conocía bastante bien, apareció.
Shiki: -avanzaba lentamente y algo cansado, o quizás desanimado, fuera cual fuera la situación, no parecía encontrarse bien, pero al ver a Nakuru se dibujó en su rostro una leve sonrisa de alivio- Gracias a Dios, estás bien… -soltando un suspiro-.
Nakuru: ¿Qué si estoy… bien?
Shiki: no regresaste al departamento y me enteré de la desaparición de la profesora Nataly… -rascando su nuca en señal de pena por lo que iba a decir- ehh… me preocupé de que algo malo te hubiera pasado a ti también…
Fue en ese momento en que se percató de la presencia de la profesora, desmayada sobre el hombro de Nakuru. Inmediatamente se dibujó una expresión de desagrado en su cara y la miró fijamente. Respiraba, y muy para sus adentros pensó…
Shiki: *Está viva…* -sin embargo regresó rápidamente a la situación que tenía enfrente- ¡La profesora Nataly! –Imitando algún tipo de mirada de asombro- ¿Q-qué pasó?, ¡Pudiste encontrarla!
Nakuru: No lo sé… me inculparon por su desaparición y vine aquí, aunque no sé realmente por qué, de repente la encontré aquí tirada, atada de pies y manos. Esta herida gravemente, intuyo que se desmayó por la falta de sangre, aunque no lo sé bien. ¡La cuestión es llevarla ahora mismo a algún lugar seguro!
Cuando quiso darse cuenta, Shiki cargaba en su espalda a Nataly, y retomaba el camino a casa.
Nakuru: ¡Ey, espérame! –corrió para alcanzarlo-
Shiki: -sin mirarla, y con un tono serio y frío le preguntó:- ¿Qué te dijo?
Nakuru: Ehh… -lo miró, luego a la profesora y luego se quedó pensativa- Dijo varias cosas, pero me fueron muy difíciles de entender. Hablaba sobre alguna persona que le había hecho esto y no quería regresar, por miedo a que esa persona descubriera que seguía con vida… También dijo que “Él puede hacerlo”; “es uno de ellos” y “él es un nivel cuatro”. Realmente me intriga a qué puede referirse.
Shiki había dejado de caminar segundos atrás, cuando citó las palabras exactas de Nataly. Se quedó ahí parado, con la mirada un tanto ensombrecida.
Nakuru: ¿Shiki?... ¿Te encuentras bien?
Shiki: ¿Eh? –Levantando su mirada hacia ella- No es nada… solo estoy cansado.
Nakuru: Quizá no deberías cargarla, déjame ayudarte –acercándose a él-.
Bruscamente Shiki se alejó de ella, logrando que Nakuru se asustara por su reacción.
Shiki: ¡PUEDO HACERLO SOLO!... No tienes por qué preocuparte. Yo mismo me encargaré de ella.
Por si Nakuru no tuviera ya suficientes dudas, ahora se le sumaba otra más: “¿Por qué estaba así?”. Pero se reservó sus palabras y prefirió no preguntar nada. El clima de esa situación se veía cada vez más tenso y lo único que reinaba era el silencio, mientras regresaban.
Cuando estuvieron cerca del hospital, Shiki se detuvo y dirigió su mirada a Nakuru.
Shiki: Regresa al departamento –entregándole las llaves- yo me encargaré de ella.
Nakuru: ¡P-pero!
Shiki: -soltando un largo suspiro- Mira, hoy no estoy de buenas y me siento bastante mal, por favor coopera en algo conmigo y regresa al departamento, ¿Si?... Confía en mí. Yo me encargaré de ella.
Nakuru: -bajando la mirada, resignada- Como digas… ¿cuándo regresarás?
Shiki: creo que me tomará el día… tengo que asegurarme de que Nataly esté bien, y además, tengo que hablar con la policía y con el director de la Academia… puede que vuelva tarde, así que regresa ahora mismo y haz tus tareas… -con una cara desafiante- sino no te pondré una buena nota~
La joven de ojos rojos caminó lentamente en dirección al departamento de Shiki, y una vez que se alejó lo suficiente…
Shiki: -su mirada se ensombreció notablemente mientras se dirigía al hospital-… Pensé que la había matado… -mirando de reojo a Nataly- no tengo más opción que dejarte vivir por ahora.
Así, se adentro al hospital.
Nakuru se recostó en su cama nada más llegar, mirando al techo. Pensando. ¿Shiki estaba mal?... ¿Qué pasó con la profesora?... Tenía demasiadas dudas en la cabeza, y ésta ya empezaba a dolerle… ¿Por qué le estaba tocando vivir esto?
“Me preocupé de que algo malo te hubiera pasado”. Dio un giro brusco tapándose hasta la nariz con su frazada. ¡Se había sonrojado de la nada!
Nakuru: ¡Aiish!, ¿Por qué ahora? –Sonrojada- por qué recordé eso ahora… ¿qué le pasa a Shiki?... En ese momento… estaba tan preocupado, pero de la nada se volvió frío… Shiki…
No pudo evitar que sus párpados se fueran cerrando lentamente, y al punto de casi quedarse dormida, los abrió de par en par.
Nakuru: ¡el libro! –Dijo, sentándose repentinamente- Shiki no está y regresará tarde, quizá ahora pueda leerlo con más calma…
Lo buscó por un largo rato, sin suerte, pues ya no estaba en su lugar de siempre; y siguió así hasta el cansancio, sólo le quedaba un lugar por buscar… el estudio de Shiki.
El departamento de Shiki le había parecido pequeño los primeros días, pero con el pasar de las semanas se había dado el lujo de explorarlo, descubriendo muchos lugares a los cuales no había entrado. Estaba en el penúltimo piso del edificio, pero uno de esos días había descubierto que el “pequeño” departamento resultaba ser de dos pisos, bajó del techo una pequeña compuerta, y a su vez, de ésta, cayó una escalerilla, y descubrió que en el segundo piso había una gran biblioteca, estantes y estantes de libros recubrían todas las paredes; el techo era completamente de vidrio, por lo que entraba bastante luz y además se podía ver el cielo; y en el centro había un sillón doble, seguido de una lámpara de pie. Shiki le explicó que allí es donde pasaba su tiempo libre, leyendo, y había apodado al lugar como “Su Estudio”.
Comenzó a buscar allí. Una búsqueda bastante difícil teniendo en cuenta que eran millones de libros distribuidos en 6 estantes.
Pasó cerca de una hora y media cuando Nakuru se dio por vencida. El libro no estaba en el departamento después de todo, ¿o tal vez lo había buscado mal? Agotada, lanzó un largo suspiro.
Nakuru: Y yo que quería leer por lo menos el primer capítulo…
Hojas. Nakuru divisó, de repente, las esquinas de unas hojas sobresaliendo de un cajón en el escritorio que había no muy lejos de ella. ¿Cómo había podido dejar pasar ese lugar? Se acercó rápidamente y abrió el cajón. El libro no estaba. Desanimada, intentó cerrar el cajón, pero lo había abierto demasiado y éste cayó al suelo. Todos los papeles que estaban ahí se esparcieron por el suelo.
Se apresuró a colocar el cajón en su lugar, y comenzó a reunir los papeles, hoja por hoja. Su curiosidad, como siempre, le ganó y le dio una ojeada a éstos.
Nakuru: ¿Pero qué…? –Sorpresa. Esa era la única palabra que podía describir su rostro en ese momento. Se había percatado de que aquellos papeles tenían una de las partes laterales rota, como si se hubieran arrancado. Inmediatamente reconoció de dónde provenían, ¡Shiki había arrancado esas hojas del libro que ella estaba buscando!
Probablemente había devuelto el libro a su lugar de origen, en la biblioteca, antes de encontrarla en aquél claro… Aquel claro…
Nakuru: ¿Cómo sabía Shiki que estábamos en ese claro?...
Podría haberlo pensado, pero decidió dejar sus nuevas preguntas para después, y responder las que tenía con respecto al libro. Si Shiki había arrancado esas páginas, seguramente era lo más importante. Leyó.
“La sociedad Shinigami se conforma de cinco partes, mejor conocidas como ‘Niveles’, con los cuales se clasifica a cada individuo según su poder y conocimiento. Esos cinco niveles son:
-El nivel Uno: al cual todos los Shinigamis pertenecen por el mero hecho de existir.*
-El nivel Dos: al cual se accede con el inicio de cada individuo en la educación (primaria o secundaria) en la Academia Shinigami.*
-El nivel Tres: es el nivel que se adquiere luego de terminar los estudios en la Academia, y el último nivel para la mayoría de los Shinigamis.
*Estos niveles corresponden a aquellos individuos cuyos padres sean Shinigamis y hayan nacido en la dimensión.
Los otros Shinigamis, aquellos que han ingresado a la dimensión por haberse quitado la vida, inician al final del Nivel Dos y van desarrollando el Nivel Tres poco a poco.
Existen dos niveles que sobrepasan a los anteriores en gran medida. Muy pocos Shinigamis llegan a ellos y por consiguiente es muy raro encontrar un Shinigami de estos tipos.
-El nivel Cuatro: A éste nivel únicamente se accede por coincidencia. No hay ningún escrito que mencione alguna manera de lograrlo. Los pocos Shinigamis que pertenecen a este nivel tienen la capacidad de matar a otros Shinigamis. Se daba por entendido hace algún tiempo que los Shinigamis no podían volver a morir, puesto que ya estaban muertos, pero tras la aparición de este extraño nivel esa teoría fue retirada. Sólo existen dos oportunidades de vivir: cuando se es humano y cuando se es un Shinigami. Después de eso, si un Nivel Cuatro acaba con la ‘vida’ de otro Shinigami, éste no tiene ninguna posibilidad de regresar bajo ninguna circunstancia.
-El nivel Cinco: Solo UN Shinigami accede a este nivel. Aquél que logre llegar al nivel cinco se considera el individuo con el máximo poder posible, y por consiguiente, el líder de la dimensión Shinigami, el Deathmaster. Sólo existen dos maneras de lograrlo:
-Retando a duelo al Deathmaster actual y vencerlo.
-O bien, si se es un Nivel Cuatro, matándolo.
El Deathmaster tiene todos los derechos posibles en la dimensión, incluyendo el de poder recordar su vida pasada sin desaparecer.”
El resto eran apuntes, seguramente de Shiki, pero no le importó mucho. Estaba demasiado impresionada por lo que acababa de leer, y además sentía que tantas dudas se habían despejado en su cabeza… La mayor parte de sus preguntas estaban resueltas, no todas, pero la mayor parte y estaba decidida a poner todo en orden para entender mejor la situación.
Nakuru: entonces… un Nivel Cuatro puede matar a otros Shinigamis… ¡eso quiere decir que quien haya atacado a la profesora Nataly pertenece a ese nivel! Ahora que lo recuerdo… ella mencionó justamente algo sobre un “Nivel Cuatro”. Pero eso no quita mis dudas acerca de por qué quería matarla, y por qué no lo logró… por otra parte, ¡Ya sé cuál es la manera de recordar mi pasado!
Guardó todo en su lugar y lo dejó todo tal y como lo había encontrado. Cuando se dio cuenta, eran alrededor de las 8:00 p.m, bastante tarde y ya debería estar durmiendo. Bajo del estudio y se dirigió a su habitación, se cambió y luego pegó un gran salto, cayendo en su cama. Abrazó a uno de sus peluches con una sonrisa de oreja a oreja, estaba feliz, muy feliz porque había resuelto por primera vez algunas de sus dudas y más que nada porque por fin había podido leer, aunque sea una parte de él, ese libro. Meditando acerca de las cosas que había leído y lo que había descubierto, se quedó profundamente dormida.
Una hora después, Shiki ya había regresado. Golpeó la puerta varias veces, y cuando vio que era en vano, se agachó y levantó una esquina del tapete de bienvenida, sacando de debajo de él una llave de repuesto, que siempre guardaba ahí por si acaso. Entró sigilosamente, pues no quería hacer ningún tipo de ruido, y lentamente se dirigió a la cocina, abrió un cajón y saco un puñal.
Nakuru sabía demasiado sobre el tema, y no iba a dejar que ella se interpusiera en sus planes. Fue a su habitación, abriendo lentamente la puerta, y entró, parándose al lado de la cama de Nakuru, frente a ella.
Alzó el puñal y preparado para atravesar su cuerpo…
//FIN DEL CAPÍTULO 06//
voy a morir ...
- Capítulo 07: Un crimen casi perfecto. El nuevo profesor.:
- Todo fue demasiado rápido… Shiki no podía creer lo que había pasado. El puñal quedó clavado, inmóvil, en uno de los almohadones cercanos, mientras, él respiraba agitadamente diciéndose para sí mismo…
Shiki: No puedo hacerlo –se quedó pensativo unos minutos, observándola- ¿por qué… no puedo?... –se arrodilló para ver más de cerca a Nakuru, mientras quitaba el puñal del almohadón. Dormía de una forma tan angelical, que Shiki pensó que la chica que tenía en frente no era real. Se quedó observándola un rato y luego dijo- He matado a tantos Shinigamis… y no puedo matar a una simple novata –suspiró, mientras se ponía de pie- Nunca he fallado en ningún cálculo… ¿qué hizo que me equivocara? –salió de la habitación, con la esperanza de poder lograrlo la próxima noche.
Mientras, en el hospital…
Nataly dormía. Parecía como si estuviera dentro de una pesadilla, pues respiraba de manera agitada y no podía dejar de moverse, pese a sus heridas. Ese mismo día habían hecho todo lo posible por lograr que sobreviviera, y por poco no lo logran. Pero estaba ahí, durmiendo, respirando… Muerta pero viva.
Se podía apreciar un lugar no muy iluminado, frío y amplio, las paredes estaban cubiertas por libreros llenos a más no poder y allí estaba ella… acomodando unos cuantos libros de texto que tenía en sus manos. Una joven se le acercó y le preguntó por un libro, ella, se acercó al registro, con tan mala suerte que no pudo dárselo a la muchacha, pues estaba prohibido que fuera retirado de ese lugar. La joven parecía molesta y bastante frustrada, pero sin más opciones, decidió retirarse del lugar.
-Vaya… es una pena no poder ayudarla, pero me veo obligada a seguir las reglas de esta institución –siguió acomodando los libros en sus estantes correspondientes-.
En lo que habían pasado no más de 2 minutos, ya había terminado. La gran puerta se abrió y entró un joven de cabellos dorados con una leve sonrisa, sin embargo, había algo en su mirada que le parecía extraño, o más bien, atemorizante.
-disculpe, Profesora Nataly…
-¡Profesor Shiki! es un gusto para mí recibirlo aquí, ¿en qué puedo ayudarle? –respondió, sorprendida de verlo en ese lugar, sabiendo que nunca entraba a una biblioteca si no era la que él mismo tenía en su departamento.
-verá… -se acercó a ella- estoy buscando un libro que se llama “Historia Shinigami: Deathmasters” y tengo entendido que solo existe una copia del mismo, la cual se encuentra aquí.
-en efecto –contestó- recientemente vino una chica a buscarlo, y me temo que la respuesta que le di es la misma que debo darle. Está terminantemente prohibido sacar ese libro de esta biblioteca. De verdad lo siento, profesor.
El joven que tenía en frente se quedó pensativo unos momentos. A Nataly le pareció que, si bien su mirada ya era algo atemorizante, en esos momentos se tornaba aún más que antes y se empezaba a ver una expresión sádica en sus ojos. Pero claro, seguro era su imaginación, pues el Profesor Shiki era la persona más agradable que había conocido en bastante tiempo.
-Pues… -dijo, en un tono algo frío- yo vine aquí por ese libro…y no pienso irme sin él.
-Me temo que no puedo permitirlo, reglas son reglas.
-Bien –sonrió de manera sádica, su mirada expresaba un deseo profundo de matarla si era necesario. Se acercó cada vez más a ella- No quiero generarle ningún problema…
Nataly iba retrocediendo cada vez más, no lograba comprender qué le pasaba al joven que tenía en frente, pero sabía que era algo malo y no le convenía estar muy cerca de él.
Shiki logró acorralarla en una esquina. Observó como él sacaba de dentro de la manga izquierda de su camisa un puñal y luego lo miró a los ojos. Lo único que llegó a pronunciar fue:
-U-usted es... –más no terminó su frase, pues fue interrumpida por Shiki.
-Sí… lo soy.
El puñal que sostenía fuertemente en su mano derecha atravesó sin ningún tipo de dificultad el cuerpo de Nataly. Sangre. Eso era lo único que ella atinó a ver, un líquido rojo brotando de su herida, la cual comenzaba a arderle más y más, y sumida en la desesperación y el dolor, comenzó a ver todo borroso, hasta que el lugar en su totalidad, se tornó negro y cayó al suelo, aparentemente muerta.
Shiki sonrió y soltó una pequeña risa. Se acercó al registro y verificó el lugar donde se encontraba el libro que buscaba. Una vez lo tuvo en sus manos, lo colocó en un sobre y lo guardó en un portafolio que había dejado a un lado antes de hablar con “la víctima”. Había sido precavido, pues había llevado unos guantes puestos al momento de matarla, los cuales ahora se había quitado.
-Victima nº 20… -dijo en un tono frío y arrastró el cuerpo de Nataly hasta la puerta trasera de la biblioteca.
Ya fuera de esa habitación y con los guantes puestos, la ató de pies y manos y se adentró en el bosque que estaba cerca de allí, dejándola en un pequeño claro, entre unos arbustos. Verdaderamente no le importaba que la descubrieran o no, sólo le interesaba que estuviera muerta. Regresó y limpió todas las manchas de sangre, con tanta precisión y sin dejar huellas, que era imposible que lo descubrieran. Es más, ni siquiera parecía como si hubiera habido un asesinato en ese lugar. Las cámaras no funcionaban, las había desconectado antes de entrar, por lo que era imposible que se hubiera grabado una imagen suya. Simplemente era lo que muchos llamaban “el crimen perfecto”, a lo que Shiki solía numerar, puesto que todos sus crímenes lo habían sido. “El crimen perfecto nº 20”. 20 víctimas, y todavía podían haber más. Shiki no estaba seguro en ese lugar, y no lo estaría hasta lograr su cometido. Cualquiera que supiera algo, por muy poco que fuese del tema, merecía morir. De lo contrario, sería él quien muriera si lo delataban.
Cuando abrió sus ojos, no reconoció el lugar en el que estaba, había mucha tierra y todo estaba cubierto de árboles y arbustos; Y Cuando quiso moverse, se percató de que estaba atada, y eso fue suficiente para ponerla nerviosa. Comenzó a desesperarse y moverse bruscamente, rogando que un milagro pasara. ¡El profesor Shiki era un nivel 4, y había intentado matarla! Sangre nuevamente. Recordó el día anterior, la profunda herida que había en su cuerpo, cerca del estómago, y comenzó a retorcerse del dolor.
Lo que estaba viviendo era una abominación, una pesadilla hecha realidad.
De repente, escuchó unas pisadas. Y lo que vio, fue nada más que el milagro que esperaba, su salvación, o almenos eso había pasado por su mente en aquel momento. Una joven de cabello negro, largo hasta las rodillas llegó corriendo, sus ojos rojos brillaban con la luz del sol y parecía enojada.
Claro está, que sabía quién era esa chica y se sintió aliviada de que esté ahí, no podía hacer mucho, pues el dolor que sentía era impresionante, pero como pudo, comenzó a moverse con la pequeña esperanza de que ella pudiera verla.
Todo lo siguiente estaba en blanco. Quizá había entrado en una fase de nerviosismo y repentinamente había olvidado lo que seguía, pero tenía un leve recuerdo: Unos ojos bastante intimidantes, de un color azul zafiro que se acercaban más y más a ella, y que susurraban unas palabras incomprensibles. Lo único que entendió de todo aquello, fue: “Olvídalo todo”. Y a partir de ese momento, lo único que recordó fue esa frase… nada de lo que había pasado tenía lugar en su mente. Todo… estaba en blanco.
Se despertó bastante agitada, casi creyendo que había estado gritando toda la noche, pues le dolía la garganta. Respiró profundamente, sin saber qué es lo que pasaba y se recostó levemente en esa cama. Miró a su alrededor. ¿Dónde estaba? Todo parecía tan… vacío. Estaba en una habitación, desde luego. Pero…
“Olvídalo todo”
Se abrazó a la frazada que la cubría. Sólo había sido un sueño, una pesadilla. Realmente no recordaba qué es lo que había soñado, pero sabía que la había pasado bastante mal esa noche.
Suspiró, y volvió a dormirse, casi sin prestar atención al leve dolor que tenía cerca de su estómago.
En un departamento de la zona central de la Dimensión Shinigami, reinaba el silencio.
Shiki deambulaba de un lado al otro de su habitación, pensando. Su mirada tenía un toque de frustración mezclada con preocupación e intriga. ¿Qué tanto sabía Nakuru sobre sus planes?; ¿Por qué no había podido matarla?
Se sentó en un extremo de su cama y se quedó inmóvil, sin dejar de pensar, razonar y volver a los pasos anteriores, buscando cualquier tipo de evidencia que lo delatara, que hiciera que Nakuru lo descubriera, y que hiciera que todo lo que estaba haciendo fuese en vano. No había nada, o almenos no recordaba nada. El mismo se había dicho para sí, todos sus crímenes eran perfectos, sin un solo error. A excepción de... que Nataly seguía con vida.
Intentó relajarse, recostándose y respirando profundamente. Todo estaba bien… todo lo que él hacía estaba bien, no había error ni equivocación. Y nadie podía culparlo, no sólo porque no había pruebas en su contra, sino también porque… todo lo que él hacía… lo hacía por un motivo en específico. Una razón que siempre lo incentivaba a seguir adelante, a matar a cuantos Shinigamis fuera necesario, todo, si ese sueño, si ese deseo, podía ser cumplido. Cerró sus ojos, llevó ambas manos a su pecho, donde debería estar su corazón, y suspiró.
No existía un ritmo cardíaco dentro de él, su corazón parecía estar dormido siempre, pues no latía a diferencia del de los demás Shinigamis. Una pregunta que siempre le rondó por la cabeza: “¿Por qué mi corazón no late?”. Quién sabe… de todas formas, en esos momentos no le importaba tanto. Poco a poco se fueron cerrando sus parpados, y quedó dormido profundamente con una leve sonrisa, tras recordar cuál era la razón que hacía que todo tuviera sentido en su aparente “vida”.
Esa mañana fue muy agitada. La repentina y rápida aparición de Nataly había generado bastante conmoción en la academia y todos los jóvenes Shinigamis se veían bastante alterados.
La profesora Lamu entró, seguida por otros dos profesores, una profesora y por Haruhi.
Prof. Lamu: ¡Bien clase!… ¡CLASE!… Gracias. Como bien saben, la profesora Nataly había desaparecido recientemente y de igual manera, apareció ayer. Fue encontrada por el profesor Shiki, presentando profundas heridas en su cuerpo, específicamente en la zona cercana al estómago. Dado que, además de sus múltiples funciones, era su profesora de ética, y teniendo en cuenta su estado actual de recuperación, nos vemos obligados a reemplazarla por un tiempo, ella volverá a esta academia, pero no estará en condiciones de enseñar. De momento, saluden a su nuevo profesor de ética.
La profesora se retiró seguida por sus demás acompañantes, menos dos. Una, era Haruhi quien pasó rápidamente a sentarse al lado de Nakuru y el otro, era un muchacho de aparentes 21 años, de cabello corto, negro y brillante. Sin embargo, había algo en él, que le llamó completamente la atención a la clase, pero más que a nadie a Nakuru.
Cuando se quiso dar cuenta, se había perdido en sus ojos. Unos ojos grandes, pero inexpresivos, su mirada no tenía ni la más mínima emoción.
Apoyó sus libros en el escritorio, se paró de frente a la clase y sin mirar a ningún punto fijo, dijo con una voz calmada.
-Mi nombre es Natsuno Fellow y de ahora en más seré su profesor de ética. Espero no tener ningún problema con ustedes, ya que tengo mis esperanzas puestas en que serán un gran grupo de estudio. No tengo más que agregar, pasaré a…
Haruhi: ¿Ya viste que profesor tan genial? –dijo por lo bajo, a Nakuru, quien se limitó a quedarse callada-
Prof. Natsuno: Matsurai…
Haruhi: ¿eh? S-si profesor…
Prof. Natsuno: guarda silencio… ¿quieres? Bien. Pasaré a tomar asistencia, por favor, respondan claro y fuerte –tomo el registro de alumnos y comenzó a nombrarlos y a anotar los nombres de los ausentes.
Haruhi: Nakuru…
Nakuru: ¿…?
Haruhi: ¿cómo es que me escucho?... Si lo dije demasiado bajo, además, estamos en la penúltima fila de atrás…
Nakuru: eres bastante revoltosa, procura quedarte callada cuando los profesores hablen…
Haruhi: no ayudas en nada…
Nakuru: como si me importara.
De hecho, si le importaba, o más bien, le intrigaba de qué manera la había escuchado, pero se dio cuenta de que era una estupidez el ponerse a pensar en eso e intentó concentrarse y escuchar su nombre.
La clase fue bastante entretenida, pero el nuevo profesor era bastante extraño. Cuando hablaba, nunca miraba a la clase, siempre miraba a un punto fijo de la pared, reaccionaba ante ruidos mínimos y muchas cosas más que Nakuru no había llegado a enumerar. Sin embargo, más allá de eso, había algo en aquel muchacho que hacía que ella se sintiera a gusto, incluso más que cuando estaba con Shiki.
En el receso, una vez que todos salieron.
Prof. Natsuno: Hantherd… ¿tiene un minuto? Necesito hablar con usted.
Nakuru: sí… -se acerca a donde estaba- ¿sucede algo?
Prof. Natsuno: -termina de acomodar sus papeles y colocándolos en un portafolio, se dirigió a la puerta, seguido por Nakuru, donde le dijo:- No es nada por lo cual debiera preocuparse pero… Yo que usted, me cuidaría bastante de ese profesor de Guadañología –así, dejó a Nakuru con la boca semi-abierta mientras se alejaba a la sala de profesores-.
¿A qué se había querido referir con eso? Alguien la despeinó completamente desde atrás.
Shiki: ¿conociste al nuevo profesor? Yo aún no he tenido oportunidad de hablar con él.
Nakuru: ¿no venía a esta institución?
Shiki: no, es nuevo. Es más, entró justamente ayer.
Nakuru: vaya… es bastante agradable… y sus clases son muy divertidas…
Shiki: -poniendo una mala cara en forma graciosa- no tanto como las mías ¿verdad?
Nakuru: jaja claro que no, nadie supera tus clases…
Shiki: mejor, si ese tipo osa dar clases mejores que las mías se las verá frente a frente conmigo.
Nakuru: ¿hablas en serio?
Shiki: Jajaja claro que no. Creo que tienes razón, parece un buen tipo.
Nakuru: sí…
Shiki: bueno, ¿quieres que vayamos al jardín de la zona Este hasta que termine el descanso?
Nakuru: ¿por qué no?
Ambos se dirigieron al jardín. A lo lejos, Natsuno percibía perfectamente a Shiki, quien se reía junto a Nakuru. De repente, no pudo evitar pronunciar estas palabras para sí mismo, mientras su rostro se tornaba algo sombrío y con una leve expresión de odio…
Natsuno: Como le hagas daño a ella… no te lo perdonaré, Biancci.
//FIN DEL CAPÍTULO 07//
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