LCDSEI
Hola, parece que andas paseando por el foro sin tener tu cuenta abierta, ¿qué esperas? Si ingresas a tu cuenta o te inscribes con nosotros tendrás abierto ante tí todo un mundo de Inuyasha y podrás disfrutar de muchas y variadas actividades.

Unirse al foro, es rápido y fácil

LCDSEI
Hola, parece que andas paseando por el foro sin tener tu cuenta abierta, ¿qué esperas? Si ingresas a tu cuenta o te inscribes con nosotros tendrás abierto ante tí todo un mundo de Inuyasha y podrás disfrutar de muchas y variadas actividades.
LCDSEI
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Links de interés
──────────────────
───•Tumblr oficial
───•Facebook
───•Youtube
──────────────────
Navegación









Hermanos (Autor: Erekhose)

+2
amerika-kikio
MikoAucarod
6 participantes

Página 2 de 3. Precedente  1, 2, 3  Siguiente

Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por MikoAucarod Jue Feb 12, 2009 9:04 pm

Recuerdo del primer mensaje :

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

-----


Todos los personajes y la historia original pertenecen a Rumiko Takahashi, esto lo hago sin fines de lucro…



HERMANOS



Desde que la encontró, todo cambió para él. Por más que insista en parecer duro e inconmovible, no puede menos que preocuparse por ella. Al principio eso lo molestaba… poco a poco, lo fue aceptando como una parte de su personalidad. Ella lo alegra sin siquiera pensarlo, le hace sentir necesario… nunca creyó que fuera posible…



-Sessoumaru-sama!



-Donde estabas, Rin?



-Sesshoumaru-sama! Hay una hermosa laguna allá delante! –Rin le tomó levemente la ropa para darle un pequeñísimo jalón, apenas perceptible – venga por favor!



Sesshoumaru se sorprendió a sí mismo (como iba ocurriendo a menudo) siguiendo a la pequeña hacia el lugar que ella indicaba… su olor se había vuelto tan familiar, que ahora, incluso en ocasiones, cuando la dejaba con Jaken para ir a algún combate, lo extrañaba…



-Su olor… -murmuró para sus adentros



-Que? que pasa, amo Sesshoumaru? –Jaken le sigue de cerca, y alcanza a oírle – esa niña! Que hizo ahora, amo bonito?



-Mmmmmm



-Sesshoumaru-sama! Mire! - y la niña señalaba un lugar en verdad hermoso… una laguna con una hermosa cascada, el agua estaba fresca y cristalina, y las rocas que rodeaban la misma parecían alfombras de suave musgo… bellísimo sitio tocado por Dios... – Puedo bañarme aquí señor?



-Sí, no te vayas lejos…



-Sí Sesshoumaru-sama!



-Ayyy amooo! Pero esta niña hace lo que quiere!



-Calla Jaken, y quédate cerca… tengo que ver algo…



Cerca de la laguna, pero al lado opuesto, un pequeño grupo caminaba siguiendo el sonido de la caída de agua… las dos jóvenes mujeres deseaban por sobre todas las cosas darse un baño, la última batalla las había dejado sucias y con olor a sudor y sangre de monstruo… Inuyasha les había hecho notar, con su singular delicadeza, que apestaban, y Miroku no encontraba un buen lugar donde se lavaran, y que él pudiera verlas…



Al fin, llegan al lugar, y algo en el viento alerta a Inuyasha y a Miroku…



-Hueles algo, Inuyasha?



-No… el viento es demasiado fuerte y esta de lado a nosotros, se lleva todo… pero tengo una sensación extraña…



-Yo también… algo malo se aproxima… creo que será mejor si voy con las chicas para vigilarlas, no sea que algo les pase…



-Mirokuu! Eres un libidinosoooo! –Inuyasha se lanza en pos de su amigo, con la firme intención de hacerle tragarse sus palabras… cuando…



Tres gritos suenan al unísono en la laguna… una niña y dos voces de mujer joven resuenan para luego dar paso a las risas…



Sesshoumaru oye el grito de Rin, y corre a ver que pasa… al llegar a la laguna, en el centro cerca de unas rocas, se encuenta la niña junto a “esa humana” y la exterminadora… las tres ríen estrepitosamente mientras juegan a arrojarse agua… de pronto, ese olor tan familiar le llega de golpe…



-Sesshoumaru…



-Inuyasha…



-Que haces aquí… - entonces, Inuyasha sigue la línea de la mirada de su medio hermano, y se topa con la visión de la pequeña que juega con su Ahome y con Sango – ah! Ya veo…



-Quieres pelear? Sabes que te mataré…



-Sabes Sesshoumaru? Creo que esta vez no quiero pelear… por lo visto tu solo estás aquí por ella… dejémoslas disfrutar…solo ignorémonos…



-Eso será difícil… tu peste de hanyou es abominable…



En ese momento un tremendo golpe de agua les dá de lleno, y los deja empapados, la cara del youkai resulta indescifrable, mientras que la mirada del hanyou se llena de diversión… Una roca de tamaño colosal sale disparada hacia el lado contrario, aplastando contra un árbol a un libidinoso joven que observaba a las bañistas con cara de “no-lo-soporto-mas”



-Jajajajajajajajajajjajajajajajajaaa! -Inuyasha ríe abiertamente ante el rostro de su hermano, cuyo cabello plateado escurre agua… - Pues ahora tu hueles a perro mojado!



-Monje pervertidoooo! -Ahome y Sango están casi totalmente fuera del agua… la niña ríe tan fuerte que casi cae, siendo sujetada de inmediato por una Ahome arrebatadoramente hermosa...



De pronto, Ahome calla, Sango tiene algunos extáticos segundos observando al otro lado con cara de susto, y entonces voltea… la escena no puede ser más bizarra… Inuyasha y Sesshoumaru empapados, observándose en divertido silencio… y ninguno ha llevado la mano a la espada…



-Qu-Que esta ocurriendo, Sango? –Ahome esta asustada, con eso de defender su privacidad de la mirada calenturienta del monje, no esperaban bajo ninguna circunstancia ver esto…



-No lo sé Ahome…



-Sesshoumaru-sama… -Rin también siente la tensión en el aire, tanto así que sale del agua y se para en una roca, y llama con preocupación a su querido guardián- no pelee…



Al fin, el youkai la mira, se endurece un poco al verla de esa guisa, sabiendo que el monje estaba cerca…



-No te preocupes Sesshoumaru, Miroku es un libidinoso, pero no un puerco pervertido, le gustan las mujeres mas desarrolladas… -Inuyasha adivina los pensamientos de él, sin proponérselo – a las que hay que cuidar es a Ahome y a Sango…



-Mmmmmm – Sesshoumaru se voltea, y se aleja unos pasos- no es necesario que te diga, que si llego a pensar algo distinto de ese monje, le haré tanto daño que suplicará por que lo mate…



-Lo sé… si así fuera, puedes contar con que te lo entregaría personalmente…



Sesshoumaru queda petrificado ante esas palabras, Inuyasha le ofrece algo que él no esperaba. Sabe que si lo dice, es por que lo haría… pero, a ese hanyou que le importa lo que le pase a su Rin?



Su Rin?



Inuyasha percibe la confusión en su medio hermano… el poderoso demonio tiembla ante la idea de que algo le pase a la niña…



-No tiene nada de malo que te preocupes por ella… es bueno tener amigos…



-Que? –Sesshoumaru se ha girado rápidamente para quedar frente a su joven medio hermano – que has dicho?



-Por que llegaste corriendo en cuanto la oíste gritar?



-Que?



-Sesshoumaru, estabas tan preocupado buscándola, que no te diste cuenta de mi presencia hasta que ya me tenías encima… por que crees que no te ataqué?



- …..



-Pro que te preocupa lo que Miroku haga?



-Yo…



- Vámonos, dejémoslas seguir, que todas necesitan ese descanso, además tu pequeña amiga necesita compañía femenina de vez en cuando…



-En eso tienes razón Inuyasha… no esperes que seamos amigos



-Claro que no! Que te pasa! – Inuyasha sonríe abiertamente, lo cual aterroriza a todos los observantes, incluso Miroku se ha olvidado de espiar a las desnudas jóvenes…Shippou esta petrificado… - esto es una especie de tregua… por ellas…



-Sí… solo esta vez… pero cuando nos volvamos a ver



- En otras circunstancias –Completó el hanyou



-Pelearemos…



-A muerte



Inuyasha se gira para retirarse, e ir a llevarse al monje a otro lado, cuando una mano sujeta su hombro…



-No esperes que esto dure, Inuyasha… no somos amigos…



-Ya te dije que no… -Inu se siente extrañado ante esta repentina muestra de familiaridad



-Y la próxima vez no tendré compasión…



-Lo sé… ahora déjame ir por Miroku, para llevarlo a otra parte… tu vigilas a las chicas?



-Sí, estaré cerca… si algo ocurre aquí estaré…



Inuyasha observa detenidamente, por un largo minuto a su eterno rival… entonces cae en la cuenta..



-Esto no es compasión, y lo sabes, lo que pasa es que somos hermanos… y no habrá amistad entre nosotros… - Inuyasha lo mira con seriedad



-Sí… somos hermanos… -Sesshoumaru le sostiene la mirada…



-Me voy – Inuyasha cruza el lago de un prodigioso salto, y toma a Miroku, después de golpearlo con fuerza y lo lleva jaloneando por el aire, para ponerlo a resguardo…



Mientras, Ahome y Sango miran aterrorizadas al youkai, la pequeña Rin, sonríe con dulzura



-Sesshoumaru-sama…



-Pueden jugar un rato… si algo pasa estaré cerca, de éste lado… Inuyasha estará de aquel… Rin no te quedes demasiado… el agua está fría



Camina lentamente alejándose a prudente distancia, mientras hace explotar un poco de su energía, secándose rápidamente, Jaken lo sigue como zombie, sin dar crédito a todo lo que acaba de vivir…



-Vaya que fue horrible – Sango está pálida



-No sé que es más temible… cuando él nos ataca… o esto – Ahome incluso se olvidó de su desnudez



-El amo Sesshoumaru es muy bueno… Él es muy bueno conmigo – Rin las mira con firmeza en los ojos – yo quiero estar con él para siempre…



-Creo que es una tregua… bueno, no hay nada más que hacer –Sango se recupera primero de la impresión, y arroja un delgado y brillante chorro de agua a la espalda de Ahome, la cual se eriza… el juego recomienza, mientras Rin ríe feliz de la vida, y salta de un lado a otro perseguida por sus ahora compañeras…



En un árbol, Inuyasha está cómodamente sentado, puesto que el atractivo y poco cooperativo monje se encuentra atado a un tronco cercano, mientras Shippou le vigila atentamente… lo que ha ocurrido lo tiene sumido en una profunda meditación… por lo visto en su sangre de Demonio corre esa debilidad por los humanos… incluso su hermano, el terrible youkai lo ha aceptado… tal vez no sea tan malo, después de todo…



Y hacia el otro lado, en la hierba suave, Sesshoumaru medita respecto a lo ocurrido… esa debilidad suya… pero cada vez que piensa en la niña no lo vé así…sin querer, entiende el sentimiento de su medio hermano por la humana, primero por la sacerdotisa, y ahora por ésta mujer, tal vez… solo tal vez, su enemistad con Inuyasha deje de tener sentido… si ambos padecen el mismo mal… pero eso será con el tiempo



-Hermano … -susurra un joven y apuesto hanyou



-Hermano…- le responde en silencio un poderoso youkai



- Otra vez será…- piensan al unísono…
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo


Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Cap. 9) Autor: Erekhose (Simorgh)

Mensaje por MikoAucarod Lun Feb 23, 2009 6:29 pm

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

-----

HERMANOS

Devolverte el favor…
El rumor se está haciendo más fuerte… un youkai del sur ha llegado.
Como todos, está en busca de la Perla de Shikkon, como algunos, posee un par de fragmentos, obtenidos, obviamente, matando a otros youkais.
Aunque ya era fuerte, deseaba mas poder, para así vencer a su Némesis…
El gran Sesshoumaru…
-¿Inuyasha? ¿No sería bueno alejarnos un poco más? Así quedaríamos fuera del alcance de ese demonio! -Shippo se encuentra muy angustiado por el rumor
-Claro que no, Shippo! No seas cobarde, deja que nos alcance, y ya verás como le destruiré fácilmente! -Inuyasha desconoce la historia del Youkai
-Pero, Inuyasha, ¿¿¿no es eso correr riesgos innecesarios? Sobre todo para la señorita Ahome! –Dice Miroku, conciendo de antemano la respuesta
-Pues por eso! Mientras más tiempo esté vivo, es peor! Además, según dicen, posee dos fragmentos! Sería bueno quitárselos… -Inuyasha hace un gesto avaricioso
-Por mi parte, no hay problema, además pienso lo mismo de los fragmentos… -Ahome aplasta los intentos de Shippo de evitar la batalla.
-Bueno, será mejor que comamos algo, ya que no es agradable pelear con el estómago vacío –Dice Sango, mostrando una buena cantidad de grandes peces – Vamos Ahome! Cocinemos esto!
-Hai!
Ambas chicas se dedican a preparar y asar los peces en el fuego que Miroku hizo para ellas, mientras Inuyasha se mantiene alerta.
Al otro lado del bosque, bastante alejados del grupo, Sesshoumaru y su comitiva se encuentran junto a un río, ya que Rin se ha detenido a pescar para comer… Jaken salió en busca de algo, y cuando regresó, traía grandes nuevas a su querido amo…
-Amoooo Sesshoumaruuu! Amooooo Sesshoumaruuu!
-Deja de gritar, que ya te oí, Jaken –Murmura el Taiyoukai
-Amo Sesshoumaru! No se imagina que novedades le traigo!
-Habla…
-¿¿¿Recuerda a aquel youkai del sur…. Amaiketzu? Creo que se llamaba así!
-Si…
-Bueno, amo bonito… ha regresado! Y dicen que está tras los fragmentos de la perla que posee la humana de ese tonto de Inuyasha! De seguro ya los encontró y debe estarlos matando justo aho… ra… – Jaken se detiene en seco, cuando observa la reacción de su amo… no es nada agradable – ¿¿¿amo? ¿¿¿Amo bonito? ¿¿¿Que le pasa?
-Ese maldito ha regresado… ¿de verdad cree que podrá matar fácilmente al otro hijo de mi padre?… -Sesshoumaru se nota realmente furioso – Rin, Jaken, vamos…
Flashback
Tendrían más o menos la misma edad, pero hacía unos doscientos cincuenta años, siendo ambos más jóvenes, habían peleado ante los ojos de sus padres.
Se suponía, que por honor, el que perdiera se marcharía, y ya no habría conflictos por el liderazgo…
Los Poderosísimos progenitores de aquellos jóvenes demonios, rodeados de sus séquitos de youkais, observaban calladamente la batalla, sentados en sus rodillas, impasibles, grandiosos… el conflicto lo había iniciado Amaiketzu en un arranque de presunción. Ahora tendría que acabarse.
El viento azotaba las cabelleras de los demonios…
Uno, de áurea mirada, y pelo color de luna, enfundado en un kimono blanco con motivos en rojo…
El otro de largos cabellos negros y ojos amatista, la piel tan blanca como la de su oponente, pero vestido en un kimono negro sin mangas, con bordado de dragones en plata, y de armadura, solo una franja metálica cruzando parte de su pecho, con dagas en las muñecas… en sus brazos, como marca de su linaje, un extraño patrón de marcas en tono amatista también…
Sesshoumaru ganó con dificultades, Amaiketzu debía irse con su padre y jamás volver, pero él no estaba dispuesto a aceptar eso. Y para gran vergüenza de su familia, regresó a tratar de vencer al Taiyoukai.
Fin del Flashback
Aunque Rin no había terminado de comer, el tono autoritario y furioso de su querido Sesshoumaru-sama, le instó a hacer lo que le decían… ambos le seguían de cerca, cuando se alzó en vuelo… Rin y Jaken montaron en Ah-Hun, y le siguieron por aire…
Llegaron justo a tiempo al campo de batalla, para encontrarse al Taiyoukai del sur en plena pelea con Inuyasha…
Cobardemente, había atacado también a los humanos que acompañaban al hanyou, siendo Ahome la mas lastimada con una fea cortadura en el vientre.
El olor a sangre de la sacerdotisa, puso frenético a Sesshoumaru….
Amaiketzu recibió el olor de su archienemigo con enorme placer…
En cierto modo todo esto lo había hecho por él…no tanto por el liderazgo absoluto… sino por él… por Sesshoumaru…
Flashback
-No se te ocurra deshonrar nuestra casa con tus perversiones –El Taiyoukai del sur, el señor de las tempestades y los maremotos, hablaba con gran desprecio a su único hijo varón, su promesa, su orgullo – No se te ocurra hacer eso que tanto deseas, porque jamás te será perdonado.
-Pero, padre… ¿es que deseas que me arranque el corazón? Por que no puedo ordenarle que deje de amarle!
-Calla! –Una dura bofetada arroja al muchacho al suelo – ¿¿Como te atreves a pronunciar esas palabras frente a mi! ¿¿¿Es que olvidas que eres un hombre! Y él también!
-¿¿¿Pero como puedo olvidarlo? –El joven, de rodillas, estaba a punto de destrozar el suelo con un puñetazo - ni siquiera sabes si me rechazará!
-¿¿¿Es que también has olvidado que YA TE RECHAZO? – El padre aludía a un anterior encuentro de ambos jóvenes, el príncipe Sesshoumaru, y su hijo, Amaiketzu, en el cual, casi muere éste último al intentar besar al taiyoukai – él te desprecia! … y por desgracia, ahora yo también…
-Padre, enviaré un desafío… si le venzo, él será mío… si él me vence… pueden pedir lo que deseen… -Amaiketzu no estaba dispuesto a entender razones
-Si te vence, volverás para jamás regresar, y te casarás con la joven que te hemos elegido… deberás tener descendencia a como dé lugar…
Así comenzó la batalla de los príncipes, cuando Inuyasha no había nacido aún….
Fin del flashback
Cuando tuvo a la vista a los acompañantes del Taiyoukai del oeste, se sintió profundamente celoso…
-Sesshoumaru… ha sido una espera larga….
-Amaiketzu… repugnante criatura… ¿no se suponía que te pudrirías en tus territorios?
-Sabes que no puedo, no… sin… antes… - Le miró significativamente
Todo esto pasó inadvertido para Inuyasha y compañía, quien se encontraba muy sorprendido ante la aparición de su hermano…
Amaiketzu se lanzó contra Sesshoumaru…
Éste se preparó para recibirle con la espada desenvainada… pero el youkai de ojos amatista pasó de largo junto a él, y atacó con enorme crueldad a la niña y al demonio menor que le esperaban a sus espaldas… logrando lastimar a Rin…
Inuyasha, sospechando algo, detuvo el mortal ataque de Amaiketzu… y, tomando a la niña y a Jaken, corrió en dirección de sus propios malheridos amigos, Ahome, olvidándose de su propio dolor, tomó preocupadísima a Rin en sus brazos, y se dispuso a curarla….
Sesshoumaru, casi muere de la rabia… su furia era palpable…
El choque de la espada con la curiosa alabarda doble del youkai del sur era impresionante… sacaban llamas cada vez que se tocaban… el poder del Príncipe de las tormentas era enorme…
De un ágil giro, Amaiketzu, rotando en el aire su alabarda, hirió el costado de Sesshoumaru… éste le contestó, atravesándole un hombro con la Toukijin… de un puñetazo, Amaiketzu le alejó, para acometer de nuevo con las dagas que traía en las muñecas… Sesshoumaru le esquiva graciosamente, en un amplio despliegue de velocidad… de un golpe, Amaiketzu arranca un buen trozo de terreno… Sesshoumaru arroja un haz de energía con su espada, siendo detenida por la poderosa alabarda de su contrincante…
Inuyasha Interviene, furioso por la herida que su Ahome había recibido… el Kaze no Kizu fue en extremo poderoso, casi alcanzando al youkai de cabellos negros… que lo esquiva con gran dificultad…
En ese momento, Sesshoumaru, repentinamente se dirige hacia su hermano, y se detiene a su lado…
-No intervengas Inuyasha… -nunca aparta la mirada de Amaiketzu
-Pero…Sesshoumaru… ese imbécil hirió a Kagomee! –Inuyasha, a pesar de todo, cree entender un poco a su hermano
-Ya lo sé… pero en esta ocasión, debes detenerte… él… eso y yo, tenemos una cuenta pendiente… es por honor…. –Sesshoumaru al fin mira directamente a los ojos de Inuyasha – Yo vengaré lo que hizo…
-Entiendo… respetaré tu decisión, hermano – Inuyasha, para gran asombro de su hermano, elimina la transformación de Tessaiga, y la enfunda… luego, como si hubiese sido planeado, se sienta de rodillas, a observar con toda propiedad, la batalla de su hermano mayor…
-Inuyasha… -Sesshoumaru tuvo que reconocer que el parecido con su padre era casi doloroso…
-Pelea, y destrúyele… por lo que hizo a nuestros respectivos amigos…
-Hm
Sesshoumaru se dirige, ésta vez con todo su poder en contra del youkai del sur… la batalla dura muy poco, ya que Sesshoumaru es superior en todos los sentidos…
Al fin, Toukijin se aloja en el pecho de Amaiketzu, y explota, destrozándole por completo…
-Sesshoumaru… solo quería… solo quería… tenerte… una vez…
-Despreciable… no cumpliste con tu palabra… si no tienes honor… ¿como quieres tenerme a mí?
-Porque… te... –al fin, exhala su último aliento y se desmorona en cenizas
-Fuiste una vergüenza para tu casa… y para mí…
En ese momento, los fragmentos de la perla hacen su aparición, siendo robados por un grupo de Abejas del Infierno, que esperaban atentas… Naraku se salía con la suya, de nuevo…
Nadie tiene las energías necesarias para seguirles… en otra ocasión será…
Sesshoumaru se dirige hacia Inuyasha, levantándose éste a la vista de su hermano…
-Ahora entiendo…
-Se suponía que esto no debió pasar –Dice Sesshoumaru, señalando a los heridos
-Bueno… tú lo dijiste… no tenía honor…
-Inuyasha! –Ahome se espanta ante las heridas que presenta… cuando observa a Sesshoumaru, vuelve a gritar, ya que también está cubierto de sangre… -ven aquí para que te cure… y tú tambien Sesshoumaru… por favor, déjame curarte…
-No lo necesito –Sesshoumaru no puede perder la dignidad en manos de una sacerdotisa… -hm!
-Ves, te duele a ti también, -dice un alegre Inuyasha
-Vamos, deja que la señorita Ahome te cure, sus medicinas del futuro son maravillosas! –Miroku intenta convencer al Taiyoukai - además, de todos modos tendrán que esperar a que la pequeña se recupere…
-Hm
Sesshoumaru se sienta, en espera de que Ahome acabe con Inuyasha, luego, ella se encamina hacia él con el botiquín y la mochila en manos, para atenderle… (Nota de Aucarod: Obviamente creo que ella ya se ha curado o puesto algún vendaje, ¿no?... digo...)
-Bueno, ahora tendrán algo más de que hablar ¿no?... ahora sabrán como se siente mi piel –inquiere Sesshoumaru, sonriendo burlón – Tennyos de la noche… -esto último en un susurro divertido…
-Ay! –Ahome se sonroja profusamente – por… por… por favor… déjeme… quitarle… el ahori… para… poder… aaayyyyy…. Que vergüenza…
-¿¿¿Que te pasa Ahome? Nunca te había visto así! –Inuyasha desconocía la historia de las aguas termales….
Ella no contesta mientras venda el costado de Sesshoumaru, y rocía spray desinfectante y calmante sobre las demás heridas…
-¿Así que ese demonio estaba enamorado de…? -pregunta Sango
-Sí –por toda respuesta…
-Bueno… ya es historia antigua… olvidemos esto. Miroku entiende que esto puede ser muy molesto para el Taiyoukai - Que bien! La pequeña Rin ha despertado!
La niña se levanta lentamente, es obvio que sufre dolor… así que Sesshoumaru acepta quedarse con el grupo esa noche, solo para que Rin se mejore un poco…
Inuyasha y Sesshoumaru se observan repetidamente a lo largo de la noche… los humanos que les acompañan se sienten increíblemente tranquilos al sentirse flanqueados por ellos, el hanyou y el youkai…
“Algún día, Hermano… algún día encontraré la manera de devolverte el favor” –Piensa Inuyasha
-No es necesario –Sesshoumaru ha adivinado sus pensamientos – cuando estabas ahí, fue como ver a nuestro padre nuevamente…
-¿Que?
-Estamos a mano…
-¿Nuestro padre…?
Al amanecer, Sesshoumaru lleva a sus compañeros al palacio de su propiedad, para esperar a que Rin sane por completo…
Inuyasha los ve partir, y retoman la búsqueda de los fragmentos…
Algún día, tendrá la oportunidad de hablar con él… con su hermano, pero hablar de verdad… por ahora, la perla de Shikon es la prioridad, y ambos lo saben…
De todos modos, las redes del destino ya han sido tendidas… los futuros trazados…
Solo queda esperar…
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por amerika-kikio Lun Feb 23, 2009 9:11 pm

Alou!!
ay auki ke raro eso del youkai jaja
imaginate a seshy asi...
mmm no mejor no! asi
lo kieren muchas jeje weeenu
pues me paso a retirar y de
verdd io kiero ke ambos admitan ke se kieren
jeje son hermanos despues de todo...
y es cierto.. is a kag
la hirieron en el vientre
como es ke rapidamente pudo
sanarlos a todos XP
bye
amerika-kikio
amerika-kikio
Sacerdotisa Hanyou
Sacerdotisa Hanyou

Femenino
Cantidad de envíos : 559
Edad : 30
Localización : Un dia por aqui... otro por alla...
Fecha de inscripción : 07/11/2008

http://www.metroflog.com/inu_pau

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Cap. 10) Autor: Erekhose

Mensaje por MikoAucarod Mar Feb 24, 2009 4:29 pm

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

Aclaración: Este capítulo se ubica poco después del episodio 124 del anime: Adios a la querida Kikyo. Les aviso para que se ubiquen en la trama jeje Ups

-----

HERMANOS
El dolor en mi alma…

Las cosas se han complicado admirablemente.
Kikyo ha muerto.
Los siete Guerreros, el Santo Higushi, El monte de las ánimas… Náraku…
Y ahora, para su gran desgracia, Náraku ha vuelto más poderoso, ya que su corazón se ha apartado de él. Un bebé albino es el resultado de sus metamorfosis.
Y Kikyo ha muerto.

Inuyasha casi olvidó todo lo pasado, por el odio que sintió hacia su hermano al comprobar que él no la había ayudado. Pero a pesar de eso, Sesshoumaru no aceptó el desafío, y solo le dijo que en vez de usar su energía para reprocharle, mejor buscase a su enemigo, quien la había matado.

Y también cargaba con el remordimiento de casi haber perdido a Ahome… aunque ella lo perdonó, le dejó bien claro que sabía que nuevamente se iría corriendo… cuando hubiese la más mínima esperanza de encontrarla con vida…

A Sesshoumaru le afectó ver el dolor de su hermano. Pero tantos siglos de absoluto autocontrol no le ayudaron. Así que solo se retiró para darle tiempo. Después le encontraría para arreglar cuentas…

-Inuyasha… -Miroku observa preocupado a su amigo – por favor…

-Que pasa Miroku?

-Solo quiero que sepas que cuentas con nosotros… ¿somos un equipo no?

-Keh! Estoy bien!

-No es verdad –esta vez, Sango es la que le habla –todos nos damos cuenta

-Sí, Inuyasha! No nos puedes engañar! –Shippo abraza una de sus piernas

-Déjenlo… necesita pensar a solas –Ahome los sorprende con esto, lo cual hace que al fin, todos se pongan de pie, y se dediquen a sus tareas, reales o imaginarias.

Inuyasha salta hacia un promontorio rocoso, sentándose en la cima, con una rodilla flexionada hacia su cuerpo, y el brazo apoyado en ella. Su frente se apoya por fin, sobre su antebrazo, donde todo su dolor amenaza con salir en forma de lágrimas.

Un extraño sonido proviene del bosque a sus espaldas… todos se ponen alerta… pero solo sale Rin…
Otra vez seguida de Jaken

Rin, la pequeña acompañante de Sesshoumaru, se dirige hacia las muchachas, regalándoles sendos abrazos, Jaken se acomoda en un árbol cercano, mientras que los demás miran interrogantes al sapillo.

-No me pregunten, el amo Sesshoumaru nos guió hasta aquí, y luego desapareció. –Jaken se encuentra muy ofendido por tener que convivir de nuevo con estos tontos humanos.

-Sesshoumaru-sama se encontraba muy pensativo por algo… -Rin no tiene tantos remilgos – ¿¿podemos comer con ustedes? Yo se pescar muy bien!

-Claro Rin! –le contestan

La velada transcurre tranquila, excepto por el constante malestar de la incertidumbre. Inuyasha vigila desde su atalaya, pero nada teme.

El olor de su hermano lo rodea todo el tiempo…

-Me pregunto cuando saldrás, Sesshoumaru… - murmura para sí

-Me preguntaba cuando me llamarías… -La grave y profunda voz proviene de algún punto a sus espaldas – ¿sigues sufriendo por esa sacerdotisa?

-¿Por que lo preguntas? ¿No fuiste tú quien me dijo que no le importaba que tipo de relación tuviera con ella? – no hay reto en su tono de voz, solo curiosidad

Entonces, aparecen a su costado izquierdo, la estola y las piernas de su hermano mayor… quien toma asiento justo a su lado, en una posición bastante relajada… sus brazos casi se rozan. La estola cae al suelo, tras ellos.

Una brisa vespertina agita las mangas del haori del Youkai, que terminan azotando suavemente el pecho del hanyou. Éste lo aparta con cuidado, dejando la tela hacia atrás. Sesshoumaru observa la operación con toda calma. Sus cabelleras se mezclan, dejando ver las pequeñas diferencias de tonalidad entre ellas.

-Ese haori… –dice Sesshoumaru, mirando el rojo traje de Inuyasha

-Sí, nuestro padre me lo heredó…

-Lo sé… no se cuantas veces lo ví con él

-¿Lo usaba acaso?

-Poco… en el palacio… o cuando peleamos con los demonios del fuego…

-¿Entonces nuestro padre lo llevó puesto alguna vez?

-Ya te dije…

-¿¿Que pasó con esos demonios?

-Bueno… su fuego era distinto… los mas poderosos se habían reunido junto a nuestro padre, el General Perro, pero muchos murieron allí. Así que para vencerles era necesario matar al líder, que poseía el cofre donde habitaba la fuente de su poder… para acercarse, necesitaba algo más que solo sus espadas… así que se puso ese haori, y se lanzó sobre el jefe. Lo mató y en el proceso mató al ángel preso en el cofre… Ese haori lo protegió de las llamas…

Unos minutos pasaron, en completo y acompañado silencio

-¿Tu estuviste con él en todas sus batallas?

-No… muchas se libraron antes de que yo naciera. Y algunas, mientras crecía… no se me dejaba ir.

-Ya veo… al menos tu estuviste con él… yo ni siquiera lo conocí.

-Pero ya lo has conocido…

-Sí… cuando vencimos a Souunga –Inuyasha cambia su expresión, a una mas dulce- es un ser imponente… pero

-¿Pero no es lo mismo que haberle tratado?...

-Hai – un suspiro doloroso refuerza lo dicho

-Entonces… dime… ¿Aún sufres por ella?

-Nunca entenderás el corazón humano, Sesshoumaru… si, aún sufro, y hasta que me reúna con ella, no dejaré de sentirlo…

-Puedo reunirte con ella ahora mismo! –ruge Sesshoumaru en un arranque de ira – nada detesto más que a los que se rinden por los sentimientos!

-Los sentimientos no hacen que te rindas… te hacen fuerte… no dije que quería morir... – Inuyasha le sostiene la mirada, hasta que el youkai toma una expresión más calmada – solo dije que viviría con éste dolor en mi alma…

-Hm

-¿Por que no la ayudaste?

-Tampoco lo entenderías, hermano, aún nos falta mucho para eso…

-Bueno, tal vez, algún día me lo digas…

-Tal vez…

Siguieron un rato sentados, cerca uno del otro, sin hablar, sin mirarse, solamente haciéndose compañía, mientras que abajo, ambos grupos los observaban con una mezcla de asombro e incredulidad. El grupo de Inuyasha sentía algo parecido a la felicidad… Rin entendía más de lo que quería expresar, y Jaken buscaba la forma menos dolorosa (por que, eso sí, no le gustaba el dolor) de suicidarse…

A pesar de que siguieron con sus tareas y charlas, constantemente les miraban de reojo…

-Cuanto se parecen! ¿Verdad? –Dijo al fin Sango

-Sí… pero si los estudias bien, Inuyasha tiene un mayor parecido con su padre… -Miroku había prestado gran atención al espíritu de Inu-no-Taisho

-Sesshoumaru es sumamente bello, tal vez sus facciones delicadas y sus marcas provengan de su familia materna… pero aún así, es increíble como se parecen…-Ahome les miraba con gran atención

-Incluso en el carácter! Ambos son tan tercos! –Grita Shippou – y fuertes!

- Sesshoumaru-sama tiene un gran corazón… ¿Inuyasha-sama es igual de bueno?- pregunta Rin, sonriente

-Sí, querida Rin, Inuyasha tiene un gran corazón… porque el suyo es humano… -le contesta la sacerdotisa – es por eso que él es tan bueno, y tan noble, y se preocupa por nosotros…

-Tanto, que no le importaría morir por salvar a cualquiera de los que le acompañamos… - Miroku acaricia la cabeza de la nena, mientras habla

-Igual mi Sesshoumaru-sama! A él le preocupamos mucho! Incluso le preocupa Jaken, que siempre está enojado, y da mucha lata! No le importaría morir…

-Eso es, Rin tonta, por que nadie le puede quitar nada que le pertenezca al Amo Sesshoumaru! El te cuida por que tu le perteneces! No por que te quiera, niña tontaaa! –Grita Jaken, furioso.

En eso, un tronco alado se estrella justo en la cara del pequeño demonio verde, aplastándole y enviándole al suelo… todos miran anonadados en la dirección en que llegó el arma voladora, y se encuentran con la molesta mirada del hermoso demonio de blanco… pero la mirada estaba dirigida únicamente al impertinente monillo, que ahora se recuperaba del anterior desmayo… al ver los áureos ojos de su enfadado amo, prefirió volver a desmayarse.

Inuyasha sonreía ante esta extraña exhibición… fue bastante cómico oír al sapillo gritando, para entonces sentir el cambio en el aura que rodeaba a su hermano, el cual solo movió ligeramente un dedo… pero en su actitud, cualquiera diría que podía haber movido un mundo…

-¿Debo entender, hermano, que quieres a esa niña?

-No

-¿Entonces es tu propiedad?

-No

-¿Otra vez con monosílabos?

-Hm

-Vamos empeorando…

-No te metas en lo que no te importa, Inuyasha

-Eso está mejor…

-Es hora de que me vaya… - se pone de pie

-Esta bien… ¿Sesshoumaru?- imitando el movimiento de su hermano

-¿Que? - Ahora, ambos se encuentran muy cerca, frente a frente, el espacio de la cornisa es pequeño… el pelo del mayor roza continuamente el rostro del menor…

-Yo… quisiera… - La mano de Inuyasha se eleva un poco, pero se detiene en el aire…

-¿Que? Termina la frase… -Sesshoumaru entrecierra los ojos para observarle mas profundamente

-Siento lo de… tu brazo… de verdad –Inuyasha baja la mirada, un poco apenado- quisiera…

-No, fue una lección… un verdadero guerrero aprende de todas las cosas… -Sesshoumaru levanta su brazo y lleva su mano al rostro del hanyou, al mentón, para levantarle, de modo que se encuentren las miradas de nuevo – mejor que fueras tú…

Solo quiero hacer mención de las caras que ostentaban todos los presentes… simplemente, la palabra shockeados, no aclararía el punto… petrificados, estáticos, anonadados, impactados, infartados… y todo adjetivo, no alcanza a describir el sentir del grupo… no alcanzaban a escuchar la conversación… pero podían ver todo…

Las bocas y los ojos como platos… con el cuerpo tenso, a punto de romperse algún hueso… el silencio sepulcral con el aire contenido en los pulmones… tenían miedo hasta de respirar…

Inuyasha levantó entonces su propia mano, y rozó con la punta de los dedos el contorno del rostro de Sesshoumaru, cuya mano aún se encontraba sobre su mejilla… ambos se sonrieron levemente…
Sesshoumaru dibujó, con ayuda de la imaginación, el delicado dibujo de las marcas de Inuyasha, de cuando se convertía en bestia…

Inuyasha recorrió con sus dedos las purpúreas líneas del rostro de Sesshoumaru

El gesto cesó tan repentinamente como había iniciado…

El hanyou retiró su mano

El Taiyoukai detuvo su caricia.

Ambos saltaron al suelo, ágiles, para reunirse con sus camaradas, quienes estaban en un estado de apoxia severo, ya en un bonito pero poco saludable tono morado… al fin, al verles llegar al suelo, soltaron el aire, y se recuperaron del susto…

-Rin, Jaken

-¿Si amo? –Responde la alegre pequeña

-Vamos

-Si! – Rin de gira para despedirse de sus amigos –Hasta pronto!

-Hasta luego, Rin-chan! –Le responden

Sesshoumaru y su comitiva se internan nuevamente en el bosque, perdiéndose de vista rápidamente…

-Inu… -El inicio de la frase fue cortado inmediatamente por el aludido

-No! que quede bien claro… no quiero que esto se mencione nunca más… ni una sola palabra, ni una sola pregunta! –Inuyasha luce terriblemente determinado

-HAAAAAIIIIII! - responden al unísono…

Durante el transcurso de la madrugada, cuando todos dormían pesadamente, Inuyasha se acerca a Ahome, y la despierta cuidadosamente…

-¿Ahome? –Susurra –¿Ahome?

-¿Inuyasha? –Pregunta modorra

-¿Puedes venir conmigo? –El muchacho la mira con ojos de desesperación

-Claro! –Ahome despierta por completo al ver esa mirada

El joven hanyou la toma en sus brazos y la lleva a un árbol, sentándose en una gruesa rama a varios metros del suelo… ella le mira inquisitiva, y preocupada…

-¿Que pasa Inuyasha?

-Ven… hace frío –Inu la arropa con su ahori, apretándola contra su pecho

-Inuyasha… -Ahome corresponde el gesto, pasando sus brazos alrededor de la cintura del hanyou, y enterrando su cara en su hombro – ¿que te pasa?

-Ahome… yo… yo odié a Sesshoumaru por mucho tiempo… luego… algo pasó… no estoy seguro… pero dejé de odiarle… incluso… creo que…

-¿Qué? Dilo –Ahome siente una gran ternura

- creo que… empecé a respetarle

-¿Y?

-Pero cuando murió Kikyo, y él no hizo nada para salvarla, quise matarlo, como nunca…

-Inuyasha –Ahome siente como mil dagas se le clavan en el alma

-Pero ahora, no lo se… todo ha cambiado de nuevo…

-El vino por que ha estado muy preocupado por ti desde esa vez, Inuyasha… no es muy expresivo… supongo que no te dijo gran cosa en esa ocasión ¿verdad?

-No, no me dijo nada al respecto… pero… Ahome...

-¿Que ocurre?

-Ahome… su gesto… fue…

FLASHBACK

-Es hora de que me vaya… - se pone de pie

-Esta bien… ¿Sesshoumaru?- imitando el movimiento de su hermano

-¿Que? - Ahora, ambos se encuentran muy cerca, frente a frente, el espacio de la cornisa es pequeño… el pelo del mayor roza continuamente el rostro del menor…

-Yo… quisiera… - La mano de Inuyasha se eleva un poco, pero se detiene en el aire…



Continúa en el mensaje 1
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por MikoAucarod Mar Feb 24, 2009 4:29 pm

-¿Que? Termina la frase… -Sesshoumaru entrecierra los ojos para observarle mas profundamente

-Siento lo de… tu brazo… de verdad –Inuyasha baja la mirada, un poco apenado- quisiera…

-No, fue una lección… un verdadero guerrero aprende de todas las cosas… -Sesshoumaru levanta su brazo y lleva su mano al rostro del hanyou, al mentón, para levantarle, de modo que se encuentren las miradas de nuevo – mejor que fueras tú…

Inuyasha levantó entonces su propia mano, y rozó con la punta de los dedos el contorno del rostro de Sesshoumaru, cuya mano aún se encontraba sobre su mejilla… ambos se sonrieron levemente…

Sesshoumaru dibujó, con ayuda de la imaginación, el delicado dibujo de las marcas de Inuyasha, de cuando se convertía en bestia…

Inuyasha recorrió con sus dedos las purpúreas marcas del rostro de Sesshoumaru

El gesto cesó tan repentinamente como había iniciado…

EL hanyou retiró su mano

El Taiyoukai detuvo su caricia.

FIN DEL FLASHBACK

-Ahome… su gesto fue…

-Que? Ya dime! Que me matas!

-…









-Fue… ¡UN GESTO DE MI PADRE!

-Que!

-Cuando lo hizo, pude oír en mi cabeza su voz… decía:
“no trataste a nuestro padre, tal vez algún día… podamos hablar… que sepas de quien eres hijo… pero por ahora, solo necesitas saber como acostumbraba mostrar su afecto… a mi… a mi madre… luego a tu madre… “

-Dios! –Ahome lloraba de la emoción

-Luego… hizo eso… yo… Inuyasha se encontraba al borde del llanto – Ahome… fue como sentir a mi padre!... fue como estar con mi padre!

-Inuyasha! Me siento tan feliz por ti! –Ahome al fin había entrado por completo en el corazón del hanyou, eso la hacía mas feliz, que si le hubiese declarado su amor – Estoy tan feliz por los dos!

-Aunque el dolor en mi alma sea intenso… siempre tendré esto para consolarme… y…

-Siempre me tendrás a mí… ¿lo sabes también verdad?

-Tú eres quien sana las heridas de mi corazón, Ahome…

-Gracias, Inuyasha… yo solo quiero… yo solo deseo que seas feliz…

-Eso ya lo sabía –El muchacho le sonríe con dulzura, acercando un poco su rostro al de ella

Poco a poco, Inuyasha se arma de valor, y acorta el espacio que les separa, llevando su boca hacia la de ella, buscando sus labios… cuando al fin se unen, todo el dolor, toda la desesperación del hanyou desaparecen. El remordimiento por Kikyo se borra para dar cabida al sentimiento de completa paz y tranquilidad que le proporciona la boca de Ahome… el beso se vuelve apasionado y se alarga durante varios preciosos minutos, siendo ella quien lo rompe suavemente…

-Inuyasha… aishiteru…Inuyasha –Ahome susurra llenando con su aliento la boca del joven

-Te quiero…Ahome…mi Ahome…-responde, bebiéndose sus suspiros.

El beso se termina entre suspiros entrecortados, para acomodarse tiernamente uno en brazos del otro… cuando se disponen a dormir, así, abrazados, confiada una, feliz el otro… el le habla con el alma…

-Ahome… no importa cuanto tarde… no importa que suceda ahora… estaremos juntos, renaceré a tu lado… te amaré como te mereces… espérame

-Si, Inuyasha… sabes que lo haré…

Caen dormidos, en completa paz, anhelando la llegada del nuevo día, para buscar al maldito que los ha tenido con el alma en vilo desde hace tanto, para acabar con esta cruel batalla… y por fin… vivir el amor…

Sesshoumaru se queda vigilando a sus dormidos acompañantes… el frío hace tiritar a la pequeña Rin… cuando él lo nota, la toma en brazos y la envuelve dulcemente con su estola, como si de una bebé se tratara… ella sonríe y se arrebuja más en la suave prenda… Jaken es movido también y puesto en un extremo de la misma, para que entre en calor…

El Taiyoukai, el gran demonio perro… el poderoso, el invencible, ahora es solo un padre preocupado… un hermano orgulloso… un hijo digno… un recuerdo viene a su mente.

Flashback

-¿Debo entender, hermano, que quieres a esa niña?

-No

-¿Entonces es tu propiedad?

-No

-¿Otra vez con monosílabos?

-Hm

-Vamos empeorando…

-No te metas en lo que no te importa, Inuyasha

-Eso está mejor…

Fin del flashback

El Taiyoukai sonríe ante el recuerdo de la risa de su hermano menor…

-No Inuyasha… no debes entender nada… solo debes estar seguro –Dice mientras acuna a la niña en sus piernas – debes estar seguro de ello… y esa mujer… esa mujer curará tu dolor… y yo estaré ahí… ya lo verás…


MikoAucarod: ¿Cómo la ven?!! Yo no me canso de leer esa parte en la pequeña loma Amor sin simplemente un amor!!! (Aclaro, no hay nada malo, solo es una especie de amor fraternal Very Happy)
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Vale Lawliet Mar Feb 24, 2009 6:44 pm

genial ohhhhhhhh me desmayo ahhh @-@
Vale Lawliet
Vale Lawliet
Gato Híbrido
Gato Híbrido

Femenino
Cantidad de envíos : 947
Edad : 27
Localización : en un lugar extraño llamado mi mente
Fecha de inscripción : 27/11/2008

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por amerika-kikio Mar Feb 24, 2009 9:20 pm

ay ke bello!!
una demostracion del amor
mas puro y fraternal entre
los hermanos jeje
me ha fascinado com
puede ser tan genial este fik
jje nos vemuz
auki bnye
amerika-kikio
amerika-kikio
Sacerdotisa Hanyou
Sacerdotisa Hanyou

Femenino
Cantidad de envíos : 559
Edad : 30
Localización : Un dia por aqui... otro por alla...
Fecha de inscripción : 07/11/2008

http://www.metroflog.com/inu_pau

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Cap. 11) Autor: Erekhose

Mensaje por MikoAucarod Jue Feb 26, 2009 4:50 pm

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

-----

HERMANOS

Azul Profundo

No importa lo que pase, ellos siempre estarán a su lado.

Han seguido en la búsqueda de Náraku, las aventuras, las pruebas, los silencios compartidos. Todo eso los ha unido fuertemente. Ese pequeño equipo, tan variopinto, tan curioso, es la familia mas férrea que jamás haya soñado tener.

-Creo, Inuyasha, que nada te cuesta darnos un respiro… sabes bien que Náraku aparecerá por sí solo en cuanto se le dé la gana… -Miroku se encuentra sentado en el suelo, observando con divertida resignación, la poco disimulada ansiedad del joven de rojo – además, también sabes que no puedes rastrearlo con el olfato… ni siquiera Sesshoumaru puede!

-Es verdad, Miroku, pero no estoy tranquilo de estar sentado esperando!

-Bueno, Inuyasha¿Nos dejarás llegar a la playa? Será muy agradable disfrutar el mar de nuevo, después de tanto tiempo! –Sango ha puesto su cara muy cerca de la de él, quien reacciona tirándose al suelo – Ayy! Vamos! Un momento solamente!

-Sí Inuyasha! Podemos nadar un ratito, y pescar algo grande, y comer, y hacemos una fogata, será muy agradable! –Shippo salta a su alrededor, obligándolo a girar los ojos de un lado al otro, hasta que siente un mareo – Tu también deberías darte un baño! No se ellos, pero Kirara y yo ya no te soportamos! No entiendo como alguien tan grande no se baña… y además¿como es que tu propio olfato no se ve afectado?... tal vez por eso no puedes oler a Náraku! AAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYY! – golpe seco

La bien estructurada perorata del kitsune, obligó a Inuyasha a reconsiderar la idea del baño. No le disgustaba, pero la verdad es que estaba completamente absorto en perseguir a su enemigo. Cuando estaba solo, a nadie le importaba si se bañaba o no. Pero ahora no estaba solo. Nunca más lo estaría. Sonrió.

-¿Entonces¿Qué has decidido, Inuyasha? – Ahome esta a su derecha, mirándolo con algo muy parecido al placer. Muchas veces le había descubierto esa mirada - ¿Te parece bien?... no quiero ofenderte, pero de verdad pienso que sería bueno que tomaras ese baño que te dice Shippo…

-Keh! Bueno… no me dejarán en paz hasta que lo hagan ¿no?... –pone los ojos en blanco – vamos… pero solo por hoy!

-Vivaaaa! –coro de voces felices

Llegan a las orillas del mar, es una playa hermosa, donde las olas acarician gentilmente las arenas…

Ahome y Sango se esconden tras unas rocas, para cambiarse. Sango no está muy convencida de usar la diminuta prenda que Ahome le tiende. Es muy reveladora para lo que ella acostumbra…

-Oh! Sango! Por favor! No te preocupes!- Ahome lleva puesto un traje de dos piezas, que realza su cuerpo increíblemente. De primera instancia, ese traje era para Sango, pero ella no quiso ni siquiera mirarlo – ese es muy conservador! Además te verás regia!

-Sí, Ahome… ¿pero y el monje Miroku?... no nos dejará en paz!

-Ya me ha visto en traje de baño, podemos contar con que Inuyasha lo mantendrá a raya!

-Si! Pero no te ha visto en ese traje de baño! Y a mi… jamás!

Al fin, la exterminadora accedió a ponerse el bañador, y tras sujetarse ambas el pelo, que, por puro azar del destino, les quedó absolutamente seductor (¿a quien no le ha pasado, que cuando no tienes ninguna intención de lograrlo, el pelo te queda fabuloso?)… no tenían nada que pedirle a las chicas Maxim.

Mientras tanto, tanto Inuyasha como Miroku, a petición de Ahome, se han quitado las camisas, y permanecen sentados en la arena, con el torso descubierto, mientras Shippo se entretiene haciendo castillos...Inuyasha, por puro gusto, se ata el pelo en una cola suelta en su espalda. Miroku lo mira serio…

-¿Que pasa? ¿Qué rayos me ves?

-Sabes, Inuyasha… eres bastante bien parecido –Miroku le dedica una de sus miradas si-fuera-mas-libidinosa-ya-te-estaria-manoseando.

-¡ QUE RAYOOOOS¿¿¿¡¡¡QUE TE PASAAAA?

-Ajjajajaajajajjajajajajjajaaa! – El monje se deja caer en la arena- Vamos! No te exaltes! No te estoy pidiendo que tengas un hijo conmigo! … Solo quise hacerte un halago!

-Pues no vuelvas a halagarme así! Me espantaste…

- Oh! Bueno! Perdona!... la verdad, lo que quise decir, es que eres un buen tipo… ¿sabes? Hay algo que siempre…

Pero en eso, la conversación se ve truncada por la aparición de las mujeres…

Que mujeres!

Sango, con un traje “completo” en un tono rojo Burdeos, abierto de los costados, en los cuales finas tiras cruzaban y mantenían unida la pieza. El conjunto llevaba como adorno, un cordón brillante resaltando bajo el busto, y en el bies de las piernas, de un corte alto.

Ahome…

Ahome, en un traje de dos piezas, tipo bóxer, con un top halter, cuyo hermoso detalle era el cuello drapeado bañado de pequeños brillos. El bóxer a la cadera realzaba el delicado vientre, y las largas y hermosas piernas de la modelo. El conjunto, en un tono de azul mar. Muy, muy azul.

Los hombres, incluido el pequeño Shippo se quedaron boquiabiertos de la impresión. El cuadro que se les presentaba era verdaderamente espectacular.

Tanto así, que Miroku no pudo emitir palabra.

Tanto así, que Inuyasha, prácticamente iba a comenzar a aullar.

-Bueno, señores… ¿Qué opinan¿Verdad que Sango se ver hermosa?

-Ajá… -todos

-Vamos, muchachos, díganle a Ahome que se excedió esta vez! Yo me siento casi como si anduviera desnuda!

-Ajá

-Pero Sango! Esta ropa es de lo más común! De hecho, en mi época, lo mas usual son usar prendas aún más pequeñas¿Verdad Inuyasha?

-Ajá

-Sí! En tú época! Tú lo has dicho! Pues ya que estamos así… ¿Por qué no nos quitamos esto? Es casi lo mismoo!

-Ajá

-Sango… no seas exagerada… por cierto… ¿ya viste a los muchachos?

-¿Qué?

-Pon atención… Inuyasha… ¿Verdad que estás enamorado de mí?

-Ajá

-Miroku… ¿verdad que eres homosexual, y andas con Hachi?

-Ajá

-Ajajajajaja! Ya veo, déjame intentarlo, Ahome!

-Date gusto!

-Excelencia… ¿verdad que cuando se case conmigo, me será completamente fiel?

-Ajá

-¿Lo jura?

-Ajá

Tras un largo rato, en que las chicas se hartaron de jugar con ellos, se acostaron en la arena.

Por fin, los hombres pudieron reaccionar…

-Señorita Ahome… Sango querida…

-Ahome…

-Se ven M-A-R-A-V-I-L-L-O-S-A-S! HERMOSAS! Ohh! Por favor! Tengo que tocar esa ropa tan cuurioooosaa!

-Ahome!

-¿Que pasa Inuyasha?

-Te ves… tan… descubierta…

-¿Qué? Ahora me resulta que no te gusta!

-No! no es eso… te ves… muy… bien… pero… es que…

-Anda! Ven al mar! Esta ropa esta diseñada para el mar!

Entonces, la chica de Azul se pone de pie, y toma de la mano al Hanyou, jalándolo hacia el agua. Inuyasha no puede dejar de verla mientras corre delante de él. El agua resulta tibia y agradable, y aprovecha para lavarse a conciencia. El aroma de ella, de Ahome, siempre es agradable. Huele a flores y a cerezas, y su pelo siempre lo embriaga.

Sango, ayudada por Kirara y Shippo, se debate en el trance de detener a Miroku, cuyo nivel de libido se encuentra en su apogeo. Así que mejor corre al mar.

Para cuando se dan cuenta, ya están todos en él, jugando y riendo… Inuyasha no piensa en cuanto ha cambiado. Es feliz. Tiene amigos. Tiene una familia… el grita, y, medio que nada, medio que patalea en persecución de Ahome y Shippo, Sango le ataca con chorros de agua… la idea hace eco en todas las cabezas, y de pronto se ve acribillado por todos los frentes, impidiéndole dejar de reír.

Tienen hambre.

Inuyasha pesca algunos grandes ejemplares.

Es impactante verlo correr sobre el agua, y lanzar sus garras de pronto a algún punto, para salir con una buena presa. En realidad es enervante.

Ahome sigue con los ojos, los contornos del bien formado cuerpo del hanyou. De pronto y sin previo aviso, el recuerdo de un poderoso Taiyoukai golpea en su mente, ruborizándola hasta los folículos pilosos.

Sango ha tenido la misma experiencia sensorial. Ambas se miran, y se carcajean de sus retorcidas ideas.

Miroku también ha sido observado, diseccionado y casi abusado mentalmente por la exterminadora. Él encuentra el escrutinio bastante halagador y divertido.

Y he aquí, ya que las casualidades no existen, que da la rara casualidad de que el gran Sesshoumaru, acompañado de Rin, Jaken y Ah-Hun, caminaba por el sendero de playa.

Llegan todos justo en el momento en que el grupo come. Ahome trajo de su época algunas cosas ricas y diferentes con las cuales combinar el pescado. Inuyasha había cubierto a Ahome con su Haori, y Sango, había tomado prestado el manto púrpura de Miroku, con la única finalidad de poder comer en paz.

Sesshoumaru se detiene a varios metros del grupo.

Pero ahora es Inuyasha quien demuestra una parte de su personalidad, que les era desconocida a todos, menos a Ahome.

Se levanta y se dirige con paso veloz, y con toda tranquilidad, hacia su hermano, apostado en silencio, observando. Sesshoumaru esta decidiendo si irse, sin decir nada, o al menos, saludar. A su manera, claro.

-Sesshoumaru… bienvenido…

-Inuyasha… no esperaba encontrarte… -era verdad, ya que nunca percibió su aroma hasta que ya se encontraba a la vista. Hizo el recorrido, solo por darle a Rin un gustillo.

-Bueno¿ya estas aquí no, vamos, ven con nosotros, y que la pequeña coma… tú también, claro… pero no se si en realidad comes…

-Detesto la comida de los humanos…

-Algo así me imaginaba… Ah! Ya se! Ahome trae algunas cosas de su época, que quizás debas probar! –al decir esto, toma a Rin de la mano que la pequeña le extiende, y camina decidido hacia sus amigos.

Todos sonríen tranquilos y respetuosos al hermano de Inuyasha. Al final de cuentas, se sienta al lado del Hanyou, el cual le ofrece una curiosa caja llena de también curiosos dibujos…

-¿Qué es esto?

-Pruébalo, por favor –Le responde Ahome- Hoee! Quiero decir… lo que viene dentro! Son pastelillos, se llaman croissants, son deliciosos, suaves, y no demasiado dulces…

-Es comida humana…

-Créeme Sesshoumaru –le dice la chica del futuro- éstos no parecen hechos por humanos! Los croissants son famosísimos alrededor del mundo… tal vez te convenga conocerlos.

-Hm…

-No te preocupes! –Miroku le dedica una sonrisa de lo mas angelical- de verdad son muy buenos, y probablemente te sorprendan!

Rin observa todo con su infaltable sonrisa, esperando que su querido amo pruebe los panecillos. Realmente desea verle comer.

Tras varias súplicas de parte de todos los integrantes del grupo (exceptuando a Jaken) Sesshoumaru toma uno de los panes, y se lo lleva a la boca…

-Sabe bien… -es todo lo que dice, sin ningún timbre en la voz

Todos ríen, y continúan comiendo, a la vista del Taiyoukai, quien, por primera vez en su vida, no se siente asqueado en lo absoluto. Los escucha, los mira. De vez en cuando hace algún comentario o pregunta. En realidad le da curiosidad la época de la mujer de su hermano.

-Miroku, acompáñame a buscar algo de leña ¿quieres? –pide Inuyasha

-Claro!

-Yo necesito un momento en privado- señala Sango- vuelvo en unos minutos.

Shippo y Rin se encuentran tomando la siesta, ya que el calor es agobiante.

Sesshoumaru y Ahome se han quedado solos.

-¿Sesshoumaru?

-Dime

-Gracias por todo…

-¿hm?

-Gracias, sé que me comprendes. Espero que… algún día…

-¿Qué?

-No… solo quiero ofrecerte mi amistad… bueno, se que no vale nada para alguien tan poderoso… pero aún así, y aunque me rechaces… es solo que…

Ella seruboriza profusamente, mientras el Youkai la mira silencioso. Entonces él se gira hasta quedar sentado justo frente a ella, y la obliga a levantar la vista hacia él.

-No dejes que ese tonto híbrido se muera…

-Dalo por hecho…

Van acercándose los demás, así que con una última sonrisa de parte de Ahome, el pacto silencioso se ha llevado a cabo.

-Vamos, Sanguito! Hace demasiado calor¿Qué te parece si volvemos al agua?- suplica Miroku… claro que el calor de él es preponderantemente interno.

-No¿Quiere acalambrarse?

-Yo opino que tomemos el sol… esta resplandeciente –interrumpe Ahome - ¿Qué piensas?

-Sí! Pero aléjame de esta olla de testosterona hirviente! (esa frase la había aprendido de Ahome, la cual tuvo la amabilidad de explicarle que significaba)

-Inuyasha… ¿podrías hacernos el favor de contener a Miroku?

-Hai…

Sesshoumaru presenciaba toda la discusión con completa incomprensión. El monje se había portado bien… ¿entonces?

Entonces, ocurrió.

Ambas chicas se pusieron de pie, y se quitaron, una el haori rojo, la otra el manto púrpura, dejando a Sesshoumaru, ahora sí, boquiabierto del asombro… solo por unos segundos, ya que recuperó su desgarrado estoicismo, y pudo aparentar indiferencia de nuevo…

Las muchachas extendieron el manto de Miroku, y se recostaron, de nueva cuenta, a cual mas provocativa, en la playa, donde el sol las iluminaba en todo su esplendor. Sesshoumaru no les quitaba la vista de encima, cuando…

-Sanguitoooooo! Creo que se te esta desatando un listón! –Miroku intenta levantarse para ir corriendo a donde la exterminadora, cuando Colmillo de Acero se interpone en su camino.

Inuyasha no ha abandonado su postura relajada, ni se ha levantado, solo tomó a colmillo, despertándolo, y lo puso frente a Miroku. Funcionó adecuadamente.

Sesshoumaru se carcajea por lo bajo, causando gran sorpresa a los otros dos hombres…

-Ahora entiendo! –les aclara el youkai- esa ropa es mas sugestiva que si anduviesen desnudas…

-Sí… nosotros podemos controlarnos, pero este hoshi pervertido es imparable!

-Inuyasha! Ustedes no deben ser normales! –Lloriquea Miroku -¿Qué, en el nombre de Buda, les hace conservar la calma del cuerpo ante esta imagen divina?

Sesshoumaru sigue riendo. Jamás en su vida algo le había causado tanta hilaridad. Si que era tonto ese monje. Sabía que la amenaza de Inuyasha era en vano, que jamás le dañaría, pero al monje parecía gustarle la broma.

Continúa en la respuesta 1
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por MikoAucarod Jue Feb 26, 2009 4:51 pm

Inuyasha encontraba agradable tener a su hermano ahí. Lo mejor de todo, era verlo reír de lo que les pasaba. Aunque también pudo notar la mirada ligeramente ardiente que les dedicó a las chicas por una fracción de segundo…

-Son hermosas¿cierto? –pregunta el hanyou al youkai

-Sería una tontería negarlo –contesta Sesshoumaru – sigo pensando que los humanos…

-Sí… sí… ya sé! Son inferiores, despreciables… etétera, etcétera… etcétera! – entonces, Inuyasha enfrenta el rostro de su hermano - ¿es que no has cambiado de parecer en todo este tiempo?

-¿De que hablas?

-Nada… supongo que es parte de ti… tendré que aprender a vivir con ello – le contesta el hanyou con fastidio

Sesshoumaru vuelve a centrar su atención en las mujeres, y en los locos intentos del calenturiento monje por acercarse a ellas, siempre cortado por Inuyasha o Kirara. Vió a su pequeña acompañante tendida al lado de ésas mujeres. La vio feliz, y supo que era la decisión correcta.

Rin crecería, y tarde o temprano necesitaría tener apoyo femenino. Un apoyo que ellas podrían darle adecuadamente.

El atardecer inicia, esplendoroso, dando la pauta para las despedidas. Una vez que los grupos se separan par tomar cada cual su camino, Ahome y Sango regresan tras su roca, para volver a vestirse.

De nuevo, Miroku e Inuyasha se encuentran solos. Se están reacomodando sus ropas, cuando la insistente mirada del monje llama la atención de Inuyasha…

-¿Qué te ocurre?

-Inuyasha… hay algo que hace tiempo que he querido decirte…

-Con que no sea alguna perversión –el joven hanyou le mira amenazador

-Espero que no… -contesta el monje- el menos no para mí…

-Venga! Que me estás asustando!

-Solo…

En eso, las muchachas salen de nuevo en su ropa de diario, sonrientes, y haciendo gran algarabía. Era hora de la cena, y se estaban retrasando. Así que encontraron un buen lugar para pasar la noche, y se acomodaron, felices…

El grupo duerme plácidamente. A diferencia de otras ocasiones, los hombres aprovechan la suavidad de la arena para recostarse. Las chicas están inconscientes, agotadas del juego del día.

Miroku, silenciosamente se levanta, y se acerca a la playa, iluminada por una enorme y milenaria luna, que parece observarles cariñosamente.

Algo se detiene a su lado

Unos pantalones rojos se acomodan en la arena con su dueño algo malencarado.

-¿Se puede saber que te pasa, Miroku? Todo el día has actuado extraño

-Inuyasha… ¿Por qué te levantaste?

-Te sentí…

-Discúlpame! No era mi intención despertarte! –el monje le dedica una sonrisa, de esas tan dulces y lindas, que derretirían un iceberg – solo necesitaba pensar…

-¿Podrías decirme eso que todo el día nos ha tenido vueltos locos?

-Ah! Jajajajaja! No es para que te preocupes –le contesta Miroku.

-¿me lo dirás?

- Inuyasha… bueno…

-Suéltalo…

-Es que ahora creo que he perdido el valor…

-Válgame¿Pues que es eso, que necesitas valor para decirlo?... –Inuyasha comienza a divertirse con esto

-OHHHH! Bueno! Solo quería decirte que…

-¡que?

- Inuyasha… gracias por todo… gracias por dejarme estar a tu lado… gracias por ser mi amigo. Supongo que esto no te importa, pero eres como el hermano que nunca tuve. Te admiro más de lo que te imaginas…

-Miroku –susurra el hanyou

-Ha pasado mucho tiempo desde que nos encontramos. He aprendido a conocerte. Sé que serás grande, incluso sin la ayuda de la perla… pero lo más importante… ya eres grande para nosotros…

-Yo no sé…

El monje se tiende de espaldas en la arena, con las manos en la nuca, disfrutando el cielo. Inuyasha le mira con detenimiento.

¿En que momento había aprendido a quererlos?

Por que los quería tanto, que toda su vida giraba en torno a ellos. Y Miroku tenía razón. Eran como hermanos. Se habían apoyado, protegido, expuesto, y calmado juntos. Habían aprendido a escucharse, y a entenderse. Habia aprendido a jugar, y a amar...

Él era grande para ellos.

Ellos lo eran todo para él.

Entonces, decidió que ya no tenía caso seguir en el plan de solitario perdido.

-¿Miroku?

-¿Dime?- respondió éste, incorporándose

Y en un gesto recientemente aprendido, Inuyasha llevó su mano al rostro de su amigo, acariciando con extrema cautela su mejilla y su mentón… para detenerse en su hombro con firmeza

-Siempre estaremos juntos… todos nosotros… ¿somos una familia ahora, no?

-Sí! Así será! - El joven monje coloca su propia mano encima de la de Inuyasha, apretando afectuosamente.

Entonces, ambos se acomodan en la arena de nuevo, disfrutando el Azul profundo del cielo, que llenaba sus ojos de paz.

No importaba cuantas trampas les pusiera Náraku, o cuantos enemigos tuvieran que enfrentar. Mientras estuvieran unidos, todo sería posible. Ninguno estaba solo. Ninguno lo estaría de nuevo, jamás.
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Vale Lawliet Jue Feb 26, 2009 6:07 pm

shido jajaja XD me imagine a sesshomaru haciendo eso y me espante esk estoy acostumbrada a que el sea frio y distante y no demuestre nada pero con esto creo que puede cambiar
Vale Lawliet
Vale Lawliet
Gato Híbrido
Gato Híbrido

Femenino
Cantidad de envíos : 947
Edad : 27
Localización : en un lugar extraño llamado mi mente
Fecha de inscripción : 27/11/2008

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Cap. 12) Autor: Erekhose

Mensaje por MikoAucarod Dom Mar 01, 2009 6:59 am

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

-----

HERMANOS

Limpieza invernal

Vaya que era cansado… ya tenían días avanzando, pero de Náraku… ni sus luces…

Luces…

Eso le trajo a la mente otro tipo de luces… unas que una sacerdotisa de barro solía utilizar. Y que un tonto solía seguir como perro faldero…

“¿Perro faldero?... jajajajajajaaa”

Ahome sonríe para sus adentros, sin percatarse de que el mencionado tonto la miraba con aire de desconcierto. Al fin, encontraron sus ojos, y él se le acercó, curioso.

-¿En que piensas, Ahome? –pregunta el hanyou – tienes rato distraída

-En nada… y en muchas cosas –responde ella

- No te entiendo… aunque por lo general nunca lo hago… -“Las mujeres son un misterio”, se dijo el peliplateado – pero si me explicaras…

- Pensaba en Kikyo –cada vez se le iba haciendo más fácil pronunciar ese nombre – y en ti… me parece raro que no se haya aparecido en éstas semanas… supongo que la debes extrañar…

-¿Qué dem…!- Inuyasha detuvo la imprecación cuando notó los ojos amables de la joven miko - ¿Por qué sales con eso?

- Por que me preguntaste en que pensaba… si no lo querías saber, pues no hubieras preguntado… -la risueña cara de la chica estaba a escasos centímetros de la suya, podía aspirar el exquisito aliento de ella, casi en su propia boca

Los acompañantes de ese poco común par, les miraban con mucha diversión. Habían escuchado todo.

Aunque el sabio Miroku no había entendido gran cosa, a Sango le pareció lo más lógico del mundo. Shippo a ojos vistas esperaba un nuevo beso entre esos dos.

Aunque la primera vez que los vio, que fue en un suceso de emergencia (la pelea contra Kaguya), se había ruborizado hasta que le ardió la carita, nunca había perdido la esperanza de verlos de nuevo. Le recordaron mucho a sus padres. Solían hacer lo mismo, cuando creían que no los veía.

- Ahome… -susurró un extremadamente sensual hanyou – Ahome…

-¿Qué? –la aludida empezaba a perder la sangre fría

-Nos están viendo…

-¿huh? –al fin, ella volteó hacia sus compañeros, notando la expresión de expectativa ansiosa que mostraban - AH! ¿Qué se supone que miran?

-Nada! – gritaron los tres, con una enorme gota en la nuca

Esperaban pronto rindiera fruto la extenuante búsqueda. Así que siguieron caminando, y al mismo tiempo, buscando un buen lugar para pasar la noche.

Unas pequeñas y casi congeladas gotitas de lluvia comenzaron a caer.

-Oh! Cielos! Ojalá no baje demasiado la temperatura! –se quejó la exterminadora – estamos a principios de invierno, y prometía ser benigno algunas semanas más.

- Bueno Sanguito – Miroku, de nuevo, con ese mote – en todo caso, si así fuera, podríamos dormir abrazados… de ese modo compartiríamos calor…

-SI! CLARO! –cualquiera hubiera confundido a la exterminadora con un Oni asesino y loco- ¿DE DONDE SACA QUE VOY A CAER EN TAL TRETA? MONJE PERVERTIDOOOO!

- Vamos! Ya tranquilos muchachos! –Ahome se interpone ante Sango, mientras Inuyasha jala a Miroku – Sango, tú, Shippo y yo, dormiremos juntos… Inuyasha y Miroku… si quieren, pueden compartir su… calor…

-Keh! ¿Estás loca?... ¿yo con este monje pervertido? – el muchacho de rojo hace un gesto despreciativo, pero sus ojos revelan que esta disfrutando enormemente el juego – Prefiero congelarme!

-Inuyasha querido… -Miroku puede poner cara de enorme madurez, cuando se lo propone - lamento informarte que no estoy interesado en ti… no eres mi tipo… me gustan morenos…

-¿Qué…?

-Ajajajajajajajajajjajajajajajajajjajajajajajajjajaaaaaajajajaa!

Aún Sango tuvo que reconocer que no esperaba esa salida del monje… y todos rieron hasta que les dolía el pecho.

Inician un alegre fuego, bajo el refugio de un improvisado techo de ramas. El clima amenazaba con empeorar a lo largo de la noche. El agua ligera se había convertido en escarcha brillante.

-Debemos encontrar otro lugar donde guarecernos… si aumenta el aguanieve, podríamos estar en problemas – inuyasha sabía que de hecho, él no lo estaba, pero le preocupaban mucho sus amigos – Miroku, quédate con las chicas… iré a ver que podemos usar!

-Claro Inuyasha, ve sin pendiente…

Inuyasha recorría a toda velocidad el bosque y cordilleras circundantes. El olor a animal le atrajo. Se encontró, felizmente, en una abandonada madriguera de osos. Y por el estado, era notorio que no había sido utilizada en mucho tiempo.

Ahí estarían seguros.

Comenzó el superficial trabajo de limpieza, al menos sacaría los restos de animales muertos que había en ella. De ese modo, Ahome no se disgustaría. Tomó con una rama lo que parecía que alguna vez fue un gran jabalí… se dirigió a la puerta…

Al momento de salir, otro olor, con algo de bestia pero mucho de sobrenatural, llegó a su sensible nariz…
Sesshoumaru se encontraba justo en la entrada de la cueva, y le miraba con aire inquisitivo…

- Inuyasha –el congelante saludo ya formaba parte de su ser - ¿Qué haces aquí?

-Sesshoumaru –la misma frialdad correspondida – busco un refugio para mis amigos… ¿y tu?

- Rin no puede permanecer a la intemperie…

-Ya veo… ayúdame a limpiar… y traigámoslos aquí… -Inuyasha arroja lejos los despojos

-¿Qué te ayude…? – la sonrisa burlona que empezaba a esbozar, lo decía todo- ¿Limpiar, yo?

- Sí… Gran Sesshoumaru… incluso tú tienes que limpiar… ¿no hiciste volar aquellos cráneos en la tumba de nuestro padre?... ¿recuerdas?... ¿Cuándo intentaste matarme?... bueno, una de tantas…

- ¿Hm? – Sesshoumaru no expresó nada, pero en el fondo de sus ambarinos iris se reflejó algo de ¿incomodidad? - ¿y que quieres que haga, idiota? ¿Qué levite toda la basura?

-Exacto! –Inuyasha portaba esa risita altanera y autosuficiente que tanto estresaba al Taiyoukai – Vaya! Eres mas listo de lo que creía!

-Estúpido hanyou… -murmuró el youkai – estúpido… estúpido…

-Sí… como quieras… ¿lo harás o que?

-¿Tengo otra opción? –entonces el mayor, pareció tener una iluminación – Ah! Sí… tengo la opción de mandarte al demonio!

Se giró levemente, en ademán de irse, pero justo en ese momento, Inuyasha le detuvo con una sola palabra:

-Hermano… -la voz del muchacho parecía sumamente amable

-¿Qué quieres? – Sin quererlo, el escuchar esa sola palabra de los labios del menor, había hecho alegrar su espíritu – No tengo tu tiempo…

-Quédate… o más bien… trae a tus acompañantes aquí… -inuyasha regresó al interior de la madriguera, en busca de la demás basura – ve… yo limpiaré…

En ese momento, Sesshoumaru, al verlo de espaldas recogiendo con ese tronco los viejos restos, no pudo evitar pensar en todo el tiempo pasado. Inuyasha en dos ocasiones pasó a su lado y lanzó a la distancia lo que había levantado. Y en esas dos ocasiones había regresado para continuar con la recolección, sin siquiera dirigirle una mirada…

Fue entonces que el hanyou percibió el temblor en la energía demoníaca que rodeaba a su hermano. El viento parecía girar a su alrededor, mientras sus plateados y lisos cabellos bailaban con él.

Inuyasha esperó… no sabía bien que… pero lo descubriría pronto, de eso estaba seguro.

Y Sesshoumaru realizó lo irrealizable. De pronto, todos los huesos, trozos de piel y demás despojos que ensuciaban la cueva, se elevaron, flotantes, y se mantuvieron en un suave sube y baja por unos curiosos segundos; para salir expelidos a gran velocidad, cayendo a una distancia enorme de ahí.

Nadie hubiera adivinado lo limpia que podía llegar a estar esa ex-inmunda madriguera.

Inuyasha sonrió, esta vez sin prepotencias, y realizó un giro de 380°, con verdadero placer. Ahora solo restaba traer leña, y llevar sus compañeros ahí.

Sesshoumaru pensó exactamente lo mismo…

-Sesshoumaru… ve por ellos… iré por leña. La dejaré aquí. Luego voy por los muchachos. El que llegue primero, enciende el fuego… ¿te parece?

-Sí…

Inuyasha salió de un salto prodigioso. El Taiyoukai no pudo evitar sentir un deje de orgullo filial. No había hanyous como aquél, al que llamaba hermano. Aun y con su sangre en parte humana, era muchísimo más fuerte que la gran mayoría de los demonios puros que existían. Claro que había más poderosos… como él mismo. Pero el joven híbrido prometía, en su espíritu, la esperanza de una fortaleza inimaginable y grandes, enormes poderes.

Así que tras un momento de sobria reflexión, partió en busca de sus diminutos acompañantes… una por la edad… otro por ser así… diminuto.

- Miroku! Ahomee! Sangooo! –Inuyasha llegaba al azotado campamento, donde el fuego amenazaba con extinguirse en cualquier momento – Shippo!

-Inuyasha! –Shippo literalmente saltó a los brazos del hanyou, escondiéndose en el interior del rojo haori. – que bueno que llegaste! Tenía mucho miedo! Pensé que nos congelaríamos…

-Inuyasha… -Miroku se levanta, entre agradecido y preocupado – tardaste mucho, empezábamos a preocuparnos por ti.

-¿Dónde estabas? –suelta Ahome

- Encontré una cueva… no está muy lejos, pero estaba muy sucia…

-¿Iremos allá? –esta vez Sango fue quien literalmente saltó de gusto - ¿Nos llevarás?

-Claro, Sango!... partamos en este instante… -Inuyasha no se había dado cuenta de que nunca sacó al pequeño Shippo de entre sus ropas - ¿Qué… Shippo?... pequeña sabandija…

-Tengo frío – fue todo lo que dio el kitsune

El hanyou no tuvo el corazón para arrancarlo de su haori. Así que en un extraño y nada común ataque de gentileza, acarició con cierta masculina rudeza, la cabeza del chiquillo, y le dejó estar.

El trayecto fue corto, pero tedioso. La escarcha se pegaba a sus pestañas, y les dificultaba el avance. Kirara volaba con imprecisión ante los embates del viento e Inuyasha saltaba, con más precaución de la que acostumbraba, de árbol en árbol.

Al fin pudieron divisar la entrada a la mencionada madriguera. Pero el grupo del hanyou no esperaba ver luz.

Una fogata encendida los esperaba dentro. La cueva ya tenía una agradable temperatura.

Con Rin sentada junto al fuego, con su imborrable sonrisa.

Jaken, echado al fondo con su imborrable gesto de asco…

Sesshoumaru de pie, cerca de la entrada, oteando el horizonte. Parecía esperar algo, sensación que se desvaneció en cuanto los tuvo enfrente.

-Tardaste –fue todo lo que dijo, con su rostro impasible

- Yo no vuelo – fue la parca respuesta del hanyou

-Sesshoumaru, ¿usted aquí?- Sango interrogó, amable, al youkai

-No les comentaste – fue una afirmación dirigida al de rojo

-No hubo tiempo… -no era una disculpa

-Que bueno! Entonces compartiremos la cena! – Ahome colocó su voluminosa mochila en el suelo, iniciando el saqueo de su interior

Sesshoumaru observaba, curioso, el ataque registrado en la gran bolsa amarilla de la mujer

-¿Esa bolsa tiene poderes? –preguntó el Taiyoukai

-¿Que? – cinco pares de ojos se abrieron en una mueca de sorpresa, para después echarse a reír como locos. Para los acompañantes del youkai, el estallido no tuvo razón de ser… se preguntaban lo mismo al respecto…

-No! jajajajaa! –soltó al fin una agitada Ahome – no… jajajajaja! ¿por … que…lo… dices?

-Por que cada vez que la veo, parece de distinto tamaño… -responde el youkai, aún sin comprender donde estuvo lo gracioso- y sacas cosas sumamente extrañas de ella.

Una vez superada la crisis, le explicaron ampliamente el motivo del constante cambio en la mentada bolsa. Tras escucharlos en completo e imperturbable silencio, el youkai se dio por satisfecho.

- Que magnífico lugar! –comentó Miroku – y que buena suerte que se encontrara en tan buen estado!

-Sí! Cualquiera diría que era la madriguera de algún animal –repuso la exterminadora – pero está tan limpia…

-Cualquiera diría que la acaban de aspirar –no tengo que decir quien hizo ese comentario… ¿cierto?

- ¿Aspirar? – de nuevo siete miradas posadas inquisidoras, en ella.

-Nada! olvídenlo!

- El señor Sesshoumaru y el señor inuyasha la encontraron! –gritó Rin- pero me imagino que tuvieron que limpiarla!

-Ah! Es cierto Inuyasha… dijiste que estaba muy sucia – secundó el kitsune

En ese momento, ambos peliplateados juzgaron sumamente impertinentes a los niños.
¿Cómo explicar tal suceso, sin perder dignidad en el proceso?

-No recuerdo haber dicho eso… -repuso el hanyou

-Sí que lo dijiste –Miroku, con su enorme perceptividad, supo de inmediato que algo raro había ocurrido… y decidió molestar a su querido amigo con eso – Dijiste que “no estaba lejos, pero estaba muy sucia”! Lo recuerdo bien!

-Quise decir, que estaba muy fría… -Inuyasha buscaba una salida honorable, que no incluyera arrancarle la viperina lengua al monje, sin hallarla – por eso fue que tardé… busqué leños…

-Yo los encendí – la voz de Sesshoumaru, perfecta, modulada y demasiado civilizada, cortó el intercambio – por que en verdad estaba helada…

-Bueno! Lo importante es que estamos a salvo… -Ahome observaba desde la orilla de la entrada, la fuerte tormenta que se desataba justo en ese momento – no hubiéramos sobrevivido a una noche así…

-Ni nosotros! –exclama la niña – el palacio del señor Sesshoumaru está muy muuuy lejos. Y el frío hubiera matado a Rin.

-Si… eso es lo importante –Sango acariciaba el lomo de la ahora pequeña Kirara, lanzándole miradas amenazantes a su amado hoshi- y que estamos todos juntos.

-Pero si lo dijiste… Inuyasha –el mencionado hoshi hizo caso omiso de las asesinas miradas de advertencia, y arremetió de nuevo - ¿usaste escoba?... ¿O solo hiciste levitar la basura hacia fuera?

Sesshoumaru, por primera vez, tenía un verdadero aspecto de youkai asesino. Inuyasha supuso que su orgullo, de ser herido, le exigiría una compensación alta.

Prefirió la otra salida.

Su orgullo no era tan requisitoso… y siempre podría usarlo en momentos Osuwarianos…

Continúa en la respuesta 1
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por MikoAucarod Dom Mar 01, 2009 6:59 am

- Miroku… - los ojos brillaron, bestiales, ante el fuego, que pareció crepitar violento, en respuesta - sí… saqué la basura… y barrí con una rama…

-Inuyasha… –Miroku conoció el temor

-Y muchas gracias, hoshi pervertido… por humillarme frente a Sesshoumaru… como si todo lo demás no fuera suficiente…- Inuyasha mostró su muy preparado gesto de corazón herido – ARIGATO

-Inuyasha… perdóname por favor! –el monje se levanta de un salto, y para cuando reacciona, ya tiene un brazo rodeando los hombros del dolido hanyou –no era mi intención!

- Miroku…

-¿Me perdonas, amigo mío?

-Miroku…

-Oh! Por Favor! Buda proclamaba el perdón y la bondad para quienes te lastimaban!

-Miroku…

-Ya sabes! Eso de poner la otra mejilla – parece recordar algo –Ah! No… eso es Cristiano…

-Mirokuuuuu

- ¿Qué ocurre, Inuyasha?

El hanyou solo apunta con el índice, hacia donde el resto de los ahora inquilinos de la cueva, les miran con algo próximo al colapso…

Sesshoumaru es el primero que deja salir una carcajada suave, profunda y sonora, que es seguida por los gritos y abucheos de los demás.

Incluso el amargado Jaken tuvo que reconocer que la escenita fue demasiado shounen-ai… y no puede evitar burlarse, ante el sonrojo profuso de los implicados.

Tras un largo, y desesperante (para el hanyou y el monje) rato de hilaridad, las muchachas expresaron encontrarse muy cansadas.

El problema ahora era el acomodo.

Rin no tenía donde dormir. Y jamás pondría a su querido amo en el trance de pedirle dormir con ella.

Ahome tuvo la brillante idea de extender por completo su bolsa, y que se acostaran juntas. Podían utilizar la manta que Sango llevaba consigo. Aunque no estarían muy abrigadas, al menos no sufrirían demasiado.

Así lo hicieron, quedando dormidas casi de inmediato.

Jaken técnicamente se despatarró junto al fuego, sin importarle ni afectarle nada.

Miroku se recargó sobre Kirara, que en su tamaño jumbo se sentía más cómoda, colocando a Shippo sobre sus piernas, para cubrirlo con su manto. El pequeño realmente estaba cómodo.

Inuyasha sentado con la espalda en la pared, las piernas cruzadas, y las manos dentro de las mangas de su haori, sujetando a Colmillo.

Frente a él, Sesshoumaru, sentado con una pierna extendida, y la derecha flexionada, apoyando en ella su brazo, meditaba en algo que parecía abstraerlo por completo.

Un suave temblor recorrió las filas femeninas, cuando una corriente helada entró en la cueva.

Inuyasha estaba a punto de levantarse a ponerles encima su haori, cuando su hermano mayor hizo algo increíble.

El Taiyoukai, levantándose en un rápido movimiento, caminó, completamente silencioso, hasta donde las mujeres dormían. Con un suave jalón, sacó la estola de su hombro, y la colocó en pliegues, encima de las muchachas, cubriéndolas casi por completo.

El suspiro de alivio que lanzaron aquellas tres bocas, fue suficiente recompensa.

Inuyasha y Miroku, testigos presenciales de un hecho histórico, permanecían estáticos… petrificados

-No tengo frío- comentó, en susurros, a los hombres

-Entiendo –dijo Miroku – Gracias

-¿Hn?

-Por cubrirlas… -aclaró Inuyasha – por que son muy importantes para nosotros…

-Ah… no importa.

Al día siguiente, la tormenta había menguado lo suficiente como para que los prisioneros pudieran salir huyendo a sus respectivos hogares.

Las chicas, al despertar envueltas en el cálido abrazo de la blanca estola, casi pegan un grito. Faltó poco para que se arrojaran a besos sobre el youkai, lo cual fue impedido por esos ojos indescifrables que les miraban con desconfianza.

Así que se despidieron rápidamente, para dirigirse, a la aldea unos… a un palacio los otros…

Se habían alejado un poco un grupo del otro, cuando Inuyasha volvió a percibir muy cerca el olor de su hermano.

-¿Sesshoumaru? –dijo, en voz alta

-¿Qué? ¿Sesshoumaru viene?- pregunto Ahome

-Espérenme un momento –contestó el hanyou, bajando a la chica de su espalda, para retornar sobre sus pasos, hacia la blanca figura, visible ahora, a cierta distancia.

-¿Sesshoumaru?... ¿Pasa algo hermano? – pregunta, preocupado

-No, no pasa nada… hermano… –contesta el aludido, con cierto aire de duda

-¿Entonces?

-Solo venía a darte esto……

-¿huh? –Inuyasha, desconcertado, se rasca la cabeza - ¿Qué cosa?

Antes de que alguna otra pregunta fuera emitida por el totalmente descolocado hanyou, Sesshoumaru extendió su mano, y le presentó el pequeño pendiente.

Aquel pendiente en forma de corazón que Ahome le regalara…

-Creí que lo había perdido!

-Así fue… después de tu batalla con la Cobra, lo encontré cerca de donde pelearon…

-Gracias hermano! No sabes cuanto me reclamó Ahome por esto! –pero el hanyou retuvo un par de segundos mas de lo necesario, la mano del youkai

-Lo supuse… -Sesshoumaru sigue sin dar vistas de querer irse… ni de retirar su extremidad apresada - Creo que ahora solo resta decir que te veré pronto… Hermano…

-Entiendo –Inuyasha por fin captaba el asunto – cuídate… nos vemos – asiendo firmemente la mando del youkai, y sonriendo

-Hasta luego…

Ambos Inu-youkais, salen disparados hacia sus respectivas comitivas.

-Inuyasha…

-Dime, Ahome…

- Me da mucho gusto ver que al fin estás teniendo un reencuentro con tu hermano…

-Aún falta mucho para llamarle así…

-Pero es un gran inicio, ¿no? –reconviene la sonriente joven

- Sí! – al fin, el hanyou regresa la sonrisa - es un gran inicio!

Ahora no importaba que Náraku se hiciera el perdedizo… ni pensaría más en las famosas luces de Kikyo… ella compartía algo mas grande que todo eso… con su amado hanyou.
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Invitado Dom Mar 01, 2009 11:19 am

hayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy...................me encanto ,,,
q lindo q inu y sesho se lleven bien....esta muy lindo
continualo!!!!
bye cuidat... 🇯🇪

Invitado
Invitado


Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Vale Lawliet Dom Mar 01, 2009 12:01 pm

kyaaaaaa no manches miroku pervertido y que se lleven bien alfin es genial muy shido conti plis
Vale Lawliet
Vale Lawliet
Gato Híbrido
Gato Híbrido

Femenino
Cantidad de envíos : 947
Edad : 27
Localización : en un lugar extraño llamado mi mente
Fecha de inscripción : 27/11/2008

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Cap. 13) Autor: Erekhose

Mensaje por MikoAucarod Lun Mar 02, 2009 4:34 pm

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

-----

HERMANOS

Ojos Dorados

El silencio era estruendoso…

¿Qué había pasado?... no podía pensar con claridad sin que un dolor atroz le taladrara la cabeza.

Se encontraba solo, y por lo que alcanzaba a notar, bastante malherido. Prefirió cerrar los ojos y dormir. Antes de que pudiera sucumbir al bendito descanso, percibió una presencia llegando hacia él.

Intentó levantarse, su instinto de supervivencia cultivado por siglos, era demasiado fuerte. Pero la esencia que recibió, a pesar que de primera instancia no reconoció, calmó su reflejo asesino.

En su interior, todo le indicaba que no debía preocuparse… ese olor solo significaba que un amigo se encontraba cerca…

¿Un amigo?... ¿acaso él los tenía?...

A pesar de su estado, algo parecía informarle que él nunca había llamado así a alguien… pero ahora eso no importaba, ya que su corazón le gritaba otra cosa, y él necesitaba tanto de un amigo justo en este instante…

Se desvanecía lentamente, pero no alcanzó a tocar el suelo, antes, unos poderosos brazos le sujetaron con demasiada suavidad, para haber sido tan repentino. Abrió un poco los ojos, buscando el rostro de su salvador…

Encontró solamente un par de ojos Dorados que le miraban con verdadera preocupación…

Le dio gusto cerciorarse de que esos ojos reflejaron un alivio infinito en cuanto se encontraron con los suyos….

Caía de nuevo en la inconsciencia, cuando el dueño de los áureos ojos habló…

-Por todo lo Sagrado… Hermano!...

Inuyasha se adentraba con su preciada carga en brazos, al campamento donde todos le esperaban. Sin embargo, un recuerdo inundó su mente… el Taiyoukai jamás permitiría que unos simples humanos manipularan sus heridas…

Sería demasiado humillante para él.

Y probablemente, si despertaba de pronto rodeado de olor de ningen, podría ponerse violento. Sin importar cuan herido estuviera, Sesshoumaru era un peligro demasiado grande, para ser corrido.

-Señor Sesshoumaru! -una histérica chiquilla tuvo que ser arrastrada lejos, para que no alterara al herido, por una dulce pero firme exterminadora. Jaken les siguió en silencio, recordando siempre su deber como cuidador de la niña.

Pero Inuyasha no continuó su camino, sino que, cambiando la expresión de su rostro, se arrojó, a saltos inmensos, sobre los árboles, dirigiéndose a un punto familiar. La cueva que les salvara aquel invierno tan reciente.

El grupo parecía estupefacto ante esta acción, siendo Ahome quien hablara primero:

-Tenemos que curarle lo más pronto posible! – la Miko del futuro se escuchaba preocupada – Está perdiendo demasiada sangre!

-Es un Youkai puro… no sucumbirá por esto –Inuyasha gritó, más para convencerse a sí mismo- Además Tennseiga no lo permitiría…

Minutos después regresó, solo, únicamente para llevarse el botiquín de Ahome, así como algunas mantas y un futón grueso.

El rápido desnudar del youkai, por parte de su hermano menor, así como la inspección de los daños, lo dejó demasiado impresionado como para articular palabra…

Era increíble que estuviera vivo, con esas heridas…

Y sin embargo… respiraba.

Tras medicar y vendar, el Taiyoukai dejó de ser manipulado por el hanyou, para poder descansar al fin. El dolor había menguado gracias a los artilugios de Ahome, y a los conocimientos de plantas medicinales de su joven medio hermano.

No importaba cuanto tiempo tuviera que esperar, Inuyasha había decidido permanecer a su lado, hasta que despertara… así tendría un rostro familiar al volver en sí. Y ya había comprobado que aceptaba su olor, así no corría riesgo alguno.

- “Un rostro familiar” –pensó el hanyou – “Su único familiar… y pensar que casi nos matamos en varias ocasiones…”… Que extraña es la vida… y ahora, no soportaría que algo te pasara… -Al decir esto, habló en voz alta, sin darse cuenta que el youkai reaccionaba al sonido de su voz

-Estoy bien… -fue un quejido, solamente… ni siquiera abrió los ojos…

- ¿Hermano?...

Pero se había desmayado nuevamente.

------------------------------------------------------------------------------

Lejos, en el campamento, un preocupado grupo esperaba pacientemente a que Inuyasha regresase con la buena nueva de que había despertado.

-Es increíble lo fuerte que es –expresó un asombrado monje- nadie resistiría algo así, pero él… él… en verdad que es poderoso…

-¿Cómo ocurrió, Ahome?... no alcancé a ver mucho, con tantos mononokes atacando al mismo tiempo… -pregunta Sango

-Fue por salvarme a mi –Shippo hacía rato que no hablaba, parecía perdido y triste – pudo irse, de todos modos, ya tenía a Rin… pero no lo hizo, y fue por mí…

Flashback…

-Quítense del camino!-Gritó un histérico Inuyasha- Haré un Kaze no kizu!

-Vamos Inuyasha!- Gritó Miroku, quién se debatía con varias criaturas, a cual mas amorfa – Que no aguantaremos mucho más!

-Sorhyuhaaa! -Sesshoumaru luchaba hombro a hombro con el grupo – Estúpidos! Solo hacen más difíciles las cosas!

El asunto se había complicado, ya que Hakudoshi había recurrido, nuevamente, al trillado secuestro… de Rin. Pero ésta vez, el pequeño Kitsune había corrido la misma suerte al intentar salvar a su amiguita.

Ambos niños se encontraban en peligro mortal, mientras sus desesperados guardianes y amigos luchaban por rescatarlos en una pieza.

En algún momento, Ahome envió una poderosa flecha purificadora, desintegrando al niño albino. Fue entonces que Rin fue soltada y arrojada lejos por la fuerza del impulso.

Sesshoumaru voló tras ella, y la sostuvo a tiempo…

-Shippo! Shippo!- Sango gritaba, intentando localizar al niño – Respóndeme!

-Vamos Sango! Arroja tu Hiraikotzu hacia allá! –Pidió Inuyasha – juntos podremos abrir una brecha!

- A él! –Ahome arrojaba una nueva flecha, desintegrando a una decena de criaturas… no había tiempo para felicitarse

Pero Náraku hizo su aparición triunfal. Llevando en brazos al kitsune consciente y aterrorizado.

Inuyasha acababa de lanzar su ataque mas poderoso… el Kongosouha…

Se suponía que destrozaría lo que quedaba de Hakudoshi, y a una buena cantidad de monstruos…

No contaban con la crueldad del hanyou… quién era un artista de la tortura mental.

Náraku, justo en ese instante, arrojó con mortal puntería al pequeño zorrito, en el centro mismo de donde el ataque de Inuyasha pasaría en micras de segundo. No había nada que hacer…

- Inuyashaaaa! –Shippo gritó, y se cubrió el rostro con las manos, esperando…

-SHIPOOOOOOO!- el alarido unánime del grupo, estremecería el corazón del más duro…

Una luz, un grito, y después… nada…

Fin del Flashback.

- El señor Sesshoumaru me dejó, y corrió hacia Shippo… -explicó Rin

-Sí… él se interpuso entre las Lanzas de Diamante y yo… me tomó y me aventó muy lejos de ellas… pero él… él… - el niño lloraba sintiéndose culpable – él no pudo escapar!

-No llores más Shippo –le decía el monje, mientras acariciaba con ternura su roja cabeza- no debes sentirte mal… si Sesshoumaru lo hizo, entonces debes estar agradecido y demostrar que valió la pena el esfuerzo…

-¿Pero si se muere? –ante estas palabras, la niña soltó un alarido - ¿si se muere por mi culpa?

- No… eso no pasará –Ahome hablaba con una autoridad que solo podía calificarse de ancestral- Sesshoumaru es demasiado poderoso… Inuyasha lo dejó bien claro… es un youkai puro. Jamás sucumbiría por esto…

-En eso tienes razón, Ahome –puntualizó Sango- además, tiene a Tennseiga… fue quién le salvó la vida…

-Así es, pequeños míos, ahora, será mejor que duerman, ya es tarde, y las vicisitudes del día deben haberlos agotado… -Miroku tomó a ambos niños, con un conocimiento paternal sumamente natural en él – vamos, vamos… a dormir… -arropó a los dos, con su manto púrpura.

-No tengo sueño –dijo Rin, pero sus ojos la desmentían, ya que se ponían en blanco cada vez que hacía el esfuerzo de mantenerlos abiertos- quiero esperar…

-Yo también…- un gran bostezo interrumpió la frase del zorrito

Antes de que se dieran cuenta, ya estaban profundamente dormidos, sobre las piernas del monje. En esa situación, el pobre Miroku no podría descansar, pero lo prefería, a retirar a los niños…

------------------------------------------------------------------------

A varios kilómetros de ahí, un sumamente angustiado hanyou vigilaba con protectora dedicación, el intranquilo sueño de Sesshoumaru. Sueño plagado de pesadillas y dolor.

Pesadillas de sangre y muerte… de gritos ahogados… en donde veía plateados cabellos enrojecidos por el vital líquido que escapaba del cuerpo de su menor hermano…

Donde él no le salvaba la vida, donde lo veía llamarle…

Donde él era el asesino…

-No! inu… Inu..ya..sha… - gemía el youkai- her..mano.. no!

-Sesshoumaru… tranquilo… tranquilo – Inuyasha se acercó al herido, y comenzó a mesarle los cabellos con dulzura – aquí estoy hermano… no te preocupes…

-No!... ¿donde?... ¿Inuyasha? –El Taiyoukai abrió por fin, después de muchas horas, sus enfebrecidos ojos, buscando ansioso - Ven! Ven! – extendió su mano, para jalar al hanyou hacia él - ¿No te hice daño?... hermanito…

- No, estoy bien – “sí que está delirando” pensó el chico – estoy bien… mírame!

-Sangre… mucha sangre… -Sesshoumaru permanecía, en cierto modo, dentro de su pesadilla. Jamás había recibido un daño tan grande en una pelea - tus heridas…

-Yo no estoy herido, hermano –Inuyasha pegó su frente a la de su hermano, sintiendo de inmediato la fuerza de la fiebre- duerme tranquilo… permaneceré a tu lado. Ya no te preocupes por nada…

- No…

Pero Inuyasha ya no lo dejó seguir. Lo tomó con todo cuidado entre sus brazos, meciéndolo como a un crío. Como su madre solía hacer con él cuando tenía pesadillas de pequeño.

Pegando al Taiyoukai contra su pecho, una vez que lo había envuelto cuidadosamente con su rojo ahori, acariciaba suavemente su espalda, y le susurraba palabras tranquilizadoras.

Poco a poco, Sesshoumaru empezó a caer en una inconciencia dulce y tranquila, libre de penas y preocupaciones. Durmió largas horas pegado así, al pecho del que fuese el ser mas odiado por él. Varias veces, fueron puestas compresas frías sobre su nuca y frente.

Varias veces fue calmado tiernamente, cuando las pesadillas regresaban.

Siempre, siempre ese olor tan cálido y familiar llegando a su corazón. El olor de su padre… su propio olor… pero con ese distintivo tan propio, que por desgracia… para su desgracia… había aprendido a amar.

Despertó.

Habían pasado seis días de completo enajenamiento. Seis días tardó su cuerpo en recobrar la fuerza necesaria para sacarlo del delirante sopor.

Y cada uno de los segundos que compusieron esos días, fue cuidado, alimentado y vigilado por su hermano hanyou.

Apenas pudo incorporarse, lo hizo, dolorosamente –a pesar de que la mayoría de sus heridas sanaron, las más profundas, las que le atravesaban de lado a lado, seguían frescas y lacerantes – encontrándose en la situación mas extraña que jamás hubiese imaginado.

En “la cueva” (como le había dado por llamarle), se había levantado dejando la cómoda almohada que había resultado el cuerpo de su hermano.

Envuelto en la roja prenda que aquél llevaba como una segunda piel.

Semidesnudo, vendado tan elegantemente como una momia… y apestando a hierbas, sangre y sudor…

Pero sobre todo…

Apestando a Inuyasha…

-¿Que rayos hago aquí! –bramó al fin, mas asustado que molesto - ¿Inuyashaa!

-Pues ahora no me queda ninguna duda –dijo el aludido, desperezándose – de que te encuentras muchísimo mejor!

-¿Que?... Contéstame inútil!

-Te traje aquí para que te repusieras… -Inuyasha se levantó para traer consigo el cubo de agua con el que pensaba lavarlo… obviamente, ya no tendría que hacerlo – llevas seis días inconsciente…

-¿Estuviste aquí todo el tiempo? – el youkai le miraba, incrédulo

- ¡Claro¿Qué pensabas? – el muchacho le tendía, con una gran sonrisa, una suave esponja, jabón, y el agua - ¿crees que necesites ayuda?

-¿Eh? –Sesshoumaru no daba crédito… ¿Qué debía hacer ahora? - ¿a que… a que te… refieres?

- Para lavarte – el muchacho comenzó a desenlazar las vendas, dejando al descubierto la carne herida del youkai – algunas de tus heridas siguen siendo de cuidado… probablemente te lastime moverte mucho…

-No yo… no necesito ayuda –su orgullo estaba siendo mas maltratado que su cuerpo, pero por algún motivo, no le molestaba mucho – ¡dame eso!... pervertido…

-¿Que! –Inuyasha se carcajeó sonoramente – ni que quisiera tocarte idiota!...

-Si claro...

-Solo quiero evitar que te reabras las heridas que apenas están sanando… me asustaste mucho ¿sabes? – Inuyasha, sin preguntar de nuevo, arrebató la esponja de las manos de su hermano, y colocándose detrás de él, inició el delicado trabajo de lavarle la espalda y el cabello – pero no creas que pienso lavarte por completo… ¡Eso lo haces tú!... ¡ahí no tienes daños!

Sesshoumaru, no pudo evitar una carcajada sincera… su tonto hermano… ¡vaya que lo quería!... y para ser sinceros, etaba siendo muy gratificante sentirse limpio de nuevo…

Pronto, entre los dos, lo tuvieron reluciente e impecable de nuevo. Inuyasha se había encargado de conseguir un kimono completamente blanco, de una seda finísima, que Miroku había confiscado de una de sus correrías “anti-malas-energías” que solía realizar.
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por MikoAucarod Lun Mar 02, 2009 4:35 pm

Tras vendarle de nuevo, y ayudarle a vestirse, Sesshoumaru quiso emprender el camino de regreso hacia sus acompañantes…

Inuyasha lo impidió.

-Mañana Sesshoumaru… es muy noche, deben estar durmiendo. Además sería bueno que dejaras descansar un poco más tu cuerpo… -el hanyou se mantenía de pie, a la entrada de la cueva- probablemente para mañana habrá pasado todo riesgo de que se te abran nuevamente…

-Esta bien – Sesshoumaru volvió a tomar asiento lenta y cuidadosamente - supongo que es verdad…

-¿Sabes? Siempre me sentí muy orgulloso de mis capacidades demoníacas de recuperación… pero las tuyas son absolutamente impresionantes… -Inuyasha hablaba con la vista perdida en el estrellado cielo nocturno - simplemente, yo no hubiera sobrevivido…

-Sí… lo hubieras hecho… -Sesshoumaru buscaba, curioso, sus ojos – no en vano llevas la sangre de los demonios-perro.

-Pero yo soy un híbrido… -El muchacho rehuía su mirada- ¡Bueno! Lo importante es que estás bien…

-Inuyasha… -llamó el youkai

-¿Qué?

- Mírame…

Al joven hanyou obedeció, sin saber muy bien por que. Bajó los ojos hasta encontrar los de su hermano mayor. Había orgullo, reproche… y algo muy, muy parecido al amor en ellos…

-Escúchame bien, hermano… nunca vuelvas a menospreciarte así… por que de ese modo humillas la sangre que llevas en tus venas… que también es la mía… -Sesshoumaru se levanto lentamente, sin perder el contacto visual con Inuyasha - y sobre todo…

-¿Qué?... ¿sobre todo, que? –Inquirió ansioso el hanyou, ante la prolongada pausa

- Sobre todo, nunca vuelvas a evitar mi mirada… -contestó el youkai

-¿Cómo? –Inuyasha no entendía que pasaba

- ¿No te das cuenta? – en los áureos ojos del youkai se reflejó la tristeza - ¿no recuerdas?... tus ojos fueron lo primero y último que vi antes de perder la conciencia… lo único que recuerdo… además de tu olor…

-¿Hermano…? –Inuyasha no sabía si podía darle rienda suelta a sus impulsos… - ¿tú…?

Entonces, decidió que era muy pronto… el Taiyoukai podría ofenderse, y eso era lo que menos quería. Así que prefirió dedicarle una sonrisa todo lo amorosa que pudo.

Fue entonces que se percataron.

Ahora eran casi igual de altos. Sus miradas se encontraban a la misma altura. Sus cuerpos, musculosos, reflejaban la misma fortaleza.

Inuyasha se había convertido en un hombre, frente a su propio hermano.

Aún conservaba, y conservaría durante mucho tiempo más, ese aire desenfadado y voraz de la juventud. Pero ya no era un jovencito. Nunca más se mirarían de la misma forma.

Ahora, podían considerarse iguales.

Tal vez por eso, o quizá por las repentinas e incompletas memorias, que llegaban a flashazos a la mente del youkai, de un joven de pelo plata, acunándole, fue que el Gran Sesshoumaru, el Taiyoukai más poderoso… el Señor de las Tierras del Oeste, consideró oportuna su acción.

Sin pensárselo más, extendió su mano hacia el hanyou y tomándolo de los hombros, lo jaló hacia sí, pegándolo contra él, en el abrazo más raro y sincero del mundo…

Inuyasha, al inicio sorprendidísimo, respondió con suma rapidez, pasando sus brazos, delicadamente, alrededor de la cintura del Taiyoukai.

Ambos con los ojos cerrados.

Ambos sin querer romper el lazo… ¿sabía Sesshoumaru, cuanto había necesitado su pequeño hermano, ése calor antes?

No… no lo sabía… por que de haber sido así… jamás hubiesen sido enemigos…

Sesshoumaru absorbía con cada fibra de su ser, la sensación que le producía… el olor, el calor, la suavidad fuerte a la vez del joven que tenía contra él. ¡Que orgulloso se sintió en ese momento!... ¡Su hermano!... ¡Su hermano, por todo lo Sagrado!... tanto tiempo perdido… enredaba lentamente sus dedos en los blancos cabellos, para respirar el perfume que despedían.

Para Inuyasha, encontrarse en esa situación, fue la panacea a todas sus inquietudes. Al fin, su único hermano, su lazo de sangre… su lazo con su padre… de quien se sentía tan orgulloso como in merecedor, le ofrecía el consuelo a su espíritu… nunca más se sentiría solo… se dedicó a grabarse a fuego todo lo que sentía en ese momento… ¡Que fuerte era!... ¡Que impactante!

Hermanos…

Ya podían considerarse así.

Los ojos dorados de ambos no dejaban lugar a dudas. Eran simiente del mismo ser… eran fruto producido por un Grande entre los grandes…

Los hijos de Inu-no Taisho habían encontrado el camino…

Por fin, y para dolor de ambos, el abrazo llegó a su final. Inuyasha obligó al mayor a recostarse y dormir. Al día siguiente retornarían a sus vidas normales.

---------------------------------------------------------------------------------

- Inuyasha! –Gritó una feliz Ahome, corriendo hacia él –Sesshoumaru! Gracias a Dios que estás bien!

- ¡Sesshoumaru! –Sango y Miroku se le acercaron, respetuosos, pero felices – curado, gracias a Buda!

-¡Señor Sesshoumaru! –Rin, entre lágrimas y risas, abrazaba con fervor una pierna del susodicho, arrancándoles sonrisas a todos - ¡Volvió¡Lo extrañé tanto!

-Sí –el Taiyoukai paseó la vista por sobre todos ellos – estoy bien ahora…

-Aún tiene algunas heridas para cuidarse, pero no hay peligro alguno –aclaró Inuyasha – además, seguro que en un día más estará como nuevo!

-Así es! –puntualizó Jaken, inflado de Orgullo por su Señor – Mi Amo Sesshoumaru es incomparable!

- Es hora de irnos –Sesshoumaru habló suavemente, casi en un susurro – volvamos al palacio…

Fue entonces que todos se despidieron, calmadamente. Palabras de ánimo y alegría. Ligeros roces… abrazos de parte de los niños…

- Inuyasha –llamó Sesshoumaru

-¿Dime?

- Nos veremos pronto –el youkai acomodó lentamente el cuello del ahori rojo, con un movimiento experto - ¿Por qué eres tan descuidado con tu apariencia?... van a pensar que somos iguales!

-¡Ah no! –exclamó el joven - ¡Eso sí que no!... jamás sería tan “remilgado” como tú! – dijo aparentemente fastidiado… pero al mismo tiempo, acomodaba un plateado mechón del sedoso pelo de Sesshoumaru, tras su oreja - ¿Acaso crees que me gustaría que nos relacionaran?

-¡Nunca!... además… ni siquiera nos parecemos…

Toda la conversación fue atestiguada por un inmóvil y casi infartado grupo, que no podía creerlo. Esos dos se hablaban con naturalidad, con afabilidad.

Se Tocaban con confianza…

Que Náraku los matara… por que ya lo habían visto todo…

-Bueno… Rin…Jaken –llamó el youkai – vamonos…

-Sí Señor –gritó Rin, feliz, y corrió tras él

-Es hora de continuar muchachos… ¡Vamos a conseguir esa maldita perla de una vez! –Inuyasha giró hacia sus amigos, luego, inició la marcha, sin esperar al torrente de preguntas, que de seguro le atacarían… - Sube a mi espalda Ahome!

-¡Claro! –La muchacha se acomodó – me da tanto gusto por ti... querido Inuyasha...

Así, tranquilos, y esperanzados, iniciaron el viaje de nuevo…

Un viaje que pronto vería su fin… y que les había reportado más beneficios de los que jamás soñaran…
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Vale Lawliet Lun Mar 02, 2009 4:55 pm

kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa paro-se ve como me caigo a la alfombra de mi cuarto-auuu
-y ahora a esta que le paso -dice inu entrando a mi cuarto-huuu?-lee el fic y una vez que lo leeyo todo tambien mocos para el suelo una vez recuperada del sopapo que me meti
-auuuuchh me dan las matriculas del auto que me atropello Mareado
buenisimo el fic ay que lindos los hermanos se llevan bien wiiiiiiiii conti
Vale Lawliet
Vale Lawliet
Gato Híbrido
Gato Híbrido

Femenino
Cantidad de envíos : 947
Edad : 27
Localización : en un lugar extraño llamado mi mente
Fecha de inscripción : 27/11/2008

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por kikiovskagomexinuyasha Lun Mar 02, 2009 5:12 pm

affraid affraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraidaffraid
........................................................................................
LO VEO Y NO LO CREO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
K GENIAL FIC SPERO K PASES LA CONTI PRONTO
KSI ME DA UN INFARTO
JAMAS ME IMAGINE LEER ALGO ASI
O_o SIGUE ASI^^
kikiovskagomexinuyasha
kikiovskagomexinuyasha
Inuyasha-Fan
Inuyasha-Fan

Femenino
Cantidad de envíos : 81
Edad : 30
Fecha de inscripción : 16/02/2009

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por amerika-kikio Mar Mar 03, 2009 8:50 am

ke hermoso!!
todo el cao estuvo genial jij
weenu me tengo ke ir es ke toy en la escuela
y me cacharan XD
bye
amerika-kikio
amerika-kikio
Sacerdotisa Hanyou
Sacerdotisa Hanyou

Femenino
Cantidad de envíos : 559
Edad : 30
Localización : Un dia por aqui... otro por alla...
Fecha de inscripción : 07/11/2008

http://www.metroflog.com/inu_pau

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Cap. 14) Autor: Erekhose

Mensaje por MikoAucarod Mar Mar 03, 2009 5:58 pm

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

-----

El punto de vista de Miroku... de un par bastante peculiar (como si no fueran lo suficientemente peculiares por sí mismos)

HERMANOS

Un día cualquiera

Era una estampa digna de verse, aunque en ocasiones el sentimiento de incredulidad resulta más fuerte que la realidad de la que son testigos... Ambos hombres de pelo plateado, juntos, luchando hombro con hombro, respirando el mismo aire... ambos hermanos, que antes fueran enemigos acérrimos, ahora reunidos con un fin común...

Matar a Náraku.

Miroku los observa pensativo. Al principio, creyó que sentiría alguna clase de celos. Después de todo, Inuyasha y él habían llegado al pacto de ser como hermanos, y por sobre todas las cosas, el monje valoraba eso.

La llegada del youkai a sus vidas, aunque extrañamente distante, era la certificación de que Inuyasha, en efecto, tenía un pariente directo, con su misma sangre corriendo por sus venas, con su misma apariencia y la misma terquedad; a diferencia de él, que ya tenía suerte de existir, debido a la maldición que pesaba por sobre su familia.

Tan perdido estaba en sus pensamientos, que nunca notó a su amigo hanyou aproximándose a él, hasta que ya lo tuvo sentado a su lado, y mirándolo con algo muy parecido a la curiosidad.

-¿Qué te pasa, Miroku? – Inuyasha seguía viéndole a la cara, desde muy cerca – tienes mucho rato así, distraído...

-Nada, querido Inuyasha, solo pensaba –Miroku trataba de ignorar los dorados ojos del muchacho - ¿y tu?

- ¿Yo que? –Inuyasha intentaba encontrar sus ojos – yo nada... yo vine a preguntarte, así que no me cambies el tema.

- Inuyasha... ¿puedo preguntarte algo? –Miroku al fin le miró directamente

-Claro

-¿Cómo te sientes con la presencia de Sesshoumaru? –Miroku pudo ver como el youkai, sentado bastante lejos de ellos, se sacudía un poco, como sorprendido – es decir...

- Entiendo lo que quieres saber... pero, ¿cómo decirlo? –Inuyasha posó las doradas orbes, sobre su aparentemente dormido hermano – ay, Miroku...

-Solo dime la verdad, Inuyasha

-Me da... mucho gusto tenerlo con nosotros... aunque...

-¿Tienes miedo que tarde o temprano te dé la espalda?

- De nuevo –suspiró el hanyou – se aparte de mí. Por que ahora ya no podría luchar contra él.

-Ya veo. Pero para ser sinceros, dudo mucho que vuelva a ser tu enemigo. Será muy especial, pero tiene honor –Por algún motivo, aunque en el fondo deseaba alejar un poco a esos dos, para recuperar a su amigo, no pudo dañarlo – y no creo que tras esta reunión, quiera hacerte mal alguno.

- No lo sé, Miroku. –Inuyasha cerró los ojos y bajó el rostro – de todos modos, por el momento, pienso vivir al día. Mientras esté a mi lado, disfrutaré de su presencia y veré que aprendo. Si alguna vez se aleja, ya veremos...

-Bueno, solo recuerda una cosa, Inuyasha –Miroku pasó un brazo por los hombros del hanyou, y lo atrajo contra sí – siempre estaré a tu lado... hicimos una promesa.

-Aunque no la hubiéramos hecho, Miroku, sé que aún así permanecerías conmigo...

-Por que somos amigos... no... somos hermanos –Miroku recargó la mejilla en el hombro de Inuyasha, quién le posó la mano en la rodilla – y confiamos uno en el otro.

-Sí. Nunca lo olvido, monje tonto. Por cierto, mira eso –dijo, señalando al otro peliplateado.

Y ambos captaron el momento en el que el Taiyoukai se ponía de pie, con aquella elasticidad que hacía parecer que levitaba, y les clavaba la mirada mas profunda que pudiese tener, para internarse luego en el bosque.

Un grito femenino alertó a Inuyasha para salir corriendo hacia donde Sango, Rin y Ahome descansaban, solo para encontrar el motivo de tan disperso horror...

-¡Mátala! Inuyasha –Ahome gritaba agarrada de Sango, que se protegía con el Hiraikotzu- Matala!

-¿Es una broma, Ahome? –Inuyasha, con una enorme gota en la nuca, tenía sostenida en la punta de la espada, una gorda y peluda tarántula - ¿le tienes miedo a este pobre bicho?

-¡No me gustan las arañas! –Ahome seguía semi trepada en la pobre exterminadora – menos las peludas...

-Señorita Ahome, pero si usted destruye demonios verdaderamente repulsivos –Miroku se sujetaba la frente, en un gesto de vergonzosa incredulidad – y, Sango querida, no lo creo de ti...

- Yo no tengo nada que ver –Sango se veía un poquito gris –Ahome me asustó!

-¿Es en serio Ahome? –Inuyasha se puso al insecto sobre su brazo y le dejó hacer – pobre criatura... mejor la dejo ir. – Rin trataba de agarrar al insecto, impidiéndoselo las demás mujeres

-¿DE CUANDO ACÁ, TU TIENES TANTA PIEDAD, INUYASHA? –el grito resonó por todo el territorio Japonés, y alguien juró después que en otros continentes hubo terremotos - ¡ALEJALO DE MI!

-Ay, bueno. Es solo una araña

-En realidad es una tarántula, Inuyasha – Miroku se inclinó sobre el bicho – mejor dámela, la iré a dejar bastante lejos. Tu quédate con la señorita Ahome.

Y, tomando con todo cuidado al objeto de tan terrible terror, lo envolvió en un pañuelo, y se internó por un estrecho sendero, para dejarlo cerca de una cueva que vislumbrara horas antes.

- Tendrás un buen hogar, amiguita –Miroku caminaba cuidando de no asustar mucho al insecto – oscuro, fresco, y sobre todo, lejos de esas mujeres tan gritonas...

Y la dejó en la boca de la cueva, a la que la agradecida tarántula se internó a toda velocidad. Miroku sonreía al ver la enorme felicidad que el “pobre bicho” reflejaba.

-Así deberíamos ser todos –se dijo a sí mismo el monje – agradecer esos pequeños pero increíbles milagros que día a día se nos regalan. Y disfrutar cada minuto, pensando que mañana, quizás alguien nos elimine... por que estamos gordos y peludos...

-Muy filosófico, monje –la voz provenía de muy cerca a espaldas suyo

Giró tan rápido como la sorpresa se lo permitió, casi chocando de frente con el alto Taiyoukai que permanecía impasible, quieto, y amenazante.

- ¿Sesshoumaru? –Miroku se aterrorizó al percatarse que nunca sintió su presencia - ¿Qué?... - ¿tanta energía maligna, y nunca sintió nada? Algo estaba muy mal

-¿Qué relación tienes con Inuyasha? –espetó de pronto

-¿Relaci... que? –Miroku, al verle a la cara, entendió lo que pasaba -¡Sesshoumaru! ¿no estarás pensando que, Inuyasha y yo... verdad?

- ¿No?

-¡Claro que no! –Miroku soltó por fin el aire – somos amigos... muy amigos

- ¿Cómo hermanos? –el youkai parecía escrutar en el fondo de su alma

- Sí, en cierto modo – el monje caminó un poco, para abrigarse a la sombra de los árboles – sí. ¿Te molesta?

-No. Me dio la impresión de que no te gusta mi presencia

-No es eso. Al principio, bueno, me preocupé un poco. Pero ya no, ahora me alegro de que estés aquí, junto a nuestro Inuyasha, que realmente necesitaba, ya sabes... necesitaba conocerte...

- ¿Tu también dudas de mí? –Sesshoumaru se recargó en un grueso tronco, y miró al cielo – monje...

-Te diré la verdad –Miroku se paró justo frente a él – no, no dudo de ti. Aunque te juro que al principio deseaba dudar. Deseaba que te alejaras y nos dejaras tal y como estábamos... éramos un equipo, una familia. Ellos son mi familia. Más ahora...

-¿Tanto lo aprecias? – Sesshoumaru bajó un poco el rostro, para buscar los zafiros de su interlocutor, que no levantaba la cabeza - ¿Tanto así?

- Sí. Todos queremos con toda el alma que él sea feliz. ¿Sabes? Sufrió mucho, aunque nunca se queja, y mucho menos nos cuenta. Pero hemos ido descubriendo cosas de su vida que hubieran vuelto loco a cualquiera. Aún así, conservó su alma noble, y su espíritu justo... su lado humano...

-Conservó su lado humano... – el youkai se notaba imbuido en sus pensamientos – humanos... nunca los entenderé.

- Tal vez nos entiendes más de lo que quisieras. Si no, no estarías aquí...

- Yo no... – pero su expresión cambió violentamente

Y, sin previo aviso, y antes de que nadie tuviera tiempo de decir algo más, una gran explosión destrozó una colina cercana, encontrándose Miroku, de pronto, transportado por los aires por un brazo que parecía hecho de roca, asiéndolo de la cintura.

Sesshoumaru lo había sacado del curso de un enorme monolito que estuvo a punto de matarlo.

El aterrizaje fue suave y certero. Inuyasha luchaba ya contra la inmensa, pero poco inteligente criatura que había tenido la aún menos iluminada idea de almorzárselos. Mala, muy mala idea.

El único inconveniente, era que la criatura llevaba consigo a su familia, una media docena de cosas llenas de púas y dientes, que lucían muy hambrientas.

El Taiyoukai se encargó de un par gigantesco, mientras Miroku y Sango se despachaban uno cada quién. Para entonces, Inuyasha desintegraba a los restantes con un poderoso Viento Cortante.

Una carcajada general surcó el ambiente, relajándolos a todos. ¡Y hablando de cosas Peludas! No había nada de que preocuparse. Naraku no estaba involucrado.

Sesshoumaru envainó la espada, y estaba a punto de alejarse, cuando una mano en su hombro lo detuvo.

- Sesshoumaru –Miroku clavaba sus azules ojos en el ámbar dorado del otro – creo que hay algo que debes saber...

-¿Qué cosa?

- Te guste o no, ahora también tú eres parte de este equipo... –El monje le sonrió con toda sinceridad – eres parte de esta familia...

-¿Te has vuelto loco?

-Nop! Y gracias!

Y el pelinegro se alejó, sonriente aún, para ir junto a su amada Sanguito, a intentar cortejarla un poco, para olvidar las vicisitudes del día. Una cachetada y un gran chichón después, el monje conservaba su risa, y trataba de parecer inocente.

-Sigo sin entenderlos – murmuró Sesshoumaru.

Pero un esbozo de sonrisa adornaba sus labios. Y su joven medio hermano se alegró de verlo.

Miroku tenía razón. No había nada de que preocuparse.

Y una tarántula, bastante más inteligente, corrió a su lado en busca de comida, alejada de las chicas, pero bajo la mirada escrutadora y divertida de dos hombres de pelo plateado, que mejor se reservaron el conocimiento de ese hecho, para evitar sustos innecesarios.

MikoAucarod: Les informo que este fanfic está llegando a su final, solo faltan 3 episodios más para que termine pues, según las palabras del autor, ahora que por fin juntó a ambos hermanos como lo que son, no tiene caso alargar más la historia, espero que disfruten de los próximos episodios ^^
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Maaky Mar Mar 03, 2009 6:17 pm

o.o
DEMACIADO PARA MI POBRE CORAZON!!
esta hermosa la conti!!
espero el siguiente cap.
Sayo!!
Maaky
Maaky
Taiyoukai
Taiyoukai

Femenino
Cantidad de envíos : 153
Edad : 30
Fecha de inscripción : 16/01/2009

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Cap. 15) Autor: Erekhose

Mensaje por MikoAucarod Miér Mar 04, 2009 6:04 pm

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

-----

Sesshoumaru responde... Inuyasha aprende... Kikyo le libera...

HERMANOS

Respuestas

Caminaban uno junto al otro. Para Jaken era doloroso ver a su amado Señor junto al hanyou que por tanto tiempo odiaran. Pero era obvio que en algún momento, todo ese odio se desvaneció, convirtiéndose en una cordialidad sincera... un afecto disimulado...

Pero Sesshoumaru no estaba tranquilo. No podía olvidarse de todo y continuar caminando... no con eso que le atosigaba...

Hacía tiempo que el Taiyoukai percibiera la presencia de la sacerdotisa de barro, siguiéndoles muy de cerca. Era hábil para ocultarse, pero él era demasiado poderoso como para no notarla.

¿Es que acaso la rediviva era inmortal?... por que él mismo presenció su destrucción a manos de Náraku, hacía tiempo. Estaba seguro que había sido lo mejor. Por que si el maligno hanyou no la hubiera matado, lo habría hecho él.

Como la detestaba.

- Sesshoumaru – le llamó Inuyasha -¿en que piensas?

- Nos sigue esa mujer...

La respuesta llegó a los oídos de todos los integrantes del grupo, a pesar de haber sido hecha con voz bastante moderada, haciendo saltar el corazón de al menos una persona.

-¿Kikyo? –preguntó el de rojo, ansioso -¿detectaste a Kikyo?

-Sí, si ese es el nombre de la repulsiva criatura – Sesshoumaru se detuvo repentinamente – Quiero saber como es que sigue con vida...

-Ahome la salvó –respondió Inuyasha, muy ocupado en olfatear el aire – purificó el veneno que la mataba...

-¿Tu?-el youkai la buscó con la mirada - ¿fuiste tan insensata? ¿Cómo es eso posible?

-Bueno, Sesshoumaru –Ahome le enfrentó con dignidad en sus ojos canela – ella estaba viva, pero terriblemente malherida. Hice lo correcto. Y no me arrepiento...

-¿A pesar de que esa “cosa” quiere que Inuyasha muera? –Sesshoumaru perdía poco a poco la compostura - ¿Es que no te importa su vida?

-¡Claro que me importa! –Ahome quiso decir “por que él realmente me importa” pero se contuvo – pero aún no era el tiempo de Kikyo... y no quedaría su vida en mis manos...

- HUMANOS ESTÚPIDOS – espetó, en un sibilante susurro – son tan idiotas y sentimentales... esa mujer debería estar muerta...

-¿Tanto me desprecias, Gran Sesshoumaru? – la mujer de la que hablaban apareció de pronto en el camino, frente a ellos - ¿acaso te debo algo que no recuerdo?

Inuyasha quedó de una pieza, petrificado. No sabía si sentir alivio, o miedo.

Sesshoumaru permanecía con el cuerpo ligeramente inclinado hacia la izquierda, dejando que Kikyo solo viera su perfil. Las marcas de sus mejillas parecieron cambiar de tono y forma.

- Eres valiente... o demasiado tonta para aparecerte así, frente a mí

-No te temo, puesto que si lo deseo, puedo eliminarte –Kikyo tensó el arco

-¿De verdad lo crees? –Sesshoumaru repentinamente desapareció del lugar donde estaba, para aparecer luego, como una ráfaga, sosteniendo a la mujer del cuello, en vilo sobre su cabeza - ¿Dónde está tu poder ahora?

- ¿Qué es lo que te debo? –volvió a preguntar ella, ya sin altanería

-No dejaré, bajo ningún motivo, que tomes la vida de Inuyasha... primero te mato...

- ¿Aunque eso destruya a tu hermano, Sesshoumaru? –era Ahome la que hablaba – Nunca te lo perdonará... ¿Eso es lo que quieres?

El youkai cerró los ojos y gruñó audiblemente. Pero finalmente soltó a Kikyo, arrojándola violentamente contra el suelo. Y se marchó.

- Solo vine, por que tengo algo que decirte, Inuyasha –Kikyo se frotaba el cuello, con cara de dolor – no me interesa llevarte conmigo... ya no.

-¿Estas bien? –Inuyasha se inclinaba sobre ella, pero fue alejado por una mano despectiva- ¿qué...? Esta bien, habla entonces...

-He descubierto la forma en que puedes controlar tus poderes, aún cuando eres humano...

El silencio los cubrió a todos con un pesado manto. Las palabras de la miko eran fáciles de decir, pero otra cosa era llevarlas a cabo...

La clave... del poder de Inuyasha...

Dejar de temerle a su lado demoníaco... ya había comprobado una vez, en su pelea contra Baal, que era capaz de controlarlo, al menos un poco. Pero debía practicar, de modo que pudiese llamar a su sangre paterna cuando lo deseara... tal como hacía Sesshoumaru.

Cuando lograra mezclar totalmente ambas partes de su ser, sin que una dominara a la otra, entonces, la espada reaccionaría a su llamado... aún en luna nueva.

Debía llegar a aquel mismo estado que alcanzara en su lucha junto a Ahome en el vientre de ese enorme ogro en el que Náraku les había atrapado. Pero sin la ayuda purificadora de la muchacha...

Fácil de decir...

-Inuyasha... solo quería que supieras esto –Kikyo por fin se le había acercado – por que he decidido marcharme definitivamente. Ahome ya no necesita de mi presencia... y tu... tú debes vivir...

-¡No! –Inuyasha atrapó sus manos, frías como el agua – puedes quedarte... cuando encontremos la perla... Ahome podría regresarte tu humanidad...

- Sabes bien que eso no es posible, hanyou –Kikyo lo provocaba- yo debo estar muerta... mi alma ya acabó su labor. Debo partir, y esperar a mi reencarnación, como ha estado en el destino desde un principio...

Más Kikyo, aproximándose a él, le depositó un pequeño beso en los labios. El hanyou se sorprendió a sí mismo, al descubrir que ese beso no le movía la más mínima fibra...

- Ya no sientes nada... ¿verdad? –la mujer lo miraba, dulcemente – todo tu corazón ya ha sido entregado... sé feliz, amor mío...

-Kikyo... yo... –el joven bajó la mirada - ¿Estarás bien?

-Soy libre, Inuyasha... por supuesto que estaré bien – La mujer se elevó en los aires, ayudada por sus serpientes, iría a morir al templo... su templo... – el futuro depende de ustedes... y ahora vé en busca de tu hermano, pues ambos tienen muchas respuestas que darse...

Inuyasha viró para buscar la aprobación de sus compañeros, encontrándose con la mirada cristalizada de más de uno, y la tácita aceptación de todos ellos. Saltó en pos del rastro del youkai.

Lo encontró rápidamente, sentado entre las enormes y nudosas raíces de un árbol gigante. Recobrada la compostura, permanecía silencioso y meditabundo. Lo esperaba...

Hacía siglos que lo esperaba...

-¿Sesshoumaru? –Inuyasha se aproximó, temeroso - ¿puedo...?

-Quiero matarla... no puedo tolerar la idea de que le entregues voluntariamente tu vida...

- ¿Y si la amo? –respondió el hanyou

-¿Que sentirías, Inuyasha, si alguien tratara de matarme? ¿qué sentirías por esa persona?

- La odiaría con todas mis fuerzas...

-Y si yo sintiera algo por ella, y le permitiera eliminarme... ¿la odiarías?

-Creo que... si... –Inuyasha comprendía ahora muchas cosas... y en el proceso iba entendiendo a sus amigos también – tal vez también sentiría desprecio por ti, por dejarte destruir...

-¿Entonces? –el youlai se puso de pie salvajemente, y sostuvo a Inuyasha en el aire, como antes hiciera con la miko - ¿por qué insistes?

- No lo haré, hermano... –el joven sintió como el piso rozaba sus pies, mientras era depositado en el suelo – ella se ha ido... yo me quedo con ustedes... contigo...

- Te quedas – el youkai volvio a su posición en el nudo de raíces – te quedas...

El muchacho tomó asiento a unos pasos del youkai, tratando de encontrar las palabras adecuadas para lo que tenía que contarle. Era indispensable. Pronto sería el momento, y no quería ver la cara de asco que hacía mucho que imaginaba...

- Tengo algo que decirte –comenzó el hanyou – algo importante...

- ¿Qué cosa?

-Yo, como sabes, soy mitad humano

-¿mh?

-Hay un momento, en cada ciclo lunar, en el que pierdo...

-¿Todos tus poderes demoníacos? –Sesshoumaru levantó la vista para encararlo - ya lo sabía... en Luna nueva, si no me equivoco...

-¿Lo sabías?

- Minimizas a tu Onii-sama... –una sombra de sonrisa apareció en sus ojos dorados – lo he sabido casi desde siempre, aunque debo reconocer que me tomó algún tiempo para descubrir la fecha exacta...

-¿Lo has sabido todo este tiempo? –Inuyasha tenía una gran gota de sudor en la nuca - ¿y nunca me dijiste nada?

- Es natural, imbécil, que siendo tú mi único pariente directo, conociera todo de ti... es parte de mis obligaciones...

-¿Lo has sabido todo este tiempo? – Ahora lucía molesto, seriamente molesto -¿sabes cuanto me he preocupado por eso, y tu sabiéndolo?

- ¿Y que querías? – inquirió burlón – ¿Qué llegara con un “ah! Ya se cuando te transformas, no te preocupes”? No seas idiota...

- ¿Cómo demonios...?

- Es lógico que debes tener mucho cuidado en esos momentos. Eres terriblemente débil.

-¿Débil? – si lo hubieran abofeteado, el efecto hubiera sido más suave- ¿Débil dices? ¿Y COMO RAYOS CREES QUE HE SOBREVIVIDO HASTA HOY?

El Taiyoukai lo miró con desconcierto... también para él, ya no había marcha atrás...

- Todos y cada uno de los años de mi vida, Sesshoumaru, he luchado, y me he mantenido con vida... ¿acaso tu estuviste ahí jamás? ¿Acaso tú tienes algún derecho de llamarme débil?

- Yo jamás te ataqué –Sesshoumaru se incorporó para acercarse al furibundo joven de rojo

- ¿Ah no?... ¿y todas esas veces que intentaste matarme?

-Todas esas veces, Inuyasha, tú ya eras lo suficientemente fuerte para oponer resistencia...

- ¡Ah vaya! Ahora resulta... ¿Acaso alguna vez...?

-Hubo otros demonios que intentaron matarte, cuando apenas eras un pequeño indefenso... deseaban tu sangre, por el simple hecho de ser hijo del general Perro, a pesar de que apenas si podías caminar...

-¿De que hablas...? –Inuyasha le miraba impactado...

Entonces esos aullidos que recordaba... esos alaridos... los cadáveres destrozados de mononokes en los linderos del palacio de su madre... ¿Los sonidos de pelea durante las noches...?

-Fui yo –respondió el youkai a sus pensamientos

- Sabías que iban por mí... y tú...

-Los maté

La respuesta tuvo el efecto de paralizar el viento, el tiempo, y los sonidos que les rodeaban, como si todo quedara a la expectativa...

-Debes entender, hanyou – Continuó al Taiyoukai – que no lo hice por que me interesaras... era por el honor de la familia...

- Entiendo... si me mataban, me convertiría en una mancha... en leyenda negra...

- Así es... después alardearían de que luchaste fieramente, que medías tres metros, o que escupías fuego por las narices –hizo un gesto despectivo con la mano – aun que todavía no tenías más que un par de dientes...

- Ya veo... siempre fuiste tú... siempre estuviste ahí...

-Ya te dije...

-No importa –Inuyasha lo miró con mucha tristeza en los ojos – el punto es que siempre estuviste ahí, rondando... ¿cuánto honor posees, Sesshoumaru?

-¿Aún dudas de mí? –inquirió suavemente el youkai - ¿Aún crees que te daré la espalda?

- No... perdóname por haberlo pensado siquiera –Inuyasha se cubría los ojos con la diestra, conmovido - ¿nos oíste?

-Sí... aunque no me molestó realmente...

Volvieron a sumirse en el silencio, ahora completamente abstraídos en sus pensamientos. Aunque Sesshoumaru ocupaba su tiempo, mayormente en espiar los movimientos de su acompañante...

-Debemos regresar al campamento... los muchachos deben estar preocupados por nosotros...

-Debemos continuar buscando a Náraku –respondió Sesshoumaru – hay que destruirle, solo así conoceremos la paz...

-Vamos, entonces...

Y juntos, sin mediar mas palabra, se dirigieron hacia donde aquellos que los amaban los esperaban... ya no había más que decir... todo estaba aclarado...

Y fueron recibidos entre demostraciones bastante descriptivas de ansiedad y desesperación. En cierto modo, todos temían que lo que apenas iniciaba se rompiera brutalmente, por causa de la sacerdotisa de barro...

Pero no más...

Kikyo ahora no era más que un pensamiento, un alma libre... un sueño de amor antiguo, pero solo eso... solo un sueño. Ya iba siendo tiempo de despertar a la vida real...

Y ellos eran hermanos... ¿acaso una mujer podría romper ese lazo?

Jamás...

Náraku podía irse dando por muerto...

Solos eran poderosos.

Juntos eran invencibles...
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Hermanos (Cap. 16) PENÚLTIMO Autor: Erekhose

Mensaje por MikoAucarod Vie Mar 06, 2009 6:19 pm

MikoAucarod: Bueno, este fanfic no es mío pero me ha fascinado y quiero compartirlo con todos ustedes Very Happy ya está terminado por lo que espero tenerlo publicado completo muy pronto ^^ publicaré un episodio al día, mas o menos, si todo sale bien Very Happy así que bueno.

Todos los créditos van a Erekhose de Fanfiction.net ^^ espero les guste su historia.

-----

HERMANOS

EL FINAL DE UNA HISTORIA

LUNA DE CAMBIOS

Sesshoumaru avanzaba a través del enorme palacio que era su hogar. Hacía horas que no encontraba a su hermano, y empezaba a sentirse algo inquieto.

Girando su rostro de un lado al otro, y agitando con ello su plateada melena, buscaba en un silencio más bien nervioso, el olor del estúpido hanyou que no debía haber salido del lugar...

Atravesó el salón principal, deteniéndose un segundo a observar como se alzaba en todo su esplendor, en una elevada tarima, un trono labrado con motivos de los Demonios Perro, que estaba ahí desde tiempos remotos...

Enormes jarrones de fina porcelana pintada a mano desbordaban de flores perennes a fuerza de magia, en cada esquina del recinto, de cuyo alto techo colgaban largas cortinas de estandartes de tela translúcida, que parecían dividir visualmente el área.

Delicadas mamparas de papel decorado dividían las puertas corredizas, provocando al espectador, la sensación de un espacio sin límites en los que las barreras eran solo estilizadas figuras flotando en la nada.

Tanto esplendor, tanta opulencia... y ese día, era como si nada existiera... ¿por qué tenía que ser tan endemoniadamente terco? ¿A quien tenía que probarle su fuerza ahora?...

Justo en un día como ese...

La angustia le hizo recordar el día, igual a ese, hacía mas de trescientos años, en el que les llevó por primera vez a sus territorios... su palacio... su hogar...

El hogar de Inuyasha...

Flashback

De acuerdo a sus instrucciones, el grupo del Hanyou, montados unos en Kirara y la otra en la espalda de Inuyasha, siguieron de cerca de Sesshoumaru que volaba rápidamente sobre las copas de los árboles, pero nunca tan rápido que no pudieran seguirle...

La llegada al palacio los dejó completamente mudos...

Sabían que el Taiyoukai provenía de una estirpe destacada y poderosa... pero es que ese palacio era verdaderamente espectacular...

Y enorme... era una verdadera ciudad amurallada... Lleno de youkais de todo tipo, que pululaban de aquí para allá, ocupándose de las labores diarias...

Cuando vieron pasar a su Señor, se arrodillaron... y la gran mayoría, sobre todo los que se encontraban más cerca del camino, saludaron con infinito respeto a Inuyasha...

Llamándolo Príncipe...

-Sesshoumaru –susurró el hanyou, temeroso - ¿por qué me llaman así?

-Por que eres mi hermano menor...

En cuanto pudieron cerrar la boca, se llevaron otra gran sorpresa...

Primero, las mujeres fueron llevadas por un destacamento de hembras youkai sumamente bellas y gentiles, a unas deliciosas habitaciones, donde fueron bañadas con delicadeza, para luego perfumarles los cabellos con aceites balsámicos... tras vestirlas regiamente, las encaminaron al comedor privado de su Señor...

Por su parte, los hombres también fueron a sus habitaciones, guiados por un par de fuertes sirvientes, donde se les dejó disfrutar de un baño, y se les entregaron valiosos kimonos de seda pura.

Inuyasha vestía de un azul muy oscuro, bordado con figuras geométricas. Miroku solicitó las prendas más parecidas a su traje monacal, siendo estas tan finas y suaves, que aquel se sentía desnudo. Shippou terminó en un trajecito en un oro viejo, muy hermoso, resaltando el color de su pelo...

Sesshoumaru los esperaba, vestido como todo un terrateniente, en un traje púrpura y plata, y sin la armadura, con la mesa servida... aún no caía la noche, y el atardecer se colaba escarlata y oro entre los delgados cortinajes, dándole a la estancia una apariencia irreal...

Los ojos de ambos hermanos destellaban como ámbar líquido, contra la luz de un sol naranja colándose impetuoso por entre los pórticos y ventanales.

Todos los sirvientes y habitantes del palacio sucumbieron ante el recuerdo repentino de su antiguo Gran Señor... y su joven hijo... no quedaba duda... esa familia poseía una sangre imponente.

Fin del Flashback

Siguió caminando entre los corredores, su rostro inexpresivo ocultaba la verdad de sus sentimientos. Había tenido que rebajarse a ordenar a los guardias a que fueran en su busca. Aunque sabía que sería él quien le encontrara.

Ese era el juego preferido de su hermano, desde el día que llegó a vivir ahí.

Y ciertamente, lo encontró, bajo las últimas luces del atardecer, de espaldas a él, en el jardín interior del área más privada del palacio. Se quedó un par de minutos mirándolo, sintiendo el alivio correr por sus venas como agua refrescante...

-¿Se puede saber donde demonios estabas, imbécil? –sin importar la cantidad de siglos, siempre sería lo mismo - ¿Qué te ha dado por ocultarte?

-¿Es que el Gran Sesshoumaru no puede seguir mi rastro? –aunque aún le daba la espalda, era obvio que reía- ¿Quién lo diría? Un torpe Hanyou logra despistarte, oh gran Señor...

- Déjate de estupideces Inuyasha –Sesshoumaru cerró los ojos, y levantó el mentón hacia el cielo - ¿Por qué haces esto?

-¿Qué cosa? –Inuyasha al fin le encaraba, sonriendo con esa particular sonrisita que siempre lograba estresarlo - ¿Qué hice?

- Parece que a ti los años solo te hacen mas idiota, Inuyasha.

-Y a ti, los siglos solo te hacen más pesado, Sesshoumaru... Sabes bien que no me pasará nada... ya lo he demostrado antes. No puedes mantenerme encerrado, y lo sabes...

-¿Por qué no? Solo es por esta noche, solo mientras pasa... –Sesshoumaru al fin le clavó las doradas orbes – Te gusta lastimarme, ahora que sabes como...

-Hermano –suspiró el hanyou- discúlpame, no es esa mi intención. Pero me cuesta trabajo el permanecer quieto. Además creo que te consta que soy lo suficientemente poderoso para protegerme... incluso hoy...

-Lo sé...

Y era cierto, pero nada en el mundo, ni la eternidad suspendida de los siglos goteando sobre ellos, borrarían el dolor de aquella fatídica noche, en la que tuvo que reconocer sus sentimientos...

Flashback

La pelea con Náraku se estaba poniendo interesante... habían localizado al bebé albino, el receptáculo del corazón del maligno hanyou. Tenían a Kohaku de su lado, y, mejor aún, tenían a Sesshoumaru peleando junto a ellos...

Naraku preveía su fin, a pesar de todas las providencias que tomó para vencerlos... Inuyasha había roto todas las barreras que le separaban de la totalidad de sus poderes...

Kanna pereció, tal y como vivió, silenciosa, quieta, impávida... solo el delicado esparcirse de un blanquecino polvo de lo que antes fuera la niña, dejó constancia de que alguna vez existió...

Aunque Náraku no lo deseaba, tuvo que reconocer que le estaba doliendo mucho quedarse solo... él mismo había acabado con Kagura. Hakudoshi ahora peleaba a su lado, pero se debilitaba por instantes... pronto moriría.

Pero cayó la noche, terriblemente oscura, aprisionando en el temor los corazones del grupo de Inuyasha, ya que era un mal momento... había luna nueva...

Pero para el peliplateado eso ya no era un problema.

Tenía la capacidad de manejar a Tessaiga en cualquier circunstancia.

Sesshoumaru lo vio cambiar justo ante sus ojos... fue testigo del repentino ennegrecer de sus cabellos, de la desaparición de las garras y los colmillos. Fue testigo de su transformación en humano...

Y ante los ojos de todos los horrorizados presentes, el ahora humano hanyou, se lanzó en un ataque directo contra Náraku, de tal manera que le destrozó por completo, al mismo tiempo que Kohaku mataba su corazón...

Pero en el ataque, el cuerpo del muchacho se vio seriamente dañado...

Fin del flashback

Oscurecía lento, pero inevitable, Sesshoumaru agradecía a sus ancestros el hecho de que su hermano tuviese la amabilidad de volver a él, antes de que todo pasara.

Inuyasha se le acercó, sereno, con una interrogante en los dorados ojos.

Sesshoumaru tuvo que alzar un poco la vista para verle directamente... ¿hacía cuanto que era tan alto?... eso lo había heredado de Inu-no-Taisho.

- ¿Sigues recordándolo? –Inuyasha ya no sonreía – han pasado.. ¿Cuántos? ¿Trescientos y tantos años?... ya no pienses en eso, ha quedado atrás...

- Pero tu aún sigues transformándote, y sabes que pueden matarte... en realidad es el único momento que eres vulnerable – el youkai emitía una ligera molestia- a pesar de que eres fuerte...

- ¡Oh! Si recuerdas eso, pero no piensas en que soy demasiado poderoso... ni siquiera tú puedes vencerme... –Inuyasha se llevó las manos a la nuca

-No presiones tu suerte Inuyasha

Y observaron juntos el anochecer.

Y de nuevo, como cada ocasión, el Taiyoukai se asombró ante la metamorfosis de su hermano menor. Y como en cada ocasión, desde aquella primera vez, realizó el privado ritual que les uniera de una vez y para siempre...

Flashback

Inuyasha agonizaba rodeado de los que le amaban. Sesshoumaru había desaparecido momentos antes, tras vencer al demonio que tantos problemas les había dado...

Ahome lloraba, apretando en sus manos la valiosa perla ahora completa...

Sango y Miroku, abrazados con Shippou entre ellos, rezaban por que algún milagro se realizara. Kaede trataba de mantener con vida al hanyou. Era el fin, lo único que alegraba un poco el espíritu del muchacho, era la sutil esperanza de poder reunirse al fin con el espíritu de su antiguo amor... que se había marchado por última vez, tras mostrarle el modo de volverse casi invencible.

Y en el exterior, alejado un centenar de metros de donde su medio hermano lentamente moría, Sesshoumaru permanecía quieto, pero totalmente descolocado y ciertamente en un estado de profunda angustia...

¿Qué iba a hacer?... realmente, la relación entre ellos ahora podía calificarse de cordial, incluso podía aceptar con cierto recelo un lazo de algo parecido a cariño filial...

Pero de eso, a rebajarse a aceptar que no podía soportar ver morir al muchacho, y no precisamente por todo aquel parrafito de “seré yo quien acabe contigo”, era algo totalmente distinto.

Lo escuchó expirar...

Literalmente, pudo sentir como exhalaba su último aliento, antes incluso de oír el grito desgarrador de la mujer, y el llanto inclemente de sus amigos...

Y en su pecho, una daga ardiente le atravesó el corazón que hacía siglos que creía muerto...

Y antes de que se percatara de ello, ya había girado sobre sí mismo, y se encontró caminando hacia la cabaña...

No...

Caminando hacia su Hermano...

Fin del Flashback

Inuyasha, ahora un pelinegro hombre de elevada estatura, se erguía frente al poderoso Señor del palacio, en todo su humano esplendor, si de algún modo puede describirse el gesto altanero y confiado que ostentaba...

- ¿Puedes dejar ese maldito gesto de una vez? –Sesshoumaru se acercó a él- Nunca dejará de irritarme

- No, no puedo... es parte de mí... tienes que aceptarlo, o dejarme ir. – Inuyasha hizo un movimiento, como amenazando con partir - ¿Lo tomas o lo dejas?

- Lo tomo... con un demonio... lo tomo – al Gran Señor de las tierras del Oeste le importaba un pepino el orgullo – no te atrevas a irte...

Inuyasha esperaba esa respuesta, por ello, aún antes de que el Taiyoukai terminara la frase, ya lo tenía atrapado en un abrazo de oso, casi elevándole unos milímetros del suelo. Y permanecieron así, humano y youkai, en la escena que podría ser el epítome mismo de la unión de dos mundos...

En el mismo abrazo que había estado presente cuando todos los seres que ellos amaban fueron saliendo de sus vidas...

El día que Ahome volvió a su mundo, con la Perla bajo su Resguardo, para no volver jamás, cuando el único que le vio llorar fue su hermano..

Ese desgarrador atardecer en que Rin había muerto tras dar a luz, en el que el Taiyoukai no había logrado llegar a tiempo antes de que la incineraran en la pira funeraria... y que el único modo en el que se evitó la más grande masacre de un pueblo entero por un demonio enloquecido, fue el enorme amor de un joven hombre de pelo plateado y orejas blancas...

Y un simple abrazo...

Y, tal vez más triste... aquella clara mañana llena de un sol transparente, en el que Miroku dejó el mundo, para ir a buscar a su amada esposa, Sango, que había cometido el atroz pecado de adelantársele unos meses... ambos viejos ya, agotados y satisfechos de la vida...

Dejando a Inuyasha completamente desolado, por que su mejor amigo había perdido su batalla contra el tiempo, innegable destructor de humanos... por que sus lazos con el amor de su vida, con su Ahome, desaparecían como los hilos de una telaraña azotada por la lluvia...

Siendo lo peor de todo, que tuvo que verlos envejecer... decaer lentamente en las pequeñas debilidades de la edad... tuvo que verles perder su vigor, y la lozanía de la piel, junto a su energía. Aunque tenía que reconocer que lo más malo de todo, fue la larga agonía de la enfermedad de Sango... meses de dolor, en los que Inuyasha deseó como nunca, que hubiera un modo de hacerlos youkais...
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por MikoAucarod Vie Mar 06, 2009 6:19 pm

¿Así tendría que ver a su Ahome? ¿Tendría que verla morir poco a poco mientras él persistía existiendo?

Sesshoumaru leyó sus pensamientos

- ¿Crees que la reencuentres? –Sesshoumaru le hablaba muy bajo, pero pegado a su oído- ¿La buscarás en su época?

-¿Y condenarla a una vida llena de secretos? –Inuyasha escondió la cara en el hombro de su hermano - ¿A estar huyendo de esos que ella llamaba científicos, y militares?... Y sobre todo... condenaría a nuestros hijos con una vida inestable y basada en esconder su ascendencia...

- No puede ser tan duro...

-Entonces... ¿Por qué no has tenido hijos? – el hanyou apretó un poco mas su lazo- Puedes conseguirte una hermosa hembra...

-Sabes bien que la era de los monstruos y los poderes demoníacos esta muriendo... ¿Continuar un linaje? ¿Con que motivo?... Somos casi leyendas, casi historias trazadas en el viento... mis hijos perecerían en ese mundo que poco a poco nos acecha...

- Renaceremos, Sesshoumaru, renaceremos en otra vida, y tendremos familia... tendremos una existencia libre de odio y de batallas...

- ¿Por qué estás tan seguro? –Sesshoumaru viró un poco el rostro para observar el perfil de Inuyasha - ¿por qué?

- Solo lo sé... no cuestiones al corazón. Ahome me enseñó que hay cosas mucho más reveladoras en el agua, y en el cielo. Solo confía...

- Mientras se nos conceda renacer juntos...

-Te lo prometo, Sesshoumaru... te lo prometo...

El día los encontró juntos, dormidos en el enorme futón de la habitación doble que Sesshoumaru había designado como mutua en los días que no había luna... Inuyasha se quedó como desmayado tan pronto, que no alcanzó a quitarse el Kimono de un bermejo oscuro...

Sesshoumaru respiraba pausadamente, enfundado en el blanco traje de dormir, que se puso tras llevar a su hermano a la cama, ya que se había quedado dormido, nuevamente, en medio del jardín, en el duro suelo, mientras el mayor trataba de obligarlo a meditar para mejorar su concentración... ja...

Aún sin despertar, supo que la transformación había llegado, en cuanto percibió el cambio de olor del hanyou... más parecido al suyo. Tal vez demasiado parecido. Y sin abrir los ojos, sonrió.

Flasback

- ¿Sesshoumaru...? ¿Qué...? – La voz temblorosa de Miroku vibró por sobre sus cabezas - ¿Qué estás haciendo?

-¿Es que vas a...? – Ahome casi parece implorar, ahí, arrodillada a su lado - ¿Piensas... revivirlo?

- ¿Sesshoumaru? –Sango no daba crédito a sus ojos

Más frente a ellos, incólume como siempre, el Gran Youkai desenvainó con un gentil movimiento a Tennseiga...

Sus ojos cambiaron de expresión, y luego cortó algo en el aire, sobre el pecho del hanyou.

Un par de segundos después, Inuyasha agitaba los párpados, como si de un sueño muy pesado se levantara... y tras echar un vistazo a su alrededor, entendió lo ocurrido. Las heridas punzaban, ardientes, pero estaba vivo... vivo de nuevo... por que Sesshoumaru lo había traído de regreso de su pequeño paseo por el más allá.

- ¡ Inuyasha! – el alarido general, una explosión de alegría casi furiosa, llevó al herido al centro de un remolino de lágrimas, risas y abrazos cuidadosos. Muy cuidadosos.

Sesshoumaru giró en redondo, y salió a paso lento de la cabaña, sintiendo el peso de la mirada del hanyou. Pero nunca esperó lo que aconteció luego...

-Sesshoumaru –el llamado, fue más un leve quejido salido de los labios de Inuyasha – espera...

-¿Qué quieres? –más al voltear, Sesshoumaru se encontró con un tambaleante Inuyasha, que se levantaba para dirigirse hacia él, lo que le hizo saltar el alma en el cuerpo - ¡Quédate quieto Inuyasha! ¡Te harás daño!

- ¿A dónde vas, Sesshoumaru? – esta vez la pregunta fue un verdadero quejido articulado- yo...

- ¡Quédate quieto! ¡Demonios, Inuyasha! ¿Quieres matarte o que?

Pero Inuyasha en ese justo momento se encontraba a medio camino del suelo, a punto de golpearse rudamente, incapaz de mantenerse en pie. Mas no alcanzó a tocarlo, por que se vió atrapado por un par (sí, un par... sorpresa querido Taiyoukai) de suaves y poderosos brazos.

Tras el asombro inicial, Sesshoumaru alzó la vista para encontrar la profundidad castaña de los ojos de la mujer... Ahome...

Ella tenía la perla apretada contra su corazón, y brillaba, toda ella brillaba en una luz suave y flotante que le movía los negros cabellos y la ropa, como si estuviera bajo el agua... de ella había salido el deseo...

El youkai prácticamente pudo ver como su brazo brotaba como una pequeña enredadera de luz azul, y se ramificaba tomando la forma de venas, huesos, músculos, y al final, como una hiedra sobre un tronco, se cerraban en una piel sedosa e impoluta...

Un milagro ameritaba otro...

No era que la perla lo hiciera... mas bien, Ahome siempre tuvo el poder, pero ahora, con la perla completa y en sus manos, ese poder se potencializaba al mil por ciento, logrando que ella encauzara sus energías espirituales...

¿Qué mejor modo de encauzarlas, que recreando un simple brazo, para evitar que un ser muy querido se lastimara?

- ¿Sesshoumaru? –el murmullo del hanyou hirió el fino oído de su hermano – Gracias...

-¿De que, hermano? –el youkai lo apretó con cuidado contra sí - ¿De que?... si yo lo hice por puro egoísmo...

Permanecieron algún tiempo en la aldea, para que Inuyasha se restableciera de sus heridas por completo... antes de que se dieran cuenta ya había transcurrido todo un ciclo lunar, pero al fin, el muchacho estaba en total forma...

- Inuyasha –le llamó suavemente el youkai –ven aquí

-¿Qué ocurre? –para el joven era un agasajo tenerlo cerca

- Hoy nuevamente habrá Luna Nueva – Sesshoumaru miraba al cielo – Debemos partir...

-¿Partir?... ¿Justo Hoy? – Inuyasha le tomó del brazo para obligarlo a mirarle - ¿Y a donde, si se puede saber, es tan importante llegar hoy?

La respuesta lo dejó pasmado... bueno, a él y a todo el grupo...

- A casa, –Sesshoumaru tomó la mano que le jalaba – a nuestro hogar Inuyasha... tú hogar...

Fin del flashback

Meses después, en una de sus múltiples batallas, ambos hermanos se enfrentaron a una serie de monstruos de gran poder, venidos de otros continentes con la única intención de retarlos.

La fama de los Dos Poderosos de Oriente se había vuelto tan grande, que muchos deseaban vencerlos para obtener siquiera un poco de la gloria guerrera que aquellos emanaban...

En una de esas batallas, Inuyasha fue herido con un arma cargada de energía espiritual, casi como si le hubieran traspasado con una flecha purificadora de sacerdotisa...

El como obtuvieron, y, lo más extraño, como aprendieron esos demonios a usar ese tipo de arma en particular, resulta todo un misterio... el resultado fue, simplemente, catastrófico...

-¿Inuyasha? –Sesshoumaru alcanzó a ver como su hermano se interponía en el trayecto del arma que originalmente iba dirigida a él - ¡¿INUYASHA!

- Estoy bien, Sesshoumaru – de rodillas, con la mano en el pecho, el hanyou contestaba- ¿Los has destruido?

-A todos... a todos... – el youkai le pasaba las manos con desesperación por todo el cuerpo, buscando la herida - ¿dónde...?

-Aquí... –y retiró la mano, dejando ver un agujero brillante que no sangraba, en el lugar donde debía estar su corazón

-Pero... ¡Agggg! – un gruñido de dolor escapó de la garganta del youkai- ¡No morirás! ¡No puedes! ¡Te lo prohíbo!

- Sesshoumaru – Inuyasha sonreía con una ternura infinita – por favor, querido, déjame ir... en verdad...

-No te atrevas –el youkai lucía cada vez más furioso – no te atrevas...

- Déjame ir... – Inuyasha tosió, y el agujero se ensanchó- por favor... ya casi... ya casi es tiempo de que Ahome nazca... faltan solo un centenar de años...

-¿Y eso que? – Sessshoumaru lo miraba ahora con lágrimas reprimidas

- Quiero renacer en su época... quiero... déjame morir... déjame reunirme con ella...

-¿Cómo sabes que será así?

- ¿Es que no has aprendido nada?... no cuestiones al corazón... lo sé, eso es todo...

-¿Y que será de mí? – Sesshoumaru se apartó receloso

-Nos encontraremos, hermano, lo juro... – Inuyasha se sujetaba nuevamente del pecho

Sesshoumaru lo atrapó, estrechándolo con una fuerza que sabía que le haría un poco de daño, pero ¡es que el dolor era tan grande!... tras besarle ambas mejillas, y recibir los mismos besos de regreso, acostó a su hermano en el suelo, con la cabeza apoyada en su regazo...

-Está bien, hermanito... vete tranquilo... – acariciaba con una dulzura que él mismo desconocía, el rostro del hanyou moribundo- será como dices...

Y así fue como Inuyasha murió, desintegrándose lentamente ante los ojos rotos de dolor de su hermano, con una sonrisa en los labios... sí... esa sonrisita altanera que siempre le irritaba...

Un grito salvaje brotó del Taiyoukai, sin poder contenerlo. Tras una brevísima meditación, en realidad solo le tomó un segundo, tomó la decisión.

Cuando Shippo, ahora un adulto, y bastante mayor youkai Zorro, padre de una numerosa prole pelirroja, arribó al lugar, eso fue lo que encontró...

Sesshoumaru desapareciendo, como si se desvaneciera en el aire, mientras apretaba contra su pecho el ahori rojo de Inuyasha, y su espada...

Había decidido morir...

Nada le quedaba en este mundo... ni siquiera enemigos de los cuales proteger a la humanidad...

Un leve destellar de chispas purpúreas, y de ambos seres, Legendarios, Poderosos, Nobles... solo quedaron un par de espadas, un ahori rojo y una armadura pasada de moda...

- Sé lo que tengo que hacer –dijo Shippou al aire – vayan en paz, queridos amigos, no he olvidado nada...

Tomó los restos de los que fueran sus amigos, y llevándolos más allá de las montañas, fundió personalmente ambas armas así como las prendas, menos una manga, en el fuego mágico del volcán al pie del cual el Armero Totosai creara sus legendarias espadas...

Con la tela salvada, formó un pañuelo, y con excelente caligrafía redactó, resumida, la leyenda de los Demonios Perro y como murieron, y tras protegerlo en una caja sellada, lo guardó en un templo...

Sí... el Templo que poco más de un siglo después, sería el hogar de su adorada amiga...

Nunca olvidaría el mundo, las últimas palabras de esos seres que no llegaron a conocer... lo que Shippou tuvo el honor de escuchar, y le hizo derramar lágrimas, pero de alegría...

Mientras ambos se desvanecían, en luces flotantes, se despidieron...

Sesshoumaru – dijo Inuyasha, suavemente – Gracias, hermano, gracias por estar conmigo...

¿De que, Hermanito? –Sesshoumaru lloraba, por primera vez en toda su vida- ¿De que? Si sabes bien que todo lo hice por puro egoísmo...

Te quiero más de lo que te puedes imaginar, hermano – La desintegración casi alcanzaba la cabeza del hanyou – yo...

Yo también te quiero Inuyasha... eres lo que más quiero en la vida... te seguiré y te encontraré...


MikoAucarod: ¿Qué me hacen si les digo que así termina la historia?

...
...
...
...
...
...
...

Pues sí, así termina Very Happy

...
...
...
...
...
...

Pero tiene epílogo xDD no se traumen, con lo que sí deberán traumarse es con la espera porque podré subirlo si no el domingo, hasta el lunes, haré todo lo posible por subirlo el domingo, pero no prometo nada Ups

Espero les haya gustado este episodio, la primera vez que lo leí, yo lloré como no tienen idea Ups
MikoAucarod
MikoAucarod

Sacerdotisa - Administradora
Sacerdotisa - Administradora

Femenino
Cantidad de envíos : 3786
Edad : 34
Localización : Nuevo León, México
Fecha de inscripción : 04/11/2008

https://lcdsei.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Maaky Vie Mar 06, 2009 7:23 pm

:Llorar: ahora si me hizo llorar!!
Ke trizte y Bella Historia!!!!
ke hermoso final espero leer pronto el epilogo!
Sayo!! :Llorar:
Maaky
Maaky
Taiyoukai
Taiyoukai

Femenino
Cantidad de envíos : 153
Edad : 30
Fecha de inscripción : 16/01/2009

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Vale Lawliet Vie Mar 06, 2009 8:35 pm

no manches yo llore poquito pero de que llore llore espero el epilogo
Vale Lawliet
Vale Lawliet
Gato Híbrido
Gato Híbrido

Femenino
Cantidad de envíos : 947
Edad : 27
Localización : en un lugar extraño llamado mi mente
Fecha de inscripción : 27/11/2008

Volver arriba Ir abajo

Hermanos (Autor: Erekhose) - Página 2 Empty Re: Hermanos (Autor: Erekhose)

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Página 2 de 3. Precedente  1, 2, 3  Siguiente

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.